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Ioannes Paulus PP. II
Catechesi Tradendae

IntraText - Concordancias

(Hapax Legomena)
consc-filos | firme-oblac | oblig-servi | sient-yuxta

                                                            negrita = Texto principal
     Capítulo,  Parrafo                                     gris = Texto de comentario
503 VIII,61 | nuevamente en este punto. Conscientes de la influencia que sus 504 VI,47 | una inserción apropiada, conseguirá esa diversidad y complementaridad 505 Intro,3 | trabajo, el Mensaje que con su consentimiento habían dirigido al pueblo 506 Conclu,73 | adolescente unas lecciones que conserva en su corazón;(135) la primera, 507 III,22 | en Jesucristo, revelación conservada en la memoria profunda de 508 IX,67 | movimientos de apostolado que conservan unos tiempos catequéticos, 509 Intro,2 | Concilio Vaticano II —que él consideraba como la gran catequesis 510 V,39 | entonces una importancia considerable, porque es el momento en 511 Intro,4 | Ella vuelve a tomar en consideración, sustancialmente, las reflexiones 512 I,9 | Jesús que enseña.~Estas consideraciones, que están en línea con 513 VII,51 | una riqueza. Así lo han considerado los Padres de la IV Asamblea 514 II,12 | siglos tercero y cuarto, consideran como una parte importante 515 III,18 | alcance.~Globalmente, se puede considerar aquí la catequesis en cuanto 516 III,25 | desde el cual ha querido considerarla el Sínodo. Este sentido 517 IV,34 | estos manuales no deben considerarse como obras catequéticas: 518 IX,63 | Vuestro cometido principal consistirá en suscitar y mantener en 519 V,40 | catequesis a los jóvenes~40. Es consolador comprobar que, durante la 520 III,18 | esenciales, por lo demás ya consolidados en los documentos de la 521 III,24 | la fe y se esfuerza por consolidar esta fe mediante la catequesis, 522 V,43 | de las preocupaciones más constantes de los Padres del Sínodo, 523 Conclu,72 | alimentar en la Iglesia.~Esta constatación, sacada de la lectura de 524 VIII,59 | tema. ¿No es paradójico constatar también que los estudios 525 II,13 | se ha de subrayar: en sus constituciones y decretos dio prioridad 526 I,8(27) | de los siglos III y IV. Constituirá un motivo artístico predominante 527 IV,29 | quienes «el Espíritu Santo... constituyó vigilantes para apacentar 528 IX,69 | preceptos de la Iglesia, sin constreñir al hombre, no lo obliga 529 II,14 | que acaben del todo esas constricciones que gravan sobre la libertad 530 IV,29 | luchas por la justicia y la construcción de la paz.~Por lo demás 531 VIII,60 | se engaña ni engaña, y se construye sin cesar sobre la roca 532 IV,29(62) | Se podrá consultar también el capítulo del 533 Intro,1 | oído, visto con sus ojos, contemplado y palpado con sus manos, 534 VIII,60 | Ciertas escuelas filosóficas contemporáneas, que parecen ejercer gran 535 III,18 | evangelización en el mundo contemporáneo, subrayó con toda razón 536 VIII,59 | también que los estudios contemporáneos, en el campo de la comunicación, 537 III,20 | exigencias y las promesas contenidas en su mensaje evangélico, 538 IV,29 | sido integrados.(61)~Me contentaré por consiguiente con ofrecer 539 II,12 | los continentes y en los contextos sociales y culturales más 540 II,12 | Iglesia ~12. La Iglesia continúa esta misión de enseñar de 541 V,43 | Adultos~43. Continuando la serie de destinatarios 542 VIII,58 | de enseñar son objeto de continuos replanteamientos con miras 543 III,25 | amplio de la catequesis no contradice, sino que incluye, desbordándolo, 544 VII,55 | doctrina..., lejos de ser contraria a la dignidad de los jóvenes 545 IX,71 | Institutos de formación~71. Esta contribución de los seglares, por la 546 IV,34 | confesiones cristianas puede contribuir a una mejor comprensión 547 Intro,4 | la vigilancia debida— y contribuya a difundir en la comunidad 548 IX,69 | vitales además de la escuela contribuyen a influenciar la mentalidad 549 VIII,59 | encontró ya con ese problema y contribuyó a resolverlo para su época 550 VII,53 | de fe o de moral; están convencidos de que la verdadera catequesis 551 II,14 | testimonian declaraciones o convenios internacionales, en los 552 IX,67 | estos canales catequéticos converjan realmente hacia una misma 553 IX,66 | cristianas o habiéndose convertido un día al cristianismo e 554 III,19 | de abrir el corazón, de convertir, de preparar una adhesión 555 VII,52 | también en la historia humana, convirtiéndose en su centro. Esta es, por 556 II,14(44) | sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa, par. VII. ~ 557 IX,64 | torno vuestro son vuestros cooperadores natos. Todos los creyentes 558 II,16 | promoción, orientación y coordinación de la catequesis. El Papa, 559 IX,67 | practicantes. El realismo y la cordura piden pues continuar dando 560 II,12(41) | Clemente