La situación religoso-moral
22.
Entre los elementos que componen el
patrimonio cultural de un pueblo, el factor religioso-moral tiene para el
sembrador una particular relevancia. En la cultura actual se da una persistente
difusión de la indiferencia religiosa: « Son muchos los que, hoy en
día, se desentienden de esta íntima y vital unión con Dios
o la niegan de forma explícita ».(32)
El ateísmo, en cuanto negación
de Dios, « es uno de los fenómenos más graves de nuestro tiempo ».(33)
Adopta formas diversas, pero especialmente hoy aparece bajo la forma del
secularismo, que consiste en una visión autónoma del hombre y del
mundo « que se explica por sí mismo sin que sea necesario recurrir a
Dios ».(34)
En el ámbito específicamente
religioso, se dan signos de una « vuelta a lo sagrado »(35) y de una
nueva sed de las cosas trascendentes y divinas. El mundo actual testifica, de
una manera cada vez más amplia y viva, « el despertar de una búsqueda
religiosa ».(36) Este fenómeno, ciertamente, no carece de
ambigüedad.(37) El amplio desarrollo de las sectas y de los nuevos
movimientos religiosos, y el resurgir del « fundamentalismo »,(38) son
datos que interpelan seriamente a la Iglesia y que se deben analizar con
cuidado.
23.
La situación moral que hoy se
observa está muy relacionada con la religiosa. En efecto, se detecta un
oscurecimiento de la verdad ontológica de la persona humana. Y esto
sucede como si el rechazo de Dios quisiera significar la ruptura interior de
las aspiraciones del ser humano.(39) Se asiste así, en muchas
partes, a un « relativismo ético que quita a la convivencia civil
cualquier punto seguro de referencia moral ».(40)
La evangelización encuentra en el
terreno religioso-moral un campo preferente de actuación. La
misión primordial de la Iglesia, en efecto, es anunciar a Dios, ser
testimonio de El ante el mundo. Se trata de dar a conocer el verdadero rostro
de Dios y su designio de amor y de salvación en favor de los hombres,
tal como Jesús lo reveló.
Para preparar a tales testigos es necesario
que la Iglesia desarrolle una catequesis que propicie el encuentro con Dios y
afiance un vínculo permanente de comunión con El.
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