Las
ciencias humanas en la formación de los catequistas
242.
El catequista adquiere el conocimiento
del hombre y de la realidad en la que vive por medio de las ciencias humanas,
que han alcanzado en nuestros días un incremento extraordinario. « Hay
que conocer y emplear suficientemente en el trabajo pastoral no sólo los
principios teológicos sino también los descubrimientos de las
ciencias profanas, sobre todo en psicología y sociología,
llevando así a los fieles a una más pura y madura vida de fe ».
(136)
Es necesario que el catequista entre en
contacto al menos con algunos elementos fundamentales de la psicología:
los dinamismos psicológicos que mueven al hombre, la estructura de la
personalidad, las necesidades y aspiraciones más hondas del
corazón humano, la psicología evolutiva y las etapas del ciclo
vital humano, la psicología religiosa y las experiencias que abren al
hombre al misterio de lo sagrado...
Las ciencias sociales proporcionan el
conocimiento del contexto socio-cultural en que vive el hombre y que afecta
decisivamente a su vida. Por eso es necesario que en la formación de los
catequistas se haga « un análisis de las condiciones sociológicas,
culturales y económicas, en tanto que estos datos de la vida colectiva
pueden tener una gran influencia en el proceso de la evangelización ».
(137)
Junto a estas ciencias recomendadas
explícitamente por el Concilio Vaticano II, otras ciencias han de estar
presentes, de un modo u otro, en la formación de los catequistas,
especialmente las ciencias de la educación y ciencias de la
comunicación.
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