Romano a la Iglesia de Corinto, la Didaché, la « Carta 561 VIII,58 | identidad cristiana tiene como corolario y condición una pedagogía 562 III,25 | poco, se desarrolla en sus corolarios implícitos, explicado mediante 563 III,24 | mismo paso. La catequesis corre el riesgo de esterilizarse, 564 IV,32 | importante hacer una presentación correcta y leal de las demás Iglesias 565 IX,63 | denunciar desviaciones y corregir errores, pero con mucha 566 III,18 | catequesis y sin los cuales se correría el riesgo de no llegar a 567 IX,70 | ostensiblemente la parte que corresponde hoy a los seglares en la 568 IV,31 | importancia respectiva que les corresponden. También puede suceder que 569 II,13 | interior de la Iglesia, su correspondencia con el designio de Dios, 570 IV,29 | exigencias morales personales correspondientes al Evangelio y las actitudes 571 Intro,4 | actuales y decisivos, para corroborar los frutos del Sínodo. Ella 572 I,7 | multitudes y de nuevo, según su costumbre, les enseñaba»;(17) «y se 573 II,13 | creyentes y a las múltiples coyunturas eclesiales.~La catequesis 574 VIII,56 | se vuelven contra él,(99) crea un clima de incertidumbre. 575 VII,52 | Revelación es la de un Dios creador y redentor, cuyo Hijo, habiendo 576 Intro,3 | una generosidad y entrega creadora que suscitan admiración. 577 III,19 | positivista de la educación crean rápidamente algunas reticencias. 578 Intro,4 | emprendidas, estimule la creatividad —con la vigilancia debida— 579 V,35 | pequeño rebaño»(87) de quienes creen en él, y que no estará completo 580 IX,68 | imposible una verdadera creencia religiosa, la iglesia doméstica(120) 581 II,12(40) | porque hace que sus hijos crezcan en la gracia de su bautismo 582 III,20 | acción de la gracia en nueva criatura, el cristiano se pone así 583 V,44 | educados en regiones todavía no cristianizadas, no han podido profundizar 584 VII,55 | ciertos países se elevan críticas cada vez más numerosas contra 585 V,35 | acontecimientos recientes, y la misma crónica diaria, nos dicen que esta 586 IV,28 | Símbolos que, en momentos cruciales, recogieron en síntesis 587 I,9 | que para los cristianos el Crucifijo es una de las imágenes más 588 I,5 | unión con todos los santos, cuál es la anchura, la largura, 589 II,14 | internacionales, en los que —cualesquiera que sean sus límites— se 590 IX,67 | y útil, de velar por la cualidad de la formación religiosa 591 Intro,4 | Juan Pablo Icuyo celo y cualidades de catequista tanto asombro 592 | Cuántas 593 | cuántos 594 V,44 | Cuasi catecúmenos~44. Entre estos 595 I,8(20) | cincuenta pasajes de los cuatro Evangelios, este título, 596 VII,55 | escogido se refiera en fin de cuentas a una ley fundamental para 597 IV,29 | evangélicas. De ahí también el cuidado que tendrá la catequesis 598 VI,48 | demasiado breve, siempre cuidadosamente preparada, sustanciosa y 599 I,9 | actuación de su palabra y el cumplimiento de la revelación. De suerte 600 IV,28 | Pueblo de Dios» proclamado al cumplirse el XIX centenario del martirio 601 I,7 | Esta doctrina no es un cúmulo de verdades abstractas, 602 IX,68 | educación en la fe, o donde ha cundido la incredulidad o ha penetrado 603 V,39 | de ellas han nacido en el curso de una catequesis bien llevada 604 IV,28 | que ellos han recibido en custodia, se encuentra en el Credo 605 III,20 | conocer mejor a ese Jesús en cuyas manos se ha puesto: conocer 606 II,15 | otras obras e iniciativas cuyos resultados podrían ser mas 607 Intro,1 | sus mandamientos. Y les daba el Espíritu para cumplir 608 VII,52 | interpretaciones teológicas dadas a tales cuestiones. La pauta 609 Conclu,72 | testimonio de mí y vosotros daréis también testimonio».(125)~ 610 VI,50 | que tienen autoridad para darla, ni sin inspirarse lo más 611 V,35 | de la población está por debajo de los veinticinco o treinta 612 IX,65 | la consagración religiosa debéis estar aún más disponibles 613 IX,71 | Evangelizadores: nosotros debemos ofrecer... la imagen... 614 IX,69 | católica, el motivo por el cual deberían preferirla los padres católicos, 615 Intro,4 | creatividad —con la vigilancia debida— y contribuya a difundir 616 IV,29 | omitir, sino iluminar como es debido, en su esfuerzo de educación 617 VIII,61 | incertidumbre e incluso con su debilidad y pecaminosidad, con su 618 VI,47 | verificado sobradamente— a decepcionar a sus miembros y a la Iglesia 619 IV,33 | cada vez más frecuentes, decían— en los que las autoridades 620 VIII,61 | acercarse a Cristo. Debe, por decirlo así, entrar en Él con todo 621 IX,63 | Por lo demás —¿hace falta decíroslo?— vuestro celo os impondrá 622 I,8 | llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque de verdad lo 623 III,25 | al hombre y lo llevó a la decisión de entregarse a Jesucristo 624 V,39 | la hora de las primeras decisiones. Ayudado tal vez por los 625 III,25 | hacerlas aún más estimulantes y decisivas para la vida.