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Ioannes Paulus PP. II
Catechesi Tradendae

IntraText - Concordancias

(Hapax Legomena)
1025-consa | consc-filos | firme-oblac | oblig-servi | sient-yuxta

                                                            negrita = Texto principal
     Capítulo,  Parrafo                                     gris = Texto de comentario
1 V,39(88) | Spes: AAS 58 (1966), pp. 1025-1120; Pablo VI, Cart. Enc. 2 IV,29(68) | 39: AAS 58 (1966), pp. 1056 s. ~ 3 IX,68(118) | n. 52: AAS 58 (1966), p. 1073; y especialmente la Decl. 4 IX,67(117) | 52: AAS 56 (1964), pp. 109, 114; cf. también Institutio 5 III,18(47) | 17-35: AAS 64 (1972), pp. 110-118. ~ 6 V,39(88) | AAS 58 (1966), pp. 1025-1120; Pablo VI, Cart. Enc. Populorum 7 IX,67(117) | AAS 56 (1964), pp. 109, 114; cf. también Institutio 8 IV,32(83) | n. 27: AAS 64 (1972), p. 115.~ 9 III,18(47) | AAS 64 (1972), pp. 110-118. ~ 10 VI,50(93) | Catechisticum Generale, nn 119-121; 134: AAS 64 (1972), 11 IV,29(62) | punto, nn. 37-46 (l.c., pp. 120-125).~ 12 IV,27(57) | n. 45 (AAS 64 [1972], p. 124), que sitúa bien las fuentes 13 III,22(52) | AAS 64 (1972), pp. 121 y 124s.~ 14 VI,50(93) | Catechisticum Generale, nn 119-121; 134: AAS 64 (1972), pp. 166- 15 IV,29(61) | AAS 64 [1972], pp. 125-141) en el cual se encuentra 16 VI,50(93) | 134: AAS 64 (1972), pp. 166-167; 172. ~ 17 VI,50(93) | AAS 64 (1972), pp. 166-167; 172. ~ 18 VI,50(93) | 64 (1972), pp. 166-167; 172. ~ 19 IV,28(58) | christianae adultorum, nn. 25-26; 183-187. ~ 20 IV,28(58) | adultorum, nn. 25-26; 183-187. ~ 21 Conclu,72(124)| Tractatus, 97, 1: PL 35, 1877.~ 22 I,5(11) | Ef 3, 9. 18s.~ 23 IX,68(118) | de Pío XI, 31 diciembre 1929: AAS 22 (1930), pp. 49-86; 24 IX,68(118) | diciembre 1929: AAS 22 (1930), pp. 49-86; muchos discursos 25 II,14(44) | Hombre (ONU), 10 diciembre 1948, art. 18, Pacto Internacional 26 II,12(40) | Papa Juan XXIII (AAS 53 [1961], p. 401): La Iglesia es « 27 IX,67(117) | Congregación de Ritos el 6 abril 1969, n. 33, y lo que se ha dicho 28 IV,31(81) | Act 2, 28, citando el Sal 1a, 11.~ 29 III,21 | una catequesis sistemática~21. En su discurso de clausura 30 I,8(25) | Magnesios, IX, 1: Funk 1, 239). ~ 31 V,39(88) | Progressio: AAS 59 (1967), pp. 257-299; Cart. Ap. Octogesima 32 VIII,61(111) | n. 10: AAS 71 (1979), p. 274.~ 33 VIII,56(99) | 15-16: AAS 71 (1979), pp, 286-295. ~ 34 VIII,56(99) | AAS 71 (1979), pp, 286-295. ~ 35 V,39(88) | AAS 59 (1967), pp. 257-299; Cart. Ap. Octogesima Adveniens: 36 IX,62(112) | catechizandis rudibus: PL 40, 310-347.~ 37 IX,62(112) | catechizandis rudibus: PL 40, 310-347.~ 38 V,36 | Párvulos~36. Un momento con frecuencia 39 V,41 | Minusválidos~41. Se trata ante todo de los 40 VIII,61(108) | n. 4: AAS 60 (1968), P. 434. ~ 41 IV,28(59) | Cf. AAS 60 (1968), pp. 436-445. Al lado de estas grandes 42 V,39(88) | AAS 63 (1971), pp. 401-441; Exhort. Ap. Evangelii nuntiandi: 43 IV,28(59) | AAS 60 (1968), pp. 436-445. Al lado de estas grandes 44 VI,50 | Catecismos~50. Todos los que asumen la 45 IX,68(118) | collectio, XIV, 62, 74, 542. Entre los documentos más 46 VIII,60(107) | Jesús: Pensamientos, n. 553. ~ 47 VII,53(94) | AAS 71 (1979), p. 607.~ 48 VIII,61 | Catequesis y teología~61. En este contexto, me parece 49 Conclu,72(131)| Retractationum liber I, 23, 2: PL 32, 621. ~ 50 Intro,4(8) | Cf. AAS 69 (1977), p. 633.~ 51 III,21(50) | 1977): AAS 69 (1977), p. 634. ~ 52 VIII,57(101) | parte: AAS 56 (1964), pp. 637-659. ~ 53 IX,65 | Religiosos y religiosas~65. Muchas familias religiosas 54 VIII,57(101) | AAS 56 (1964), pp. 637-659. ~ 55 IX,67 | en parroquia ...~67. Quiero evocar ahora el 56 Conclu,72 | Santo, Maestro interior~72. Al final de esta Exhortación 57 Conclu,73 | madre y modelo de discípulo ~73. Que la Virgen de Pentecostés 58 IX,68(118) | amplissima collectio, XIV, 62, 74, 542. Entre los documentos 59 Conclu,72(132)| N. 75: AAS 68 (1976), p. 66.~ 60 IV,28(59) | cf. AAS 71 (1979), p. 754.~ 61 Intro,2(4) | Cf. AAS 63 (1971), pp. 758-764. ~ 62 V,39(88) | nuntiandi: AAS 68 (1976), pp. 5-76.~ 63 Intro,2(4) | AAS 63 (1971), pp. 758-764. ~ 64 IX,71(121) | Evangelii nuntiandi, n. 77: AAS 68 (1967),~ 65 Intro,2(6) | 1965 (AAS 57 [1965], pp. 775-780), el Sínodo de los Obispos 66 Intro,2(6) | AAS 57 [1965], pp. 775-780), el Sínodo de los Obispos 67 I,6(14) | por ejemplo nn, 4, 15, 78, 79. ~ 68 IV,27(57) | y 24: AAS 58 (1966), pp. 822 y 828 s.; cf. también S. 69 IV,27(57) | AAS 58 (1966), pp. 822 y 828 s.; cf. también S. Congregación 70 IX,68(118) | VI Concilio de París (a. 829), libro I, cap. 7: Mansi, 71 IX,68(118) | 30: AAS 58 (1966), pp. 847-860, Const. past. sobre 72 IX,68(120) | n. 11: AAS 58 (1966), p 848. ~ 73 IX,68(118) | 1929: AAS 22 (1930), pp. 49-86; muchos discursos y mensajes 74 IX,68(118) | AAS 58 (1966), pp. 847-860, Const. past. sobre la Iglesia 75 IV,32(82) | Redintegratio: AAS 57 (1965), pp. 90-112.