Formas
particulares de la catequesis de adultos
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Hay situaciones y circunstancias que exigen particulares formas de catequesis:
– la catequesis de la iniciación
cristiana o el catecumenado de adultos que es regulado expresamente por el Ritual
de Iniciación Cristiana de Adultos;
– la catequesis al pueblo de Dios en las
formas tradicionales debidamente adaptadas, a lo largo del año
litúrgico, o en la forma extraordinaria de las misiones populares;
– la catequesis perfectiva dirigida a
quienes tienen una tarea de formación en la comunidad: los catequistas y
todos los que están comprometidos en el apostolado de los laicos;
– la catequesis que hay que realizar con
ocasión de los principales acontecimientos de la vida, como son el
matrimonio, el bautismo de los hijos y los otros sacramentos de la
iniciación cristiana, en los momentos críticos del crecimiento de
los jóvenes, en la enfermedad, etc. Son circunstancias en las que las
personas se sienten más movidos que nunca a preguntarse por el verdadero
sentido de la vida;
– la catequesis en ocasión de
situaciones particulares, como la entrada en el mundo del trabajo, el servicio
militar, la emigración... Son cambios que pueden generar
enriquecimientos interiores, pero también confusión y
pérdida de orientación, por lo que se necesita la luz y la ayuda
de la Palabra de Dios;
– la catequesis referida al uso cristiano
del tiempo libre, sobre todo con ocasión de vacaciones y viajes de
turismo;
– la catequesis que hay que hacer con
ocasión de acontecimientos particulares que afectan a la vida de la
Iglesia y de la sociedad.
Estas y otras formas particulares de
catequesis no disminuyen en manera alguna la necesidad de instituir para todos
los adultos procesos sistemáticos, orgánicos y permanentes de
catequesis que toda comunidad eclesial debe garantizar.
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