~En la concepción 626 Intro,4 | aspectos más actuales y decisivos, para corroborar los frutos 627 II,14(44) | Cf. Declaración universal de los Derechos 628 II,14 | principios, como testimonian declaraciones o convenios internacionales, 629 IX,69 | demás, es el momento de declarar aquí mi firme convicción 630 II,13 | en sus constituciones y decretos dio prioridad a la catequesis; 631 IX,65 | los más abandonados. En el decurso de la historia, los religiosos 632 II,16 | Asamblea general del Sínodo dedicado por entero a la catequesis 633 IX,70 | agrupaciones de fieles que se dedican a la práctica de la piedad, 634 IX,64 | serlo más cabalmente que dedicando lo mejor de vuestros esfuerzos 635 Intro,1 | Iglesia no ha dejado de dedicar sus energías a esa tarea.~ 636 IX,63 | promoción humana y por la defensa de los derechos del hombre. 637 VII,53 | ayudándolas a superar los puntos deficientes o incluso inhumanos que 638 Intro,2 | Catequesis, en el año 1975. Él definió magistralmente el papel 639 I,5 | En este sentido, el fin definitivo de la catequesis es poner 640 VIII,59 | contenido doctrinal sin deformación.~ 641 VI,49 | Iglesia, sin pasar por alto ni deformar nada, exponiéndolo todo 642 IV,34 | prejuicios científicos que deformarían su verdadero sentido. De 643 IV,29 | los pobres, así como el defraudar a los trabajadores en su 644 II,15 | fidelidad a Dios, que nunca deja de responder.~ 645 Intro,1 | Cristo. La Iglesia no ha dejado de dedicar sus energías 646 Intro,4 | ampliamente los documentos dejados por el Sínodo. El Papa Juan 647 IX,68 | permitirá muchas veces que deje en los niños una huella 648 IX,64 | espera de vosotros que no dejéis nada por hacer con miras 649 V,38 | cambiantes de un período tan delicado de la vida. Podrá ser decisiva 650 V,40 | entera, al esforzarse por delinear con la mayor precisión posible 651 II,14 | recibirla, llega a ser un delito susceptible de sanción. 652 | demasiada 653 II,12(41) | escritos de S. Ireneo de Lyon (Demonstratio Apostolicae praedicationis 654 VIII,60 | y de los jóvenes, no les demos un concepto totalmente negativo 655 IX,69 | convicción de que el respeto demostrado a la fe católica de los 656 V,40 | mensaje de Jesucristo; al demostrar que, a despecho de las apariencias, 657 VI,46 | esperanzas. La experiencia demuestra, por ejemplo, la resonancia 658 IV,31 | determinado lenguaje se demuestre preferible para transmitir 659 II,10 | para que ellos vayan y den fruto y para que su fruto 660 I,8 | general, no le rehúsan esta denominación: «Maestro, quisiéramos ver 661 VI,47 | en ciertas regiones, con denominaciones y fisonomías distintas — 662 IX,63 | eventualmente la tarea ingrata de denunciar desviaciones y corregir 663 V,39 | evidente que una catequesis que denuncie el egoísmo en nombre de 664 IX,62 | cuando escribía al diácono Deogracias, desalentado sobre el gozo 665 IX,63 | mucha mayor frecuencia os deparará el gozo y el consuelo de 666 II,13 | con el designio de Dios, dependen esencialmente de ella. De 667 II,16 | responsabilidades diferentes, derivadas de la misión de cada uno. 668 VIII,60 | certeza de la fe~60. Un desafío muy sutil viene algunas 669 VIII,56 | dificultades, que son otros tantos desafíos para la fe, pongo de relieve 670 IX,62 | escribía al diácono Deogracias, desalentado sobre el gozo de catequizar.(112) ¡ 671 IX,67 | sobrepasada, si no destinada a la desaparición en beneficio de pequeñas 672 III,25 | profundiza poco a poco, se desarrolla en sus corolarios implícitos, 673 V,43 | bajo su forma plenamente desarrollada.(90) La comunidad cristiana 674 V,39 | religiosas, que nunca ha de ser desatendida. La catequesis cobra entonces 675 VIII,56 | vacilaciones, incertidumbres y desazones del ambiente. Entre otras 676 III,25 | contradice, sino que incluye, desbordándolo, el sentido estricto al 677 II,17 | improvisación irreflexiva engendra desconcierto en los catequizados y en 678 V,38 | incluso frustrantes, de desconfianza de los demás y de peligrosos 679 I,7 | forma y con una autoridad desconocidas hasta entonces: «De nuevo 680 I,6(14) | Evangelii nuntiandi para describir la acción evangelizadora 681 IV,30 | conocimiento de Cristo Jesús»,(77) descubierto por la fe, abrigue el deseo, 682 V,38 | sufrimientos y los del mundo que va descubriendo.~ 683 I,5 | Se trata por lo tanto de descubrir en la Persona de Cristo 684 IX,69 | catequesis posibilidades no desdeñables. En los países, cada vez 685 I,9 | una renovación auténtica y deseable de la catequesis.~ 686 V,45 | catequistas, los cuales desempeñarán mucho mejor ese ministerio 687 V,42 | menos no practicante, pero deseosos de conocer la fe cristiana. 688 VII,55 | no brotan en los espacios desérticos de una catequesis sin memoria. 689 VIII,58 | resultados por lo demás desiguales.