~ 76 IV,32(84) | 3-4: AAS 57 (1965), pp. 92-96. ~ 77 IV,32(85) | Ibid., n 3: l. c., p. 93.~ 78 II,14(43) | n. 2: AAS 58 (1966), p. 930. ~ 79 Conclu,73(137)| Cf. Sermo 25, 7: PL 46, 937-938. ~ 80 Conclu,73(137)| Sermo 25, 7: PL 46, 937-938. ~ 81 V,43(90) | 14: AAS 58 (1966), pp. 962-963, S. Congregación para 82 IV,29(74) | V parte, cap. 6, nn. 965-966. ~ 83 Conclu,72(124)| Ioannis Evangelium Tractatus, 97, 1: PL 35, 1877.~ 84 VIII,61(109) | Anni: AAS 63 (1971), P. 99. ~ 85 VI,47 | tradicionales, tantas veces abandonadas con excesiva prisa, y que 86 IX,65 | principalmente los más abandonados. En el decurso de la historia, 87 III,22 | Es asimismo inútil querer abandonar el estudio serio y sistemático 88 III,19 | tentaciones de duda o de abandono de la fe, a consecuencia 89 III,18 | sí, que es preciso saber abarcar conjuntamente, en la unidad 90 Conclu,72 | permite llamar a Dios: «Abba, Padre».(127) Sin el Espíritu 91 VII,53 | catequesis se empobrezca por abdicación o reducción de su mensaje, 92 IX,67 | catequéticos, en centros abiertos a todos los jóvenes, en 93 III,23 | catecumenado jamás ha sido abolido; conoce allí una renovación(54) 94 III,21 | elemental que no pretenda abordar todas las cuestiones disputadas 95 VII,53 | mensaje en las culturas ~53. Abordo ahora una segunda cuestión. 96 VIII,60 | hacia adelante, como la de Abrahán. Con mayor razón conviene 97 II,17 | evangélicas, buscando y abriendo caminos y perspectivas nuevas 98 IV,30 | descubierto por la fe, abrigue el deseo, aún inconsciente, 99 IX,67(117) | Congregación de Ritos el 6 abril 1969, n. 33, y lo que se 100 III,19 | la ayuda de la gracia, de abrir el corazón, de convertir, 101 IX,63 | cada día más complejo y abrumador. Os requieren mil compromisos, 102 VIII,61 | la luz del Magisterio. Se abstendrán de turbar el espíritu de 103 I,7 | es un cúmulo de verdades abstractas, es la comunicación del 104 IX,67 | Eucaristía son repartidos en abundancia en el marco de un solo acto 105 III,23 | renovación(54) y se practica abundantemente en las jóvenes Iglesias 106 VIII,59 | el lenguaje es utilizado abusivamente hoy al servicio de la mistificación 107 II,13 | historia de la Iglesia que acabamos de recordar, muchas lecciones — 108 II,14 | los responsables para que acaben del todo esas constricciones 109 I,8 | le llaman «Maestro» con acento a la vez de admiración, 110 VIII,60 | en la práctica pastoral, acentúan de buen grado, que la actitud 111 IV,28 | discípulo de Jesucristo acepta con plena lucidez y valentía 112 I,9 | pequeños y los pobres, la aceptación del sacrificio total en 113 VIII,59 | la catequesis no puede aceptar ningún lenguaje que, bajo 114 VIII,61 | su vida y con su muerte acercarse a Cristo. Debe, por decirlo 115 VI,47 | en un tema escogido con acierto a partir de la vida de Cristo, 116 III,24 | fe y de vida cristiana no acoge al catecúmeno en cierta 117 IX,67 | de familia, fraternal y acogedora, donde los bautizados y 118 IX,67 | parroquia, en las familias que acogen a niños o adolescentes, 119 III,24 | también la responsabilidad de acogerlos en un ambiente donde puedan 120 Intro,4 | Asamblea general del Sínodo y acogida por el Papa Pablo VI en 121 VI,47 | más probabilidades de ser acogido y de dar sus frutos, cuanto 122 IX,71 | ofrecida por las Iglesias más acomodadas a sus hermanas más pobres. 123 IX,68 | familiar precede, pues, acompaña y enriquece toda otra forma 124 IV,31 | de método o de pedagogía aconsejen organizar la comunicación 125 IX,66 | releven y que su número se acreciente en favor de una obra tan 126 IV,29 | preocupación social está activarnente presente en la enseñanza 127 III,18 | disociarse del conjunto de actividades pastorales y misionales 128 I,9 | su resurrección son la actuación de su palabra y el cumplimiento 129 Intro,4 | de algunos aspectos más actuales y decisivos, para corroborar 130 VIII,59 | Todos saben la candente actualidad de este tema. ¿No es paradójico 131 IX,67 | el marco concreto en que actúan habitualmente todos estos 132 VIII,61 | reflexión y su enseñanza, acudiendo como los teólogos a las 133 VII,53 | Comisión bíblica, «el término "aculturación" o "inculturación", además 134 I,7 | enemigos, aunque sólo sea para acusarlo y buscar un pretexto para 135 VII,53 | reducción de su mensaje, por adaptaciones, aun de lenguaje, que comprometan 136 III,18 | Iglesia.