Parte,  Capítulo, Párrafo

 1 Intro, 0,2|         el Evangelio a la persona humana en desarrollo y a conducirla
 2 Intro, 0,2|     conducirla a la plena madurez humana y cristiana, mediante una
 3 Intro, 0,2|     sector fundamental de la vida humana y eclesial.~Al recoger tal
 4 Intro, 0,3|  vitalidad, así como su promoción humana y cristiana, contribuyendo
 5   I, 0,4  |         la dignidad de la persona humana. Se trata de un ofrecimiento
 6   I, 0,4  |      peligro que corre la persona humana y trabajan en favor de la
 7   I, 0,8  |           promoción de la persona humana. Se hace pues necesario
 8   I, 0,8  |         los valores de la persona humana en cuanto tal. Volver a
 9   I, 0,8  |           promoción de la persona humana en toda su verdad, en su
10   I, 0,10 |  tecnología, abundan en sabiduría humana y están vivificadas por
11  II, 0,11 |         la vocación de la persona humana al amor: el Matrimonio y
12  II, 0,11 |       núcleo íntimo de la persona humana en cuanto tal. Ella se realiza
13  II, 0,11 |           a engendrar una persona humana, supera por su naturaleza
14  II, 0,13 |           asumiendo la naturaleza humana, y en el sacrificio que
15  II, 0,14 |          vida a una nueva persona humana. De este modo los cónyuges,
16  II, 0,14 |           a la vida de la persona humana, como por ejemplo la adopción,
17  II, 0,15 |           las cuales toda persona humana queda introducida en la «
18  II, 0,15 |        introducida en la «familia humana» y en la «familia de Dios»,
19  II, 0,15 |          de la familia la persona humana no sólo es engendrada y
20  II, 0,15 |        educación, en la comunidad humana, sino que mediante la regeneración
21  II, 0,15 |         es la Iglesia.~La familia humana, disgregada por el pecado,
22  II, 0,15 |           inserción de la persona humana en la gran familia de la
23  II, 0,16 |  consagrada; cuando la sexualidad humana no se considera un gran
24 III, 1,19 |           exigencia profundamente humana. Pero, en Cristo Señor,
25 III, 1,19 |         Dios asume esta exigencia humana, la confirma, la purifica
26 III, 1,21 |          perfecciona la natural y humana. En realidad la gracia de
27 III, 1,21 |        una familia auténticamente humana y cristiana.(61) En esto
28 III, 1,22 |    familia. Lo que la misma razón humana intuye y reconoce, es revelado
29 III, 1,22 |         son propias de la persona humana. Dios manifiesta también
30 III, 1,22 |       asumiendo Él mismo la carne humana de María Virgen, que la
31 III, 1,23 |        sea verdadera y plenamente humana.~Esto resultará más fácil
32 III, 1,26 |         con el de toda la familia humana. La solicitud por el niño,
33 III, 2,28 |    transmisión del don de la vida humana: «Y bendíjolos Dios y les
34 III, 2,28 |         dimensión específicamente humana: se amplía y se enriquece
35 III, 2,29 |         la transmisión de la vida humana.~De este modo, siguiendo
36 III, 2,29 |         la transmisión de la vida humana.~Por esto, los Padres Sinodales,
37 III, 2,30 |      espiritual de una nueva vida humana. La razón última de estas
38 III, 2,30 |       cree firmemente que la vida humana, aunque débil y enferma,
39 III, 2,30 |           la vida: y en cada vida humana sabe descubrir el esplendor
40 III, 2,30 |       contra toda insidia la vida humana, en cualquier condición
41 III, 2,30 |        ofensa grave a la dignidad humana y a la justicia, todas aquellas
42 III, 2,32 |      significado de la sexualidad humana, porque la desarraiga de
43 III, 2,32 |          la mutua entrega y de la humana procreación, entretejidos
44 III, 2,32 |           envilecen la sexualidad humana, y con ella la propia persona
45 III, 2,32 |       procreador de la sexualidad humana, se comportan como «ministros»
46 III, 2,32 |        persona y de la sexualidad humana, irreconciliables entre
47 III, 2,32 |         profunda de la sexualidad humana, incluso en su dimensión
48 III, 2,32 |  dimensión verdadera y plenamente humana, no «usada» en cambio como
49 III, 2,33 |         la dignidad de la persona humana, la Iglesia interpreta la
50 III, 2,33 |       ayuda a vivir la sexualidad humana según el plan de Dios y
51 III, 2,33 |      menosprecio de la sexualidad humana: significa más bien energía
52 III, 2,34 |          medida en que la persona humana se encuentra en condiciones
53 III, 2,35 |         de Dios, autor de la vida humana».(98)~
54 III, 2,36 |         vivir una vida plenamente humana. Como ha recordado el Concilio
55 III, 2,36 |         la transmisión de la vida humana; como original y primario,
56 III, 2,37 |     valores esenciales de la vida humana~37. Aun en medio de las
57 III, 2,37 |     valores esenciales de la vida humana. Los hijos deben crecer
58 III, 2,37 |          gran parte la sexualidad humana, porque la interpreta y
59 III, 2,37 |    sentido mismo de la sexualidad humana.~Por los vínculos estrechos
60 III, 2,37 |      responsable en la sexualidad humana.~Por esto la Iglesia se
61 III, 2,39 |      madurez propia de la persona humana... sino que busca, sobre
62 III, 3,42 |         fundamento de la sociedad humana»; la familia es por ello
63 III, 3,43 |      posible una vida propiamente humana, en particular custodiando
64 III, 3,46 |     familia y de la misma persona humana, y la sociedad, en vez de
65 III, 3,47 | sacramento, asumiendo la realidad humana del amor conyugal en todas
66 III, 4,51 |           de la misma experiencia humana del amor vivido en el Espíritu
67 III, 4,62 |        fundamental de la sociedad humana. En ese sentido, la efectiva
68 III, 4,62 |           específico de promoción humana, que no puede menos de llevar
69 III, 4,64 |         verdad aquella «promoción humana», cuyo contenido ha sido
70 III, 4,64 |          el amor en toda relación humana con los demás, de tal modo
71  IV, 1,69 |       demás la propia experiencia humana, así como también los dones
72  IV, 1,69 |          la Iglesia y la sociedad humana. Cuando, por el advenimiento
73  IV, 2,72 |          desarrollo de la persona humana, la protección médica, jurídica
74  IV, 2,72 |         conformes con la dignidad humana y la doctrina de la Iglesia.
75  IV, 4,80 |      cierto valor. La misma razón humana insinúa ya su no aceptabilidad,
76  IV, 4,80 |          ordinario, si la persona humana no ha sido educada —ya desde
77  IV, 4,80 |           introduzca a la persona humana —en todas sus dimensiones,
78  IV, 4,81 |       comprender la rica realidad humana y sobrenatural del matrimonio-sacramento.~