~Pues bien, también hay 690 IX,71 | búsqueda común, sincera y desinteresada de la verdad. Sí, la suerte 691 V,35 | revelarlo no simplemente en el deslumbramiento de un primer encuentro fugaz, 692 VIII,61 | ofrecer al mundo de hoy, desorientado e inquieto, es el formar 693 VI,49 | ciertas obras catequéticas desorientan a los jóvenes y aun a los 694 V,40 | Jesucristo; al demostrar que, a despecho de las apariencias, esta 695 I,6 | espíritu de oración, qué despego de sí mismo ha de tener 696 IV,32 | del Espíritu con el fin de despejar los caminos— no con miras 697 V,40 | Dios que la atención así despertada perdure mucho tiempo en 698 II,13 | notable de la catequesis; despertó en los clérigos la conciencia 699 V,39 | inexplicables: renuncia, desprendimiento, mansedumbre, justicia, 700 V,45 | grandes metrópolis, a menudo desprovistas de iglesias, de locales 701 V,36 | Un momento con frecuencia destacado es aquel en que el niño 702 IV,29 | por no mencionar a otros, destacaron las consecuencias sociales 703 V,45 | y en todos los que están destinados a la tarea de pastores y 704 V,39 | determinante, deberá asumir su destino. Bien y mal, gracia y pecado, 705 IX,69 | reprocharle su negligencia o desviación en la educación propiamente 706 VII,52 | entonces la catequesis queda desvirtuada en sus raíces. E1 Sínodo 707 VIII,59 | científico, tenga como resultado desvirtuar el contenido del Credo. 708 III,21 | bastante completa, que no se detenga en el primer anuncio del 709 IV,31 | transmitir este contenido a determinada persona o grupo de personas. 710 VII,55 | memoria. Por otra parte, determinadas culturas tienen en gran 711 IV,31 | También puede suceder que determinado lenguaje se demuestre preferible 712 V,39 | más a menudo y de modo más determinante, deberá asumir su destino. 713 V,43 | sería ciertamente vana si se detuviera precisamente en el umbral 714 Intro,2 | septiembre de 1971,(4) y se detuvo explícitamente sobre este 715 IX,62 | Agustín cuando escribía al diácono Deogracias, desalentado 716 V,35 | recientes, y la misma crónica diaria, nos dicen que esta multitud 717 V,35 | misma crónica diaria, nos dicen que esta multitud innumerable 718 VII,52 | divergentes —de evitar las «dicotomías»— aun en el campo de las 719 II,12(41) | la Iglesia de Corinto, la Didaché, la « Carta de los Apóstoles », 720 V,37 | sacramentos: catequesis didáctica, pero encaminada a dar testimonio 721 III,25 | atienen las exposiciones didácticas: la simple enseñanza de 722 VII,55 | bíblicos importantes, de los diez mandamientos, de fórmulas 723 IV,28 | todo los que ofrecían mayor dificultad o estaban en peligro de 724 II,12 | través de los siglos, se ha difundido y ha sido glorificada, como 725 Intro,4 | vigilancia debida— y contribuya a difundir en la comunidad cristiana 726 II,12 | catequesis que ha mantenido la difusión y el camino de la Iglesia 727 III,25 | el kerygma, por más que digan algunos que la catequesis 728 IX,63 | desde la celebración viva y digna del culto y de los sacramentos, 729 II,14(43) | sobre la libertad religiosa Dignitatis humanae, n. 2: AAS 58 (1966), 730 IX,63 | colaboradores competentes y dignos de confianza. Vuestro cometido 731 II,10 | que hace su señor; pero os digo amigos, porque todo lo que 732 Conclu,73 | razón en el Aula Sinodal se dijo de María que es «un catecismo 733 I,7 | y distingue a la vez dos dimensiones en la misión de Cristo.~ 734 III,18 | realidad rica, compleja y dinámica, que tiene elementos o, 735 IX,71 | el que una colaboración diocesana, interdiocesana e incluso 736 VI,47 | ejemplo, las peregrinaciones diocesanas, regionales o nacionales, 737 IX,63 | haceros cargo en vuestras diócesis, en conformidad con los 738 V,43 | permanente sin la participación directa y experimentada de los adultos, 739 Intro,3 | gracia del Señor y a las directrices del Magisterio.~ 740 VI,49 | la generación a la que se dirigen, teniendo bien presentes 741 Intro,2 | de la Iglesia, cuando se dirigió a los participantes en el 742 V,36 | providente, al cual aprende a dirigir su corazón. Las brevísimas 743 VI,46 | televisión, radio, prensa, discos, cintas grabadas, todo lo 744 IX,68(118) | 1930), pp. 49-86; muchos discursos y mensajes de Pío XII; y 745 VIII,61 | extrañas, problemas fútiles o discusiones estériles, muchas veces 746 VIII,61 | las cuestiones opinables o discutidas entre expertos. Los catequistas 747 IV,30 | mutilada, falsificada o disminuida, sino completa e integral, 748 III,18 | La catequesis no puede disociarse del conjunto de actividades 749 IV,31 | demás, la integridad no dispensa del equilibrio ni del carácter 750 I,5 | Iluminar a todos acerca de la dispensación del misterio... comprender, 751 V,45 | Jesucristo nadie debería sentirse dispensado de recibir la catequesis; 752 II,11 | incluso simples