Diversos tipos de catequista, hoy
especialmente necesarios
232.
El tipo o figura del catequista en la
Iglesia presenta modalidades diversas, ya que las necesidades de la catequesis
son variadas.
– « Los catequistas de tierras de
misión », (101) a quienes se aplica por excelencia el
título de catequista: « sin ellos no se habrían edificado
Iglesias hoy día florecientes ». (102) Los hay que tienen « la
función específica de la catequesis » (103) y los hay
también que « cooperan en las distintas formas de apostolado ». (104)
– En algunas Iglesias de antigua
cristiandad, con gran escasez de clero, se deja sentir la necesidad de una
figura en cierto modo análoga a la del catequista de tierras de
misión. Se trata, en efecto, de hacer frente a necesidades imperiosas:
la animación comunitaria de pequeñas poblaciones rurales,
carentes de la presencia asidua del sacerdote; la conveniencia de una presencia
y penetración misioneras « en las barriadas de las grandes
metrópolis ». (105)
– En aquellas situaciones de países
de tradición cristiana que reclaman una « nueva evangelización »,
(106) la figura del catequista de jóvenes y la del catequista de
adultos se hacen imprescindibles para animar procesos de catequesis de
iniciación. Estos catequistas deben atender también a la
catequesis permanente. En estos menesteres el papel del sacerdote será,
igualmente, fundamental.
– Sigue siendo básica la figura del
catequista de niños y adolescentes, con la delicada misión de
inculcar « las primeras nociones de catequesis y preparar para los sacramentos
de la Reconciliación, primera Comunión y Confirmación ».
(107) Esta tarea se hace hoy aún más imperiosa cuando
esos niños y adolescentes « no reciben en sus hogares una
formación religiosa conveniente ». (108)
– Un tipo de catequista que conviene
promover es el del catequista para encuentros presacramentales, (109)
destinado al mundo de los adultos, con ocasión del Bautismo o de la
primera Comunión de los hijos, o con motivo del sacramento del
Matrimonio. Es una tarea con una originalidad propia en la que con frecuencia
pueden confluir la acogida, el primer anuncio y la posibilidad de un primer
acompañamiento en la búsqueda de la fe.
– Sectores humanos de especial sensibilidad
necesitan urgentemente de otros tipos de catequista. Dichos sectores son: las
denominadas personas de la tercera edad, (110) que necesitan una
presentación del Evangelio adaptada a sus condiciones; las personas
desadaptadas y discapacitadas, que necesitan una pedagogía
catequética especial, junto a su plena integración en la
comunidad; (111) los emigrantes y las personas marginadas por la
evolución moderna. (112)
Otras figuras de catequista pueden ser
igualmente aconsejables. Cada Iglesia particular, al analizar su
situación cultural y religiosa, descubrirá sus propias
necesidades y perfilará, con realismo, los tipos de catequista que
necesita. Es una tarea fundamental a la hora de orientar y organizar la
formación de los catequistas.
|