Criterios que pueden inspirar el empleo
de las ciencias humanas en la formación de los catequistas
243. Estos son:
a) El respeto a la autonomía de las ciencias: « La Iglesia afirma
la autonomía legítima de la cultura humana y especialmente la de
las ciencias ». (138)
b) El discernimiento evangélico de las diferentes tendencias o
escuelas psicológicas, sociológicas y pedagógicas: sus
valores y sus límites.
c) El estudio de las ciencias humanas —en la formación de los
catequistas— no es un fin en sí mismo. La toma de conciencia de la
situación existencial, psicológica, cultural y social del hombre,
se hace con vistas a la fe en que se le quiere educar. (139)
d) La teología y las ciencias humanas, en la formación de
catequistas, deben fecundarse mutuamente. En consecuencia hay que evitar que
estas ciencias se conviertan en la única norma para la pedagogía
de la fe, prescindiendo de los criterios teológicos que dimanan de la
misma pedagogía divina. Son disciplinas fundamentales y necesarias, pero
siempre al servicio de una acción evangelizadora que no es sólo
humana. (140)
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