cristianos dispersados por la persecución, iban 753 Intro,4 | las había recogido y se disponía a publicarlas en el momento 754 IX,65 | religiosa debéis estar aún más disponibles para servir a la Iglesia, 755 IV,34 | estatales ponen libros a disposición de los alumnos, en los que 756 III,25 | también quiere que estén dispuestos a dar razón de su esperanza 757 III,21 | abordar todas las cuestiones disputadas ni transformarse en investigación 758 IV,33 | determinados casos, profundas divergencias. En consecuencia, esta colaboración 759 VII,52 | tendencias unilaterales divergentes —de evitar las «dicotomías»— 760 V,45 | Catequesis diversificadas y complementarias~45. Así 761 II,16 | todos ellos tienen, en grado diverso, responsabilidades muy precisas 762 IX,68(118) | conviene citar la Enc. Divini illius Magistri de Pío XI, 763 III,19 | conversión, persigue el doble objetivo de hacer madurar 764 III,24 | a todos los niveles, es doblemente responsable respecto a la 765 Conclu,72 | la actitud de la Iglesia docente y de todo catequista.~Además, 766 Conclu,72 | como instrumento vivo y dócil del Espíritu Santo. Invocar 767 I,8 | Fariseos y los Saduceos, los Doctores de la Ley y los Judíos en 768 Intro,3 | Padres entregaron al Papa una documentación muy rica, que comprendía 769 IX,68 | creencia religiosa, la iglesia doméstica(120) es el único ámbito 770 V,35 | de jóvenes, aunque esté dominada aquí y allí por la incertidumbre 771 V,38 | ignore sus grandes temas, —la donación de sí mismo, la fe, el amor 772 V,35 | seducida por la evasión en la droga y la indiferencia, incluso 773 VI,50 | catequesis. ¿Cómo es posible dudar de que la Iglesia pueda 774 VII,52 | desvirtuada en sus raíces. E1 Sínodo ha insistido con 775 VIII,57(101) | Cf. Pablo VI, Enc. Ecclesiam suam, III parte: AAS 56 ( 776 IV,32 | induce a hablar del carácter ecuménico de la catequesis. Este movimiento 777 III,20 | los fieles de todas las edades. Se trata en efecto de hacer 778 IX,66 | Sin ellos no se habrían edificado Iglesias hoy día florecientes. 779 Intro,1 | vida en su nombre,(3) para educarlos e instruirlos en esta vida 780 II,13 | de Dios no ha cesado de educarse en la fe, según formas adaptadas 781 V,39 | fundamentales que habrá de efectuar o rehusar con lucidez y 782 IX,67 | comunidades más adaptadas y más eficaces. Quiérase o no, la parroquia 783 III,20 | primer anuncio y transmitido eficazmente a través del bautismo.~La 784 V,39 | catequesis que denuncie el egoísmo en nombre de la generosidad, 785 VI,49 | exponiéndolo todo según un eje y una estructura que hagan 786 VIII,61 | investigaciones y afirmaciones ejercen en la enseñanza catequética, 787 VIII,60 | contemporáneas, que parecen ejercer gran influencia en algunas 788 IX,68 | sus propios hijos y por ejercerlo con celo infatigable. Y 789 II,14 | actividad catequética debe poder ejercerse en circunstancias favorables 790 IX,66 | frecuencia humilde y oculta, mas ejercida siempre con celo ardiente 791 VI,50 | riqueza de las proposiciones elaboradas por los Padres del Sínodo. 792 II,10 | que es Jesús quien los ha elegido, quien los ha guardado y 793 IV,28 | Iglesia. Durante siglos, un elemento importante de la catequesis 794 IV,30 | de Dios, siempre Virgen, elevada en cuerpo y alma a la gloria 795 VII,55 | profana de ciertos países se elevan críticas cada vez más numerosas 796 IX,66 | quienes mis predecesores elevaron a la gloria de los altares. 797 II,14 | con los Padres del Sínodo elevo enérgicamente la voz contra 798 VII,54 | elementos que se han de eliminar, hay otros que, bien utilizados, 799 III,18 | preparan a la catequesis o emanan de ella: primer anuncio 800 III,25 | conocerlas mejor, lejos de embotarlas o agostarlas, debe hacerlas 801 V,38 | intensa, relacionada con el embriagador descubrimiento de la vida. 802 V,45 | que hablar también de los emigrantes, de las personas marginadas 803 VII,55 | coincidieron con una civilización eminentemente oral, recurrieron muy ampliamente 804 I,7 | Judea, desde Galilea, donde empezó, hasta aquí».(19)~ 805 V,40 | mostrar que esta juventud emplea un lenguaje al que es preciso 806 I,6(14) | la palabra «transmitir», empleada aquí por san Pablo, ha sido 807 I,5 | primordial de la catequesis es, empleando una expresión muy familiar 808 II,17 | lenguaje adaptado, en el empleo de nuevos medios de transmisión 809 III,23 | la vida sacramental se empobrece y se convierte muy pronto 810 VII,53 | aceptan que la catequesis se empobrezca por abdicación o reducción 811 VI,50 | episcopales del mundo entero: que emprendan, con paciencia pero también 812 VI,48 | los discípulos del Señor a emprender cada día su itinerario espiritual 813 Intro,4 | vigor a las iniciativas emprendidas, estimule la creatividad — 814 IX,62 | de la Iglesia universal, enardecieran vuestros corazones a la 815 V,37 | catequesis didáctica, pero encaminada a dar testimonio de la fe; 816 V,45 | multipliquen las iniciativas encaminadas a su formación cristiana 817 VII,53 | saben que la catequesis «se encarna» en las diferentes culturas 818 I,6 | enseña es a Cristo, el Verbo encarnado e Hijo de Dios y todo lo 819 IX,63 | pero una mística que se encarne en una organización adecuada 820 Conclu,72 | espiritual de cada uno. Y él enciende en sus corazones un deseo 821 I,5 | por Él mismo, pues ellos encierran y manifiestan a la vez su 822 IX,63 | ministerio episcopal que tenéis encomendado es cada día más complejo 823 I,5 | centro de la catequesis encontramos esencialmente una Persona, 824 II,15 | espectaculares—, tanto más la Iglesia encontrará en la catequesis una consolidación 825 I,9 | con Él, los catequistas encontrarán luz y fuerza para una renovación 826 Conclu,73 | en el tiempo, pues ya al encontrarle en el Templo, recibe de 827 VIII,59 | minusválidos, etc. San Agustín se encontró ya con ese problema y contribuyó 828 IV,29 | enseñanza social de la Iglesia encuentre su puesto, bajo formas apropiadas, 829 V,42 | pesar de la oposición que encuentren en su familia y en su ambiente.~ 830 IX,68 | de contactos personales, encuentros o reuniones y toda suerte 831 I,9 | exige, que conmueve, que endereza, juzga, perdona, camina 832 I,7 | Eso mismo hacen notar sus enemigos, aunque sólo sea para acusarlo 833 II,14 | Padres del Sínodo elevo enérgicamente la voz contra toda discriminación 834 V,39 | pecado, vida y muerte, se enfrentarán cada vez más en su interior 835 VIII,59 | admisible un lenguaje que engañe o seduzca. Al contrario, 836 VIII,58 | hombre que han progresado enormemente en nuestros días, la pedagogía 837 IX,68 | precede, pues, acompaña y enriquece toda otra forma de catequesis. 838 V,45 | en la infancia, o incluso enriquecerse en este campo hasta el punto 839 VI,49 | riqueza han llevado consigo ensayos y publicaciones equívocas 840 Conclu,73 | de su Maestro: «Id, pues; enseñad a todas las gentes».(138)~ 841 VII,52 | Jesucristo. Una catequesis así entendida supera todo moralismo formalista, 842 VII,55 | memorizados sean interiorizados y entendidos progresivamente en su profundidad, 843 VI,49 | encontrar el lenguaje que entiende esa generación; que se 844 VII,52 | hombres hecho carne, no sólo entra en la historia personal 845 Intro,3 | concluir el Sínodo, los Padres entregaron al Papa una documentación 846 I,6 | mía, sino del que me ha enviado».(13) Es lo que hace san 847 IX,67 | culto;(117) desde allí son enviados cada día a su misión apostólica 848 VI,50 | fervientemente a las Conferencias episcopales del mundo entero: que emprendan, 849 I,8(25) | nuestro único Maestro» (Epistula ad Magnesios, IX, 1: Funk 850 II,17 | come supo hacerlo en otras épocas de su historia— de sabiduría, 851 II,17 | Renovación continua y equilibrada~17. Finalmente la catequesis 852 IX,67 | seglares—, de prever el equipamiento necesario para una catequesis 853 VI,49 | ensayos y publicaciones equívocas y perjudiciales para los 854 IX,63 | desviaciones y corregir errores, pero con mucha mayor frecuencia 855 II,15 | Cuanto más capaz sea, a escala local o universal, de dar 856 VIII,56 | realizaciones del hombre se le escapan y se vuelven contra él,(99) 857 IX,69 | los países, cada vez más escasos por desgracia, donde es 858 IX,69 | posible dar dentro del marco escolar una educación en la fe, 859 IX,69 | tenga muy en cuenta esta escolarización para alcanzar verdaderamente 860 II,12 | episcopal enseñar de palabra o escribir tratados catequéticos. Es 861 I,5 | cierto modo, llevar a uno a escrutar ese Misterio en toda su 862 I,8 | las muchedumbres que lo escuchan quienes le llaman «Maestro» 863 Conclu,73 | En su regazo y luego escuchándola, a lo largo de la vida oculta 864 V,36 | cuya Palabra comenzará a escuchar después. Ante los padres 865 III,25 | el corazón del hombre al escucharlas por primera vez. El hecho 866 III,21 | integral, abierta a todas las esferas de la vida cristiana. 867 IX,68 | auténtica catequesis. Nunca se esforzarán bastante los padres cristianos 868 VI,49 | sus esperanzas; que se esfuercen por encontrar el lenguaje 869 IX,71 | deben recibir una formación esmerada para lo que es, si no un 870 IV,33 | otra manera, con el mayor esmero, una catequesis específicamente 871 IX,70 | cuanto más importante sea el espacio que dediquen, en su organización 872 VII,55 | piedad no brotan en los espacios desérticos de una catequesis 873 III,18 | Catequesis».(47) Compete a los especialistas enriquecer cada vez más 874 VIII,60 | un no-saber absoluto, una especie de ceguera, un mundo de 875 II,15 | resultados podrían ser mas espectaculares—, tanto más la Iglesia encontrará 876 VIII,60 | no se ven más que «en un espejo y obscuramente»,(103) y 877 VIII,60 | garantía de las cosas que se esperan, la prueba de las realidades 878 IX,67 | sociedad vividos en el mismo espiritu evangélico: «... un solo 879 V,39 | completará felizmente en los espíritus de los jóvenes una buena 880 VII,53 | Mensaje no surge de manera espontánea en ningún «humus» cultural; 881 VI,46 | debe continuar.