~No es éste el lugar adecuado para dar una definición 137 II,14 | de comunicación social, a adecuados instrumentos de trabajo, 138 III,24 | mundo. Todo el que se ha adherido a Jesucristo por la fe y 139 IX,62 | enseñanza religiosa y del adiestramiento en la vida según el Evangelio, 140 V,38 | como guía y como modelo, admirable y sin embargo imitable; 141 VIII,59 | contenido del Credo. Tampoco es admisible un lenguaje que engañe o 142 V,35 | características propias que adopta la catequesis en las diferentes 143 VII,51 | postulan que la catequesis adopte métodos muy diversos para 144 I,8(20) | la Tradición judía pero adornado aquí de un significado nuevo 145 VI,49 | su importancia esencial, adquieren nuevo relieve. Uno de los 146 V,39 | compromisos cristianos de la vida adulta. En lo que se refiere por 147 V,39(88) | 299; Cart. Ap. Octogesima Adveniens: AAS 63 (1971), pp. 401- 148 II,10 | de la caridad.~Cuando los adversarios se sienten celosos de la 149 II,12(41) | Apostolicae praedicationis y Adversus haereses), de Tertuliano ( 150 III,21 | Pablo VI se felicitaba al «advertir que todos han señalado la 151 IV,31 | inspirada por el humilde afán de ajustarse mejor a un 152 V,43 | catequesis quiere ahondar y afianzar, está gobernado por los 153 I,8(25) | de Antioquía recoge esta afirmación y la comenta así: «Nosotros 154 VIII,61 | que sus investigaciones y afirmaciones ejercen en la enseñanza 155 VIII,60 | este modo de ver las cosas afirmará muy categóricamente que 156 II,17 | improvisación irreflexiva que afronta con ligereza los problemas, 157 V,41 | Sínodo el deseo renovado de afrontar mejor este importante problema. 158 III,25 | mejor, lejos de embotarlas o agostarlas, debe hacerlas aún más estimulantes 159 VI,50 | catequesis contemporánea no agota la riqueza de las proposiciones 160 VII,54 | de hacer penitencia o de agradar al Señor. En la mayor parte 161 IX,67 | parroquia importante y toda agrupación de parroquias numéricamente 162 IX,70 | asociaciones, movimientos y agrupaciones de fieles que se dedican 163 V,43 | que la catequesis quiere ahondar y afianzar, está gobernado 164 II,15 | hombres y en energías, sin ahorrar esfuerzos, fatigas y medios 165 III,22 | esta revelación no está aislada de la vida ni yuxtapuesta 166 VII,53 | graves pérdidas, podrá ser aislado de las culturas en las que 167 VII,53 | puede pura y simplemente aislarlo de la cultura en la que 168 | ajena 169 III,25 | exponer, la catequesis se ajusta al punto de vista totalmente 170 IV,31 | inspirada por el humilde afán de ajustarse mejor a un contenido que 171 II,17 | continuamente en un cierto alargamiento de su concepto mismo, en 172 VIII,60 | fin, una búsqueda que no alcanza nunca su objeto. En teología, 173 IX,70 | temporales. Todos ellos alcanzarán tanto mejor sus objetivos 174 IX,66 | hoy día florecientes. Me alegro de los esfuerzos realizados 175 II,12(41) | baptismo), de Clemente de Alejandría (Paedagogus), de S. Cipriano ( 176 V,44 | edad, pero que luego se alejaron de toda práctica religiosa 177 V,41 | problema. Merecen ser vivamente alentadas en esta tarea.~ 178 IX,68 | infatigable. Y es preciso alentar igualmente a las personas 179 | algún 180 II,14 | todo a los que en la Nueva Alianza reciben la llamada al ministerio 181 IX,71 | expresado aquí mis vivos alientos, quisiera recordar una consigna 182 IV,32 | ecuménica si, además, suscita y alimenta un verdadero deseo de unidad; 183 II,12(40) | la gracia de su bautismo alimentando su sensus fidei por la enseñanza 184 IV,27 | palabra de la Escritura alimento saludable y por ella 185 IV,30 | Virgen, elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial— y 186 IX,66 | elevaron a la gloria de los altares. Aliento de todo corazón 187 IX,71 | al menos una función de altísimo relieve en la Iglesia. Ahora 188 I,5 | anchura, la largura, la altura y la profundidad y conocer 189 Intro,4 | hoy, Venerables Hermanos, amados hijos e hijas, esta Exhortación 190 Conclu,72 | esta caridad que le hace amar lo que ya conocía y desear 191 V,38 | fracasos y de las primeras amarguras. La catequesis no puede 192 IV,29 | finalmente, revelar sin ambages las exigencias, hechas de 193 VII,53 | las diferentes culturas y ambientes: baste pensar en la diversidad 194 VIII,61 | equilibrio inestable» que amenaza con pasar de la teología 195 V,38 | revelación de Jesucristo como amigo, como guía y como modelo, 196 VI,47 | ricos en tantos valores de amistad y solidaridad juveniles, 197 IV,30 | nuestro Dios y su larga y amorosa preparación y realización, 198 II,11 | Sus numerosas cartas amplian y profundizan su enseñanza. 