El Catecismo de la iglesia
católica
Finalidad y naturaleza del Catecismo de
la Iglesia Católica
121.
El propio Catecismo de la Iglesia
Católica indica, en su prólogo, el fin que persigue: « Este
catecismo tiene por fin presentar una exposición orgánica y
sintética de los contenidos esenciales y fundamentales de la doctrina
católica, tanto sobre la fe como sobre la moral, a la luz del Concilio
Vaticano II y del conjunto de la Tradición de la Iglesia ».
(418)
El Magisterio de la Iglesia con el Catecismo
de la Iglesia Católica ha querido ofrecer un servicio eclesial para
nuestro tiempo, reconociéndolo:
– « Instrumento válido y autorizado
al servicio de la comunión eclesial ». (419) Desea
fomentar el vínculo de unidad al facilitar en los discípulos de
Jesucristo « la profesión de una misma fe recibida de los
apóstoles ». (420)
– « Norma segura para la enseñanza
de la fe ». (421) Ante el legítimo derecho de todo bautizado
de conocer lo que la Iglesia ha recibido y cree, el Catecismo de la Iglesia
Católica ofrece una respuesta clara. Es, por ello, referente fundamental
para la catequesis y para las demás formas del ministerio de la Palabra.
– « Punto de referencia para los catecismos
o compendios que se redacten en las diversas regiones ». (422) El
Catecismo de la Iglesia Católica, en efecto, no está destinado a
sustituir a los catecismos locales, (423) sino a « alentar y facilitar
la redacción de nuevos catecismos locales que tengan en cuenta las
diversas situaciones y culturas, pero que guarden cuidadosamente la unidad de
la fe y la fidelidad a la doctrina católica ». (424)
La naturaleza o carácter propio de
este documento del Magisterio consiste en el hecho de que se presenta como
síntesis orgánica de la fe de valor universal. En esto difiere de
otros documentos del Magisterio, que no pretenden ofrecer dicha
síntesis. Es diferente también de los Catecismos locales, los
cuales, aunque elaborados en la comunión eclesial, se destinan, sin
embargo, al servicio de una porción determinada del Pueblo de Dios.
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