~Me vienen espontáneamente al pensamiento las grandes 882 VII,55 | de la reflexión y de la espontaneidad, del diálogo y del silencio, 883 III,25 | matar lo que de más vivo, espontáneo y vibrante hay en el kerygma. 884 V,39 | exponga sin simplismos ni esquematismos ilusorios el sentido cristiano 885 III,19 | cuando no se preocupan por esquivar la formación religiosa en 886 IV,28 | ofrecían mayor dificultad o estaban en peligro de ser ignorados.(59) 887 II,10 | quien los ha guardado y establecido, ya antes de su Pascua, 888 VIII,59 | reducción del hombre al estado de objeto?~Todo eso influye 889 II,14 | hoy.(44) Pero numerosos Estados violan este derecho, hasta 890 II,17 | repetición rutinaria lleva al estancamiento, al letargo y, en definitiva, 891 V,45 | no sean compartimientos estancos e incomunicados. Más importante 892 V,35 | quienes creen en él, y que no estará completo más que en la eternidad? ¿ 893 I,6 | opciones personales como si éstas expresaran la doctrina y 894 II,11 | diáconos desde su institución: Esteban, «lleno de gracia y de poder», 895 III,25 | también quiere que estén dispuestos a dar razón de 896 VIII,61 | problemas fútiles o discusiones estériles, muchas veces fustigadas 897 III,24 | catequesis corre el riesgo de esterilizarse, si una comunidad de fe 898 VI,46 | una apreciable expresión estética con una rigurosa fidelidad 899 IV,32 | por otra a conocer mejor y estimar a los demás hermanos cristianos, 900 V,43 | igualmente ser iluminada, estimulada o renovada sin cesar con 901 VIII,57 | diálogo exigente y fraterno, estimulante para todos, cae muy a menudo 902 III,25 | agostarlas, debe hacerlas aún más estimulantes y decisivas para la vida.~ 903 Intro,2 | documento básico para orientar y estimular la renovación catequética 904 Intro,4 | iniciativas emprendidas, estimule la creatividad —con la vigilancia 905 IV,30 | enseñándoles a guardar todo... yo estoy siempre con vosotros». Por 906 VIII,60 | los Magos a merced de una estrella,(106) búsqueda a propósito 907 III,25 | desbordándolo, el sentido estricto al que por lo común se atienen 908 IX,64 | una obra catequética bien estructurada y bien orientada. Los diáconos 909 VIII,59 | personas: lenguaje de los estudiantes, de los intelectuales, de 910 IV,29 | nosotros. Los Padres del Sínodo estuvieron bien inspirados cuando pidieron 911 V,35 | estará completo más que en la eternidad? ¿Cómo dar a conocer el 912 I,5 | Persona de Cristo el designio eterno de Dios que se realiza en 913 II,11(36) | funcionario de una reina de Etiopía, Act 8, 26 ss.~ 914 IV,30 | realidad de la presencia eucarística, para la participación en 915 II,10 | celebra en el sacrificio eucarístico y da testimonio al mundo 916 II,14(44) | Seguridad y la Cooperación en Europa, par. VII. ~ 917 Conclu,72(124)| In Ioannis Evangelium Tractatus, 97, 1: PL 35, 918 I,6(14) | para describir la acción evangelizadora de la Iglesia; por ejemplo 919 IX,71 | venerado predecesor Pablo VI: «Evangelizadores: nosotros debemos ofrecer... 920 V,35 | miedo, o seducida por la evasión en la droga y la indiferencia, 921 IX,63 | vuestro celo os impondrá eventualmente la tarea ingrata de denunciar 922 VI,47 | Pueblo de Dios ha puesto en evidencia.(92)~ 923 IV,29 | inspirados cuando pidieron que se evite reducir a Cristo a su sola 924 I,8 | pluma de los evangelistas y evocada después, con frecuencia, 925 IX,67 | de los cuales han sido ya evocados en el capítulo VI: parroquia, 926 I,8 | atractiva es!— deseo ahora evocarla en el umbral de estas reflexiones 927 IX,66 | formación de esos catequistas. Evoco con reconocimiento la memoria 928 V,45 | personas marginadas por la evolución moderna, de las que viven 929 III,18 | Iglesia, para una comprensión exacta de la catequesis y sin los 930 I,6 | Verdad que Él comunica o, más exactamente, la Verdad que Él es.(12) 931 Intro,3 | trabajado en una atmósfera excepcional de acción de gracias y de 932 I,8 | repitiendo a su manera la exclamación de Nicodemo: «has venido 933 I,5 | palabra que ni se oponen ni se excluyen, sino que más bien se relacionan 934 VIII,61 | catequética, los teólogos y los exegetas tienen el deber de estar 935 IX,65 | las Iglesias locales, os exhorto de todo corazón a vosotros, 936 VIII,57 | en lugar de un diálogo exigente y fraterno, estimulante 937 III,18 | catequesis y la evangelización no existe ni separación u oposición, 938 IV,33 | completa ni perfecta; más aún existen, en determinados casos, 939 IV,29 | creación nueva»,(70) ser o existir en Cristo,(71) «vida eterna 940 V,43 | participación directa y experimentada de los adultos, bien sean 941 VIII,61 | opinables o discutidas entre expertos. Los catequistas tendrán 942 III,25 | todos los que les pidan una explicación.