199 IX,68(118) | Sacrorum Conciliorum nova et amplissima collectio, XIV, 62, 74, 200 Conclu,72 | yo os he dicho»,(122) y añade: «Cuando viniere Aquél, 201 Conclu,73 | decía de ella san Agustín añadiendo atrevidamente que esto fue 202 VIII,59 | ciencia; lenguaje de los analfabetos o de las personas de cultura 203 I,5 | todos los santos, cuál es la anchura, la largura, la altura y 204 VIII,56 | un mundo difícil donde la angustia de ver que las mejores realizaciones 205 V,38 | profundos, de búsquedas angustiosas, incluso frustrantes, de 206 IX,67 | totalmente entregados a la animación catequéticasacerdotes, 207 IX,67 | parroquial debe seguir siendo la animadora de la catequesis y su lugar 208 IX,64 | pastoral a cualquier nivel o animadores de pequeñas o grandes comunidades, 209 VI,50 | respecto, no puedo menos de animar fervientemente a las Conferencias 210 IX,66 | ha olvidado. Con ella os animo a proseguir vuestra colaboración 211 VIII,61 | Apostólica que conmemoró el V aniversario de la clausura del Concilio 212 VIII,61(109) | Exhort. Ap. Quinque iam Anni: AAS 63 (1971), P. 99. ~ 213 VIII,59 | Un problema, próximo al anterior es el del lenguaje. Todos 214 VII,54 | elementos no cristianosincluso anticristianos— rehusando apoyarnos en 215 II | II~UNA EXPERIENCIA TAN ANTIGUA~COMO LA IGLESIA~ 216 III,23 | práctica de la Iglesia, en los antiguos países cristianos, el catecumenado 217 IX,68 | lugares donde una legislación antirreligiosa pretende incluso impedir 218 II,11 | Pablo es el heraldo por antonomasia de este anuncio, desde Antioquía 219 III,20 | misterio», el Reino de Dios que anuncia, las exigencias y las promesas 220 IV,29 | constituyó vigilantes para apacentar la Iglesia de Dios»!(67)~ 221 II,10 | primitiva comunidad cristiana aparecen en él «perseverantes en 222 VIII,61 | superficiales e incluso aparentesdebe, con su inquietud, 223 V,40 | demostrar que, a despecho de las apariencias, esta juventud tiene, aunque 224 IX,66 | título de «catequista» se aplica por excelencia a los catequistas 225 III,22 | Evangelio.~Por eso podemos aplicar a los catequistas lo que 226 I,6 | catequista debería poder aplicarse a sí mismo la misteriosa 227 III,18 | kerigma para suscitar la fe apologética o búsqueda de las razones 228 VII,54 | Aportación de las devociones populares~ 229 VIII,58 | sociología— le ofrecen aportaciones preciosas. La ciencia de 230 V,41 | minusválidos tuvieron a bien aportar al Sínodo su experiencia 231 Intro,2(6) | que, según el Motu proprio Apostolica Sollicitudo del 15 septiembre 232 II,12(41) | Ireneo de Lyon (Demonstratio Apostolicae praedicationis y Adversus 233 VII,54 | rectificar, la fe en que se apoyan. Pienso en ciertas oraciones 234 VII,54 | anticristianos— rehusando apoyarnos en elementos que, aun necesitando 235 III,20 | entregarse a la Palabra de Dios y apoyarse en ella, pero significa 236 VI,46 | televisiva, cuando sabe unir una apreciable expresión estética con una 237 IV,32 | católicos a conocer mejor y a apreciar a la Iglesia católica y 238 VII,55 | culturas tienen en gran aprecio la memorización.~¿Por qué, 239 II,14 | a la vez que dirijo una apremiante llamada a los responsables 240 III,24 | plenitud posible, lo que han aprendido.~La catequesis está abierta 241 IX,69 | valores culturales o morales aprendidos en el clima de la institución 242 VII,55 | conocido una larga tradición de aprendizaje por la memoria de las principales 243 VI,50 | no pueden hacerlo sin la aprobación de los Pastores que tienen 244 Intro,2 | con su vida entera. Él aprobó, el 18 de marzo de 1971, 245 VI,47 | propia. Con una inserción apropiada, conseguirá esa diversidad 246 IV,29 | encuentre su puesto, bajo formas apropiadas, en la formación catequética 247 VIII,61 | Él con todo su ser, debe "apropiarse" y asimilar toda la realidad 248 III,21 | eclesial, que es necesario aprovechar y sobre las que os remito 249 IX,68 | vida. Los mismos padres aprovechen el esfuerzo que esto les 250 I,8(20) | Aproximadamente en unos cincuenta pasajes 251 VI,49 | encontrar el lenguaje más apto o de estar al día en lo 252 VII,52 | temporal, social o político. Apunta a alcanzar el fondo del 253 | aquella 254 | aquellas 255 Intro,4 | sacerdote y de obispo.~Deseo ardientemente que esta Exhortación Apostólica, 256 III,25 | primer anuncio lleno de ardor que un día transformó al 257 V,40 | seriedad, es hoy día más ardua y fatigosa que nunca a causa 258 III,25 | forzosamente a racionalizar, aridecer y finalmente matar lo que 259 IX,68(118) | la fe: cf. VI Concilio de Arlés (a. 813), can. 19; Concilio 260 V,45 | catequesis, o completar armoniosamente, a un nivel más elevado, 261 IV,26 | en el conjunto orgánico y armonioso que es la existencia cristiana 262 IX,69 | de su formación y que la armonización de su cultura se logre a 263 IV,28(59) | profesiones de fe populares, arraigadas en la cultura cristiana 264 IX,69 | facilitando su educación, arraigo, consolidación, libre profesión 265 VIII,61 | momento importante pero arriesgado de investigación teológica. 