Diferentes situaciones socio-religiosas
ante la evangelización
58.
La evangelización del mundo se
encuentra ante un panorama religioso muy diversificado y cambiante, en el que
se pueden distinguir, fundamentalmente, « tres situaciones » (171) que
piden respuestas adecuadas y diferenciadas.
a) La situación de aquellos « pueblos, grupos humanos, contextos
socio-culturales, donde Cristo y su Evangelio no son conocidos, o donde faltan
comunidades cristianas suficientemente maduras como para poder encarnar la fe
en el propio ambiente y anunciarla a otros grupos ».(172) Esta
situación reclama la misión ad gentes,(173) con
una acción evangelizadora centrada, preferentemente, en los
jóvenes y en los adultos. Su peculiaridad consiste en el hecho de
dirigirse a los no cristianos invitándoles a la conversión. La
catequesis, en esta situación, se desarrolla ordinariamente en el
interior del catecumenado bautismal.
b) Hay, además, situaciones en que, en un contexto socio-cultural
determinado, están presentes de manera muy significativa « comunidades
cristianas dotadas de estructuras eclesiales adecuadas y sólidas, que
tienen un gran fervor de fe y de vida; que irradian el testimonio del Evangelio
en su ambiente, y sienten el compromiso de la misión universal ».
(174) Estas comunidades necesitan una intensa acción pastoral
de la Iglesia, puesto que son personas y familias con un hondo sentido
cristiano. En tal situación, es necesario que la catequesis de
niños, adolescentes y jóvenes desarrolle verdaderos procesos de
iniciación cristiana, bien articulados, que les permitan acceder a la
edad adulta con una fe madura, y que de evangelizados se conviertan en
evangelizadores. También en estas situaciones, los adultos son
destinatarios de modalidades diversas de formación cristiana.
c) En muchos países de tradición cristiana, y a veces
también en las Iglesias más jóvenes, se da una
«situación intermedia», (175) ya que en ella « grupos enteros de
bautizados han perdido el sentido vivo de la fe o incluso no se reconocen ya
como miembros de la Iglesia, llevando una existencia alejada de Cristo y de su
Evangelio».(176) Esta situación requiere una nueva
evangelización. Su peculiaridad consiste en que la acción misionera
se dirige a bautizados de toda edad, que viven en un contexto religioso de
referencias cristianas, percibidas sólo exteriormente. En esta
situación, el primer anuncio y una catequesis fundante constituyen la
opción prioritaria.
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