(56)~ 943 VIII,57 | progresos en materia de «explicaciones» científicas. Para «entrar» 944 III,25 | sus corolarios implícitos, explicado mediante un discurso que 945 I,9 | únicas de su enseñanza, no se explican sino porque sus palabras, 946 III,19 | todavía adhesión alguna explícita y personal a Jesucristo, 947 IX,68 | ocasión de un luto— se procura explicitar en familia el contenido 948 Conclu,72 | San Agustín es muy explícito: «El hecho de creer y de 949 VI,47 | cristiana. En ese caso se expondrían —y el peligro, por desgracia, 950 IV,34 | testimonio de creyentes que exponen la fe a otros creyentes, 951 IV,29 | que yo os anuncio»;(64) de exponerles brevemente(65) el misterio 952 V,39 | nombre de la generosidad, que exponga sin simplismos ni esquematismos 953 VI,49 | por alto ni deformar nada, exponiéndolo todo según un eje y una 954 III,22 | decir, sin una conveniente exposición del mensaje de Cristo, que 955 III,25 | lo común se atienen las exposiciones didácticas: la simple enseñanza 956 VII,53 | ser un hermoso neologismo, expresa muy bien uno de los componentes 957 Intro,3 | Proposiciones» en las que ellos expresaban su parecer acerca de muchos 958 III,25 | enseñanza de las fórmulas que expresan la fe.~En definitiva, la 959 I,6 | personales como si éstas expresaran la doctrina y las lecciones 960 IV,28 | oración dominical. Este rito expresivo ha vuelto a ser introducido 961 IX,69 | confesional y a la estatal. Expreso el deseo ardiente de que, 962 VI,46 | sin que sea necesario extenderse aquí sobre ello no obstante 963 II,13 | de la Iglesia. No sólo la extensión geográfica y el incremento 964 II,15 | creyentes y de su actividad externa como misionera. En este 965 IV,27 | fuente~27. La catequesis extraerá siempre su contenido de 966 VIII,61 | catequesis, con teorías extrañas, problemas fútiles o discusiones 967 VIII,61 | de la fe. Nada tiene de extraño que toda conmoción en el 968 Intro,2(6) | Asamblea general, en Asamblea extraordinaria o en Asamblea especial. 969 Conclu,72 | en que suscite carismas extraordinarios, cuanto si conduce al mayor 970 VIII,60 | todo, no hay que caer en el extremo opuesto, como sucede con 971 VII,54 | Pienso en ciertas oraciones fáciles de entender y que tantas 972 III,22 | discípulos de Cristo reclama y facilita el descubrimiento más profundo 973 VI,48 | los textos bíblicos, debe facilitar entonces, a su manera, el 974 V,35 | adultos. Y no es sólo el factor numérico: acontecimientos 975 VII,55 | siguen del menosprecio de esa facultad humana que es la memoria, 976 V,36 | cual son integradas las facultades del niño en una relación 977 VIII,60 | ilusiones, de opiniones falibles y de incertidumbres, se 978 IV,30 | la fe»(76) no mutilada, falsificada o disminuida, sino completa 979 II,12 | las dificultades no han faltado nunca. Mas la Palabra del 980 VI,47 | los hechos y las cosas, falte un verdadero estudio de 981 IX,68 | ritmo de los acontecimientos familiares —tales como la recepción 982 VI,48 | manera, el que los fieles se familiaricen con el conjunto de los misterios 983 I,6 | Magisterio de la Iglesia, qué familiaridad profunda con Cristo y con 984 VIII,59 | resolverlo para su época con su famosa obra De catechizandis rudibus. 985 I,8 | ternura.(21) Incluso los Fariseos y los Saduceos, los Doctores 986 V,39 | grandes etapas de la vida como faro que ilumina la ruta del 987 III,24 | al catecúmeno en cierta fase de su catequesis. Por eso 988 II,15 | sin ahorrar esfuerzos, fatigas y medios materiales, para 989 V,40 | es hoy día más ardua y fatigosa que nunca a causa de los 990 II,14 | ejercerse en circunstancias favorables de tiempo y lugar, debe 991 IX,71 | incluso nacional se revela fecunda y fructuosa. Aquí, igualmente, 992 Conclu,72 | auténtica y tendrá una verdadera fecundidad en la Iglesia, no tanto 993 III,21 | Sínodo, el Papa Pablo VI se felicitaba al «advertir que todos han 994 II,11(36) | Act 6, 8 ss.; cf. también Felipe catequizando al funcionario 995 V,39 | Iglesia,(88) completará felizmente en los espíritus de los 996 IX,65 | religiosas masculinas y femeninas nacieron para la educación 997 IX,67 | sido como sacudida por el fenómeno de la urbanización. Algunos 998 VI,50 | no puedo menos de animar fervientemente a las Conferencias episcopales 999 VI,48 | toda eucaristía dominical o festiva, y también en la celebración 1000 IX,68 | la celebración de grandes fiestas litúrgicas, el nacimiento 1001 I,6 | de Jesús. No tratará de fijar en sí mismo, en sus opiniones 1002 VIII,60 | la fe. Ciertas escuelas filosóficas contemporáneas, que parecen


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