Significado y finalidad de esta parte
35.
Esta primera parte trata de definir el
carácter propio de la catequesis.
El capítulo primero, de
fundamentación teológica, recuerda brevemente el concepto de
Revelación expuesto en la Constitución conciliar Dei Verbum.
Dicha concepción determina, de manera específica, el modo de
concebir el ministerio de la Palabra. Los conceptos de Palabra de Dios, Evangelio,
Reino de Dios y Tradición, presentes en esta
Constitución dogmática, fundamentan el significado de catequesis.
Junto a ellos, el concepto de evangelización es referente
obligado para la catequesis. Su dinámica y sus elementos, son expuestos,
con una nueva y profunda precisión, en la Exhortación
apostólica Evangelii Nuntiandi.
El capítulo segundo sitúa a la
catequesis en el marco de la evangelización y la pone en relación
con las otras formas del ministerio de la Palabra de Dios. Gracias a esta
relación se descubre más fácilmente el carácter
propio de la catequesis.
El capítulo tercero analiza
más directamente la catequesis en sí misma: su naturaleza
eclesial, su finalidad vinculativa de comunión con Jesucristo, sus
tareas, y la inspiración catecumenal que la anima.
La concepción que se tenga de la
catequesis condiciona profundamente la selección y organización
de sus contenidos (cognoscitivos, experienciales, comportamentales),
precisa sus destinatarios y define la pedagogía que se requiere para la
consecución de sus objetivos.
El término « catequesis » ha
experimentado una evolución semántica durante los veinte siglos
de la historia de la Iglesia. En este Directorio la concepción de
catequesis se inspira en los Documentos del Magisterio Pontificio
post-conciliar y, sobre todo, en Evangelii Nuntiandi, Catechesi Tradendae y
Redemptoris Missio.
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