266 V,38 | corazón del adolescente y arrojar luz sobre sus primeros sufrimientos 267 III,18 | sentido, la catequesis se articula en cierto número de elementos 268 III,18 | vez más su concepto y su articulación.~Frente a la incertidumbre 269 III,22 | de la vida ni yuxtapuesta artificialmente a ella. Se refiere al sentido 270 I,8(27) | IV. Constituirá un motivo artístico predominante en las imágines 271 V,35 | niños y a los jóvenes». El ascenso de los jóvenes constituye 272 IV,30 | de la penitencia y de la ascesis, para los gestos sacramentales 273 V,42 | cristiana. Se les deberá asegurar una catequesis adecuada 274 VII,55 | menor el de prestarse a una asimilación insuficiente, a veces casi 275 V,44 | pero mal orientada o mal asimilada; a los que, aun habiendo 276 VIII,61 | ser, debe "apropiarse" y asimilar toda la realidad de la Encarnación 277 IX,70 | miembros. En este sentido, toda asociación de fieles en la Iglesia 278 IX,70 | mi palabra de aliento las asociaciones, movimientos y agrupaciones 279 II,11 | Espíritu.(36) Los Apóstoles asocian en su tarea de enseñar a « 280 I,7 | les enseñaba»;(17) «y se asombraban de su enseñanza, pues enseñaba 281 Intro,4 | cualidades de catequista tanto asombro nos han causado— las había 282 IX,69 | mentalidad de los jóvenes: asuetos, medio social, medio laboral. 283 VI,50 | Catecismos~50. Todos los que asumen la pesada tarea de preparar 284 IV,29 | grandeza y de miseria, es asumida por Dios en su Hijo Jesucristo 285 V,39 | más determinante, deberá asumir su destino. Bien y mal, 286 Intro,4 | llegar a los corazones. Yo asumo pues la herencia de estos 287 VIII,61 | señalado la necesidad de atajar este mal. El Papa Pablo 288 VI,49 | de estar al día en lo que atañe a los métodos pedagógicos, 289 III,24 | tiene la responsabilidad de atender a la formación de sus miembros, 290 VI,47 | en la medida en que se atengan a los criterios expuestos 291 VIII,61 | tienen el deber de estar muy atentos para no hacer pasar por 292 II,10 | Hechos de los Apóstoles atestigua que fueron fieles a su vocación 293 III,25 | estricto al que por lo común se atienen las exposiciones didácticas: 294 Intro,3 | Sínodo ha trabajado en una atmósfera excepcional de acción de 295 I,8 | paleocristiana,(27) —¡tan atractiva es!— deseo ahora evocarla 296 Conclu,73 | ella san Agustín añadiendo atrevidamente que esto fue para ella más 297 I,8(20) | a menudo de iluminar, es atribuido a Jesús.~ 298 V,38 | Jesús, a los que san Pablo atribuye el mérito de su gloriosa 299 VI,46 | cintas grabadas, todo lo audio-visual. Los esfuerzos realizados 300 V,45 | instrumentos apropiados (medios audio-visuales, publicaciones, mesas redondas, 301 II,12(40) | hijos por el bautismo y hace aumentar la familia de Dios; es « 302 Conclu,72 | esforzarse en conocer sus auténticas inspiraciones debe ser la 303 VII,53 | cristiano. Los catequistas auténticos saben que la catequesis « 304 Intro,2 | predicación, su interpretación autorizada del Concilio Vaticano II — 305 VII,55 | han hecho oír voces muy autorizadas para reequilibrar con buen 306 VI,48 | reservada a los ministros autorizados. Esta homilía debe tener 307 IV,32 | su convicción de ser el «auxilio general de salvación».~La 308 V,45 | incluidas las personas de edad avanzada —que merecen atención especial 309 VII,54 | podrían servir muy bien para avanzar en el conocimiento del misterio 310 V,39 | las primeras decisiones. Ayudado tal vez por los miembros 311 VII,53 | enriquecer a esas culturas, ayudándolas a superar los puntos deficientes 312 IV,32 | Además esta presentación ayudará a los católicos por un lado 313 IX,71 | favor de otra algo mejor que ayudarla a crecer por sí misma como 314 VII,53 | del misterio oculto(95) y ayudarles a hacer surgir de su propia 315 VIII,60 | sencillas pero sólidas, que les ayuden a buscar, cada vez más y 316 V,36 | que el niño aprenderá a balbucir serán el principio de un 317 II,12(41) | haereses), de Tertuliano (De baptismo), de Clemente de Alejandría ( 318 V,45 | de las que viven en las barriadas de las grandes metrópolis, 319 IX,69 | sea el sistema en que se basa o la ideología en que se 320 Intro,2 | queda como un documento básico para orientar y estimular 321 VI,49 | Magisterio de la Iglesia.