Escuelas de catequistas y Centros
superiores para peritos en catequesis
248. La asistencia a una Escuela
de catequistas (151) es un momento particularmente importante,
dentro del proceso formativo de un catequista. En muchos lugares tales escuelas
funcionan a un doble nivel: para « catequistas de base » (152) y para «
responsables de catequesis ».
Escuelas de catequistas de base
249. Estas escuelas tienen la
finalidad de proporcionar una formación catequética,
orgánica y sistemática, de carácter básico y
fundamental. Durante un tiempo suficientemente prolongado, se cultivan las
dimensiones más específicamente catequéticas de la formación:
el mensaje cristiano, el conocimiento del hombre y del contexto sociocultural y
la pedagogía de la fe.
Las ventajas de esta formación
orgánica son grandes y conciernen a:
– su sistematicidad, al tratarse de una
formación menos absorbida por lo inmediato de la acción;
– su calidad, al contar con formadores
especializados;
– su integración con catequistas de
diferentes comunidades, que fomentan la comunión eclesial.
Escuelas para responsables
250. A fin de favorecer la
preparación de los responsables de la catequesis en parroquias o zonas,
así como para aquellos catequistas que se van a dedicar más
estable y plenamente a la catequesis, (153) es conveniente a nivel
diocesano o interdiocesano promover escuelas para responsables.
El nivel de estas escuelas será,
obviamente, más exigente. Es frecuente que en ellas, junto a un tronco
formativo común, se cultivarán aquellas especializaciones
catequéticas que la diócesis juzgue particularmente necesarias en
su circunstancia.
Puede ser también oportuno, por
economía de medios y posibilidades, que la orientación de estas
escuelas esté dirigida, más ampliamente, a los responsables de
las diversas acciones pastorales, convirtiéndose en Centros de formación
de agentes de pastoral. Sobre una base formativa común (doctrinal y
antropológica), las especializaciones vendrán pedidas por las
diferentes acciones pastorales o apostólicas que se van a encomendar a
tales agentes.
Centros superiores para peritos en
catequesis
251.
Una formación catequética
de nivel superior, a la que puedan acceder también sacerdotes,
religiosos y laicos, es de una importancia vital para la catequesis. Por ello,
se renueva el deseo de « fomentar o crear Institutos superiores de pastoral
catequética con objeto de preparar catequistas idóneos para
dirigir la catequesis a nivel diocesano o dentro de las actividades a las que
se dedican las congregaciones religiosas. Estos institutos superiores
podrán ser nacionales o incluso internacionales. Deben asemejarse a los estudios
universitarios en lo tocante al plan de estudios, duración de los cursos
y condiciones de admisión ». (154)
Aparte de formar a los que van a asumir
responsabilidades directivas en la catequesis, estos Institutos
prepararán también a los profesores de catequética para
seminarios, casas de formación o escuelas de catequistas. Tales
institutos se dedicarán, igualmente, a promover la correspondiente
investigación catequética.
252.
Este nivel de formación es muy apto para una fecunda colaboración
entre las Iglesias: « Aquí es donde podrá manifestar su mayor
eficacia la ayuda material ofrecida por las Iglesias más acomodadas a
sus hermanas más pobres. En
efecto, ¿puede una Iglesia hacer algo mejor en favor de otra que
ayudarla a crecer por sí misma como Iglesia? ». (155)
Obviamente, esta colaboración debe inspirarse en un delicado respeto por
las peculiaridades de las Iglesias más pobres y por su propia
responsabilidad.
Es muy conveniente, en el campo diocesano o interdiocesano,
tomar conciencia de la necesidad de formar personas en este nivel superior,
como se procura hacer para otras actividades eclesiales o para la
enseñanza de otras disciplinas.
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