Catequesis de la plenitud y de la esperanza
187.
La catequesis de los ancianos debe estar
atenta a los aspectos particulares de su situación de fe. El anciano
puede haber llegado a esta edad con una fe sólida y rica: entonces la
catequesis ayudará a seguir recorriendo el camino en actitud de
acción de gracias y de espera confiada; otros viven una fe más o
menos oscurecida y una débil práctica cristiana: entonces la
catequesis aportará una luz y experiencia religiosa nuevas; a veces el
anciano llega a su edad con profundas heridas en el alma y en el cuerpo: la
catequesis le ayudará a vivir su situación en actitud de
invocación, de perdón, de paz interior.
En cualquier caso, la condición del
anciano reclama una catequesis de la esperanza que proviene de la certeza del
encuentro definitivo con Dios.
Es siempre beneficioso para él y
enriquecedor para la comunidad el hecho de que el anciano creyente de
testimonio de una fe que resplandece aún más a medida que se va
acercando al gran momento del encuentro con el Señor.
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