~No basta, por tanto, que se multipliquen 322 VII,53 | diferentes culturas y ambientes: baste pensar en la diversidad 323 VI,48 | en la celebración de los bautismos, de las liturgias penitenciales, 324 II,14 | de vista teológico, todo bautizado por el hecho mismo de su 325 II,13 | Carlos Borromeo, san Roberto Belarmino o san Pedro Canisio, dio 326 VI,48 | funerales. Es éste uno de los beneficios de la renovada liturgia.~ 327 VII,53 | miembros de la Comisión bíblica, «el término "aculturación" 328 IV,27 | el espíritu y actitudes bíblicas y evangélicas a través de 329 VII,53 | desde el principio (el mundo bíblico y, más concretamente, el 330 IV,29 | pero una vidá según las bienaventuranzas y destinada a prolongarse 331 IV,32 | otra parte «los elementos o bienes que conjuntamente edifican 332 VIII,58 | conquistas de las otras cienciasbiología, psicología, sociología— 333 V,38 | amor, así como los impulsos biológicos de la sexualidad, del deseo 334 VIII,60(107) | Blas Pascal, El misterio de Jesús: 335 I,6 | que Cristo enseñe por su boca. La constante preocupación 336 IV,28(59) | propósito del canto-mensaje «Bogurodzica»: «No es solamente un canto: 337 II,13 | teólogos como san Carlos Borromeo, san Roberto Belarmino o 338 IV,29 | Jesucristo y «ofrece ya algún bosquejo del siglo futuro».(68) Es 339 V,36 | dirigir su corazón. Las brevísimas oraciones que el niño aprenderá 340 IX,69 | mereciendo este nombre si, aun brillando por su alto nivel de enseñanza 341 VIII,57 | dignidad fundamental, la de buscador de Dios, tenemos necesidad 342 II,17 | de fidelidad evangélicas, buscando y abriendo caminos y perspectivas 343 VIII,60 | términos muy profundos: «No me buscarías si no me hubieras encontrado».(107)~ 344 V,38 | interrogantes más profundos, de búsquedas angustiosas, incluso frustrantes, 345 VIII,60 | corrientes de pensamiento, no cabe duda, tienen la ventaja 346 VIII,57 | estimulante para todos, cae muy a menudo en un indiferentismo 347 VIII,60 | son.~Con todo, no hay que caer en el extremo opuesto, como 348 VII,55 | que se repiten sin haber calado en ellas. Estos inconvenientes, 349 II,15 | En ello no hay un mero cálculo humano, sino una actitud 350 III,23 | Aunque en este campo haya cambiado la práctica de la Iglesia, 351 V,38 | esos aspectos fácilmente cambiantes de un período tan delicado 352 VII,53 | Evangelio el que hubiera de cambiar en contacto con las culturas. 353 VII,53 | puede sorprenderse de que cambien en ella no pocos elementos? 354 I,9 | endereza, juzga, perdona, camina diariamente con nosotros 355 VI,46 | esfuerzos realizados en estos campos son de tal alcance que pueden 356 IX,68(118) | Concilio de Arlés (a. 813), can. 19; Concilio de Maguncia ( 357 IX,67 | conveniente que todos estos canales catequéticos converjan realmente 358 VIII,59 | lenguaje. Todos saben la candente actualidad de este tema. ¿ 359 II,13 | Roberto Belarmino o san Pedro Canisio, dio origen a catecismos, 360 IX,68(118) | Concilio de Maguncia (a. 813), cann. 45-47; VI Concilio de París ( 361 IV,28(59) | Bogurodzica»: «No es solamente un canto: es también una profesión 362 IV,28(59) | junio 1979, a propósito del canto-mensaje «Bogurodzica»: «No es solamente 363 IX,65 | dediquen el máximo de sus capacidades y de sus posibilidades a 364 II,15 | mejor y formar personal capacitado. En ello no hay un mero 365 IX,64 | cargo parroquial que si sois capellanes en una escuela, instituto 366 IX,67 | niños o adolescentes, en las capellanías de las escuelas estatales, 367 Conclu,72 | no se había sido capaz de captar plenamente. «El Espíritu 368 IX,69 | los horarios escolares de cara a permitir a los católicos 369 IV,30 | que una cierta totalidad caracterice el mandato final de Jesús 370 IX,69 | conciencia, es decir, evitar cargar sobre ella desde fuera, 371 V,36 | principio de un diálogo cariñoso con ese Dios oculto, cuya 372 VI,47 | acción católica, grupos caritativos, grupos de oración, grupos 373 II,13 | santos teólogos como san Carlos Borromeo, san Roberto Belarmino 374 VII,52 | entre los hombres hecho carne, no sólo entra en la historia 375 IX,67 | su vocación, el ser una casa de familia, fraternal y 376 IV,30 | eclesial. No es ciertamente casual el hecho de que una cierta 377 I,8(27) | enseñar aparece ya en las catacumbas romanas. Está usada profusamente 378 III,19 | motivos prácticos, su etapa catecumenal se hará en buena parte durante 379 I,8(27) | imágines de las grandes catedrales románicas y góticas de la 380 VIII,60 | ver las cosas afirmará muy categóricamente que la fe no es una certeza 381 I,6 | adhesión de aquel a quien catequiza; no tratará de inculcar 382 V,45 | catequista y a la vez la gran catequizada.