Capítulo,  Parrafo

 1  I       |                    I~TENEMOS UN SOLO MAESTRO:~JESUCRISTO~
 2  I,6     |         propia doctrina o la de otro maestro, sino la enseñanza de Jesucristo,
 3  I,8     |                            El único «Maestro»~8. El que enseña así merece
 4  I,8     |            título único el nombre de Maestro. ¡Cuántas veces se le da
 5  I,8     |              se le da este título de maestro a lo largo de todo el Nuevo
 6  I,8     |          escuchan quienes le llaman «Maestro» con acento a la vez de
 7  I,8     |          rehúsan esta denominación: «Maestro, quisiéramos ver una señal
 8  I,8     |            ver una señal tuya»;(22) «Maestro, ¿qué tengo que hacer de
 9  I,8     |            todo Jesús mismo se llama Maestro en ocasiones particularmente
10  I,8     | significativas: «Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque
11  I,8     |             único de su condición de Maestro: «Uno solo es vuestro Maestro»:(25)
12  I,8     |        Maestro: «Uno solo es vuestro Maestro»:(25) Cristo. Se comprende
13  I,8     |           Nicodemo: «has venido como Maestro de parte de Dios».(26)~Esta
14  I,8(25) |            Jesucristo, nuestro único Maestro» (Epistula ad Magnesios,
15  I,9     |              fervor hacia Cristo, el Maestro que revela a Dios a los
16  I,9     |             al hombre a sí mismo; el Maestro que salva, santifica y guía,
17  I,9     |          nosotros en la historia; el Maestro que viene y que vendrá en
18 Conclu,72|                   El Espíritu Santo, Maestro interior~72. Al final de
19 Conclu,72|        Iglesia y a cada fiel como un Maestro interior que, en la intimidad
20 Conclu,73|             universal recibida de su Maestro: «Id, pues; enseñad a todas