Capítulo, Párrafo

 1   1, 1 |   dirigiros personalmente la palabra, en la apertura de la segunda
 2   1, 1 |  nuestra fraterna y paternal palabra, para manifestaros algunos
 3   3, 4 |   por las vías propias de la palabra y de la gracia de Dios,
 4   4, 5 |    un acto de docilidad a la palabra del divino Maestro dirigida
 5  10, 11|     libertad de estudio y de palabra, reservando a nuestro apostólico
 6  10, 11|   Nos no añadiremos una sola palabra si no es para recomendaros
 7  11, 12|      y vivificante, según la palabra del Apóstol: Que Cristo
 8  11, 12|      la escuela de la divina palabra, alimentado por la gracia
 9  12, 14|   que con su ejemplo, con su palabra, con su gracia, con su escuela,
10  14, 17|      la Iglesia católica. La palabra "reforma" estaría mal empleada,
11  16, 19| índole de nuestro tiempo. La palabra, hoy ya famosa, de nuestro
12  16, 19|  XXIII, de feliz memoria, la palabra "aggiornamento", Nos la
13  23, 27|    vivir. La Iglesia se hace palabra; la Iglesia se hace mensaje;
14  23, 27|  considerados a la luz de la palabra de Cristo. Y del mismo modo
15  23, 27| corriente de pensamiento, de palabra, de cultura, de costumbres,
16  27, 31|     en el valor de la propia palabra como en la disposición para
17  29, 33|  fuerza y al contenido de la palabra de Dios que queremos predicar.
18  30, 34|     nada es ministerio de la Palabra. Nosotros sabemos muy bien
19  30, 34|   sino al genuino arte de la palabra sagrada.~Debemos buscar
20  30, 34|    alto y misterioso como la palabra, y para competir noblemente
21  30, 34|     influjo amplísimo con la palabra mediante el acceso a las
22  30, 34|    embriagador carisma de la palabra60, para ser dignos de dar
23  30, 34|    sobre el ministerio de la palabra encuentren en nosotros celosos
24  30, 34|     la coincidencia entre la Palabra divina y la vida, y a los
25  34, 38|    el abuso dialéctico de la palabra, no encaminada precisamente
26  40, 44|    vehículo autorizado de su palabra, es un reflejo de su caridad