~ 383 Conclu,72 | invoco ahora sobre la Iglesia catequizadora este Espíritu del Padre 384 II,11(36) | ss.; cf. también Felipe catequizando al funcionario de una reina 385 Intro,4 | catequista tanto asombro nos han causado— las había recogido y se 386 IX,63 | catequesis activa y eficaz no ceda en nada a cualquier otra 387 VIII,60 | absoluto, una especie de ceguera, un mundo de tinieblas—, 388 II,10 | la Palabra del Señor, la celebra en el sacrificio eucarístico 389 Intro,2 | Sínodo de los Obispos,(6) celebrada durante el mes de octubre 390 V,36 | sencilla revelación del Padre celeste, bueno y providente, al 391 IV,30 | cuerpo y alma a la gloria celestial— y su función en el misterio 392 II,10 | los adversarios se sienten celosos de la actividad de los Apóstoles, 393 II,12(41) | Quirinum), de Orígenes (Contra Celsum), etc. ~ 394 IV,28 | proclamado al cumplirse el XIX centenario del martirio de los Apóstoles 395 VI,48 | litúrgico. La predicación centrada en los textos bíblicos, 396 VI,47 | más provechosas si están centradas en un tema escogido con 397 | cerca 398 VIII,60 | jóvenes catecúmenos aquellas certezas, sencillas pero sólidas, 399 II,11 | de gracia y de poder», no cesa de enseñar, movido por la 400 I,5 | a Cristo, en la «sequela Christi».~El objeto esencial y primordial 401 III,21 | teológica o en exégesis científica; una enseñanza, no obstante, 402 VIII,57 | materia de «explicaciones» científicas. Para «entrar» en este mundo, 403 VIII,59 | que sea, aun supuestamente científico, tenga como resultado desvirtuar 404 IV,34 | de pretendidos prejuicios científicos que deformarían su verdadero 405 I,8(20) | Aproximadamente en unos cincuenta pasajes de los cuatro Evangelios, 406 VI,46 | radio, prensa, discos, cintas grabadas, todo lo audio-visual. 407 II,12(41) | Alejandría (Paedagogus), de S. Cipriano (Testimonia ad Quirinum), 408 VI,46 | Apóstoles a las cartas que circulaban entre las Iglesias y hasta 409 V,37 | vez que la apertura a un círculo social más amplio, el momento 410 VI,47 | reanudarlas y remozarlas—; los círculos bíblicos, que deben ir más 411 II,12 | catequéticos. Es la época de Cirilo de Jerusalén y de Juan Crisóstomo, 412 IV,29 | el catecismo de san Pío X citaba explícitamente, entre los 413 Conclu,72 | la lectura de los textos citados más arriba y de otros muchos 414 IV,31(81) | Act 2, 28, citando el Sal 1a, 11.~ 415 IX,68(118) | del Magisterio, conviene citar la Enc. Divini illius Magistri 416 Intro,3(7) | Ad Populum Dei Nuntius, e Civitate Vaticana, 28.X.1977; cf. « 417 IV,29 | explícitamente, entre los pecados que claman venganza ante Dios, el hecho 418 I,7 | que los Evangelios indican claramente los momentos en que Jesús 419 VIII,60 | interrogante, no es una claridad sino un salto en la oscuridad.~ 420 IV,33 | con sus manuales, horas de clase, etc.— común a católicos 421 II,13 | catequesis; despertó en los clérigos la conciencia de sus deberes 422 II,14 | plenamente a ella, libre de «toda coacción por parte tanto de los individuos 423 IV,32 | catequesis. Este movimiento cobró todo su relieve en el Concilio 424 V,41 | a conocer como los demás coetáneos el «misterio de la fe». 425 I,9 | de Cristo que enseña, la coherencia y la fuerza persuasiva únicas 426 VIII,57 | comunidades a permanecer lúcidos y coherentes en su fe, a afirmar serenamente 427 VII,55 | catequesis cristiana, que coincidieron con una civilización eminentemente 428 IX,63 | Papa en el espíritu de la colegialidad episcopal, el peso de la 429 V,37 | espiritual recibida en el colegio católico o en el instituto 430 IX,68(118) | Conciliorum nova et amplissima collectio, XIV, 62, 74, 542. Entre 431 II,17 | la Iglesia prueba hoycome supo hacerlo en otras épocas 432 I,8(25) | recoge esta afirmación y la comenta así: «Nosotros hemos recibido 433 IX,68 | por los padres —que debe comenzar desde la más tierna edad 434 V,36 | Dios oculto, cuya Palabra comenzará a escuchar después. Ante 435 VII,55 | es la memorización. Los comienzos de la catequesis cristiana, 436 V,40 | han seguido, la Iglesia ha compartido ampliamente esta preocupación: ¿ 437 V,45 | catequesis de adultos no sean compartimientos estancos e incomunicados. 438 II,11 | Los Apóstoles no tardan en compartir con los demás el ministerio 439 IV,28 | Symboli» (o transmisión del compendio de la fe), seguida de la 440 III,18 | es una realidad rica, compleja y dinámica, que tiene elementos 441 VI,50 | de Dios, a las exigencias complejas de la comunicación con los 442 I,5 | bien se relacionan y se complementan.