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Congregacion para el Clero
Directorio General para Catequesis

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CONCLUSION

286. En la formulación de las presentes orientaciones y directrices no se ha ahorrado esfuerzo a fin de que toda la reflexión se origine y fundamente en las enseñanzas del Concilio Vaticano II y de las posteriores y principales intervenciones magisteriales de la Iglesia. Asimismo se ha prestado especial atención a las experiencias de vida eclesial de los diversos pueblos habidas en este período. A la luz de la fidelidad al Espíritu de Dios se ha realizado el necesario discernimiento, siempre en orden a la renovación de la Iglesia y al mejor servicio de la evangelización.

287. El nuevo Directorio General para la Catequesis es propuesto a todos los pastores de la Iglesia, a sus colaboradores y catequistas, con la esperanza de que sea un aliento en el servicio que la Iglesia y el Espíritu les encomienda: favorecer el crecimiento de la fe en aquellos que han creído.

Las orientaciones aquí presentes no solamente quieren indicar y aclarar la naturaleza de la catequesis y las normas y criterios que rigen este ministerio evangelizador de la Iglesia, sino que también pretenden alimentar la esperanza, con la fuerza de la Palabra y el trabajo interior del Espíritu, en quienes se esfuerzan en este campo privilegiado de la actividad eclesial.

288. La eficacia de la catequesis es y será siempre un don de Dios, mediante la obra del Espíritu del Padre y del Hijo.

Esta total dependencia de la catequesis respecto de la intervención de Dios la enseña el Apóstol Pablo a los corintos cuando les recuerda: « Yo planté, Apolo regó; mas fue Dios quien dio el crecimiento. De modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que hace crecer » (1 Co 3, 6-7).

No hay catequesis posible, como no hay evangelización, sin la acción de Dios por medio de su Espíritu. (246) En la práctica catequética, ni las técnicas pedagógicas más avanzadas, ni siquiera un catequista con la personalidad humana más atrayente, pueden reemplazar la acción silenciosa y discreta del Espíritu Santo. (247) « El es, en verdad, el protagonista de toda la misión eclesial »; (248) El es el principal catequista; El es el « maestro interior » de los que crecen hacia el Señor. (249) En efecto, El es el « principio inspirador de toda obra catequética y de los que la realizan ». (250)

289. Por ello, en la entraña misma de la espiritualidad del catequista están la paciencia y la confianza en que es Dios mismo quien hace que la semilla de la Palabra de Dios que ha sido sembrada en tierra buena y labrada con amor, nazca, crezca y de fruto. El evangelista Marcos es el único en recoger una parábola en la que Jesús muestra, una tras otra, las etapas del desarrollo gradual y constante de la semilla sembrada: « El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra: duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo. La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz porque ha llegado la siega » (Mc 4, 26-29).

290. La Iglesia, que tiene la responsabilidad de catequizar a los que creen, invoca al Espíritu del Padre y del Hijo, suplicándole que haga fructificar y fortalezca interiormente tantos trabajos que, por todas partes, se llevan a cabo en favor del crecimiento de la fe y del seguimiento de Jesucristo Salvador.

291. A la Virgen María, que vio a su Hijo Jesús « crecer en sabiduría, edad y gracia » (Lc 2,52) acuden también hoy, confiando en su intercesión, los operarios de la catequesis. En María encuentran éstos el modelo espiritual para impulsar o consolidar la renovación de la catequesis contemporánea desde la fe, la esperanza y la caridad. Que por intercesión de la « Virgen de Pentecostés », (251) brote en la Iglesia una fuerza nueva para engendrar hijos e hijas en la fe y educarlos hacia la plenitud en Cristo.

Su Santidad el Papa Juan Pablo II, el 25 de agosto de 1997, ha aprobado el presente Directorio General para la Catequesis y ha autorizado la publicación.

+ Darío Castrillón Hoyos
Arzobispo emérito de Bucaramanga
Pro-Prefecto

+ Crescenzio Sepe
Arzobispo tit. de Grado
Secretario

 




246) Cf EN, 75a.



247) Cf EN, 75d.



248) RM, 21.



249) Cf CT, 72.



250) CT 72a.



251) CT 73.




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