~Hay que subrayar, en primer 443 VI,47 | conseguirá esa diversidad y complementaridad de contactos que le permite 444 V,45 | menester propiciar su perfecta complementariedad: los adultos tienen mucho 445 V,45 | deficiencias de la catequesis, o completar armoniosamente, a un nivel 446 V,39 | recientes de la Iglesia,(88) completará felizmente en los espíritus 447 I,6 | través de su enseñanza y su comportamiento, la doctrina y la vida de 448 VIII,61 | parece importante que se comprenda bien la correlación existente 449 VIII,61 | provecho: «El hombre que quiere comprenderse hasta el fondo a sí mismo — 450 Intro,3 | documentación muy rica, que comprendía las diversas intervenciones 451 VIII,58 | técnicas perfeccionadas y comprobadas de la educación en general. 452 VII,53 | adaptaciones, aun de lenguaje, que comprometan el «buen depósito» de la 453 IV,26 | conciencia, que cada vez compromete más, de sus repercusiones 454 IX,65 | religiosas se han encontrado muy comprometidos en la actividad catequética 455 III,22 | las Sagradas Escrituras y comunicada constantemente, mediante 456 VII,53 | inhumanos que hay en ellas y comunicando a sus valores legítimos 457 Conclu,72 | verdad completa ..., os comunicará las cosas venideras».(123)~ 458 IX,66 | reconciliación, para la primera comunion y para la confirmación? 459 VII,55 | vida cristiana personal y comunitaria.~La pluralidad de métodos 460 IX,62 | quisiera que mis palabras, concebidas como una grave y ardiente 461 Conclu,73 | por intercesión de María, conceder a la Iglesia un impulso 462 III,25 | decisivas para la vida.~En la concepción que se acaba de exponer, 463 IV,33 | la Iglesia católica en lo concerniente a la doctrina y a la vida 464 IX,68(118) | cap. 7: Mansi, Sacrorum Conciliorum nova et amplissima collectio, 465 IX,67(117) | sagrada liturgia Sacrosanctum Concilium, nn. 35, 52: AAS 56 (1964), 466 Intro,3 | Un Sínodo fructuoso~3. Al concluir el Sínodo, los Padres entregaron 467 Conclu | CONCLUSIÓN~ 468 Intro,3 | durante la Asamblea, las conclusiones de los grupos de trabajo, 469 VI,49 | que conecten con la vida concreta de la generación a la que 470 IV,32 | Iglesia una importancia, concretada en una serie impresionante 471 IX,67 | Quiero evocar ahora el marco concreto en que actúan habitualmente 472 I,7 | buscar un pretexto para condenarlo. «Subleva al pueblo, enseñando 473 IV,27 | surgen de esta fuente y conducen a ella, bajo la dirección 474 I,5 | Jesucristo: sólo Él puede conducirnos al amor del Padre en el 475 VI,49 | algunas condiciones:~ que conecten con la vida concreta de 476 IX,67 | realmente hacia una misma confesión de fe, hacia una misma pertenencia 477 IX,69 | también a la escuela no confesional y a la estatal. Expreso 478 IX,65 | misiones que os han sido confiadas, llevando a todas partes 479 II,11 | misión de enseñar. Ellos la confían también a los diáconos desde 480 II,10 | de la resurrección, les confió formalmente la misión de 481 IX,66 | primera comunion y para la confirmación? La IV Asamblea general 482 IX,67 | donde los bautizados y los confirmados toman conciencia de ser 483 IX,63 | en vuestras diócesis, en conformidad con los planes de la Conferencia 484 III,18 | pastoral de la Iglesia, sin confundirse con ellos, que tienen un 485 V,40 | juventud tiene, aunque sea confusamente, no sólo la disponibilidad 486 Intro,2 | participantes en el Primer Congreso Internacional de Catequesis, 487 VI,47 | Pero en el nombre de Jesús conjuro a los jóvenes que los forman, 488 VIII,61 | Exhortación Apostólica que conmemoró el V aniversario de la clausura 489 VIII,61 | tiene de extraño que toda conmoción en el campo de la teología 490 VII,54 | una rectitud de intención conmovedores, aun cuando en muchos aspectos 491 I,9 | vivo, que habla, exige, que conmueve, que endereza, juzga, perdona, 492 III,23 | catecumenado jamás ha sido abolido; conoce allí una renovación(54) 493 III,25 | primera vez. El hecho de conocerlas mejor, lejos de embotarlas 494 IV,30 | deseo, aún inconsciente, de conocerle más y mejor, mediante «una 495 IV,29 | en la fe, «lo que puede conocerse de Dios»;(63) de poderles 496 IV,32 | hechos y de iniciativas, conocidas por todos.~La catequesis 497 V,44 | encuentran en la edad madura con conocimientos religiosos más bien infantiles; 498 VIII,58 | las más importantes. Las conquistas de las otras ciencias —biología, 499 IX,65 | vosotros, que en virtud de la consagración religiosa debéis estar aún 500 V,41 | católicas especialmente consagradas a los jóvenes minusválidos 501 IX,66 | todo el mundo os habéis consagrado a la educación religiosa 502 II,15 | su misión. Es invitada a consagrar a la catequesis sus mejores


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