Capítulo, Párrafo

 1 Pre     |     brillaron los Vicarios del mismo Cristo en la tierra, un número
 2   1, 1  |            presentes las palabras de Cristo: Mi doctrina no es mía,
 3   2, 2  |               de regir la Iglesia de Cristo en nuestra función de Obispo
 4   2, 2  |              Dios y Vicario de aquel Cristo que le constituyó como pastor
 5   2, 2  |         quiere ser dócil seguidor de Cristo, y tanto más de quienes,
 6   2, 2  |              de la Iglesia —tal como Cristo la vio, la quiso y la amó
 7   2, 2  |             el espejo del modelo que Cristo nos dejó de sí. El segundo
 8   3, 3  |         inaugurando con la venida de Cristo al mundo. Mas si ahora nos
 9   4, 5  |            vital, que la religión de Cristo establece entre Dios y el
10   4, 5  |             moral están llamadas por Cristo a una plenitud simultánea,
11   6, 7  |          necesidad de experimentar a Cristo en sí misma, según las palabras
12   6, 7  |      palabras del apóstol Pablo: Que Cristo habite por la fe en vuestros
13   6, 7  |            la norma de la Iglesia de Cristo? Ahora bien; creemos que
14   6, 7  |    verdaderamente, según la mente de Cristo conservada en la Escritura
15   6, 7  |         cumplimiento a la promesa de Cristo: El Espíritu Santo, que
16   7, 8  |            magisterio instituido por Cristo mismo.~Por lo demás, esta
17   8, 9  |          obligada en el camino hacia Cristo y toda su obra; tanto que,
18   8, 9  |      institución por medio de la que Cristo continúa en el mundo su
19   8, 9  |           sobre el Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia, recibida
20   9, 10 |            pensamiento originario de Cristo y de sus necesarias y legítimas
21  10, 11 |       abiertos confines del redil de Cristo, pueda llegar el eco de
22  10, 11 |             de su vital relación con Cristo. Cosa conocidísima, pero
23  10, 11 |           ver en la Iglesia al mismo Cristo. Porque Cristo es quien
24  10, 11 |              al mismo Cristo. Porque Cristo es quien vive en su Iglesia,
25  10, 11 |              y confiere la santidad; Cristo es también quien de varios
26  10, 11 |    recordarnos: Vosotros sois uno en Cristo Jesús,20 y de recomendarnos
27  10, 11 |              en El que es la Cabeza, Cristo, por quien vive todo el
28  10, 11 |           todas las cosas y en todos Cristo22. Nos baste, por todos,
29  10, 11 |             no sólo cristianos, sino Cristo. ¿Entendéis, os dais cuenta,
30  10, 11 |            gozaos, hemos sido hechos Cristo. Pues si El es Cabeza, nosotros
31  10, 11 |                la plenitud, pues, de Cristo, la Cabeza y los miembros. ¿
32  10, 11 |            Qué es Cabeza y miembros? Cristo y la Iglesia23.~
33  11, 12 |           necesidad. La presencia de Cristo, más aún, su misma vida
34  11, 12 |             palabra del Apóstol: Que Cristo habite por la fe en vuestros
35  11, 12 |              en el Cuerpo Místico de Cristo, cuando se da cuenta de
36  11, 12 |          mediante este bendito canal Cristo difunde en sus místicos
37  11, 12 |            recuerdo, porque el mismo Cristo la sugirió, y es la del
38  12, 13b|        irradiaciones del Espíritu de Cristo, expresión radical insustituíble
39  12, 13b|              en el Cuerpo Místico de Cristo que es la Iglesia. Y esto
40  12, 13b|            la dignidad de hermano de Cristo; a la suerte, queremos decir,
41  12, 14 |             Iglesia de Dios sea como Cristo la quiere, una, santa, enteramente
42  12, 14 |            la enseñanza doctrinal de Cristo y del consiguiente magisterio
43  12, 14 |   precisamente hacia la santidad que Cristo nos enseñó y que con su
44  14, 16 |              en el Cuerpo Místico de Cristo, en cuanto sociedad visible,
45  14, 17 |             y genuinos del Cuerpo de Cristo, de ser auténticos herederos
46  14, 17 |           herederos del Evangelio de Cristo, de ser directamente continuadores
47  14, 17 |           conservar la fisonomía que Cristo ha dado a su Iglesia, más
48  17, 20 |             en actitud de obedecer a Cristo, y, por consiguiente, de
49  17, 20 |       intento de seguir el camino de Cristo, se prescribe a sí misma:
50  17, 20 |          autenticidad en el seguir a Cristo nuestro Señor, pueden conferirle
51  18, 21 |             las almas la religión de Cristo, y que es, en fin, tan difícil
52  18, 21 |           que palpita el Espíritu de Cristo en la Santa Iglesia, digáis
53  18, 21 |         mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús, nos avisa el Apóstol36;
54  18, 21 |          caracteriza al Evangelio de Cristo, no nos dispensa de recordar
55  20, 23 |           Virgen Santísima —Madre de Cristo y, por consiguiente, Madre
56  20, 24 |             a aquel mismo modelo que Cristo le propone, es necesario
57  20, 24 |             hemos sido bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados
58  22, 26 |            al patrimonio recibido de Cristo es la difusión, es el ofrecimiento,
59  22, 26 |             es el supremo mandato de Cristo a sus Apóstoles. Estos con
60  23, 27 |              la luz de la palabra de Cristo. Y del mismo modo sus sucesores,
61  23, 27 |            depositarios nos ha hecho Cristo, a fin de comunicarle nuestra
62  23, 27 |             espíritu las palabras de Cristo que, humilde pero tenazmente,
63  24     |              en esta conversación de Cristo entre los hombres46 donde
64  25, 29 |             por Dios Padre, mediante Cristo en el Espíritu Santo, para
65  27, 31 |        además, la afabilidad, la que Cristo nos exhortó a aprender de
66  29, 33 |          quiere llevar el mensaje de Cristo; hace falta compartir —sin
67  29, 33 |            ejemplo y el precepto que Cristo nos dejó59.~Pero subsiste
68  29, 33 |     totalmente fiel a la doctrina de Cristo puede ser eficazmente apóstol.
69  31, 35 |        conoce la Iglesia, puesto que Cristo se lo ha confiado. Y por
70  33, 37 |              confesión fidelísima de Cristo y de su Evangelio, por el
71  37, 41 |              que llevan el nombre de Cristo. En este campo el diálogo
72  37, 41 |        reconstruir el único redil de Cristo, no dejará de seguir adelante
73  37, 41 |            derivan de la voluntad de Cristo y que, entendidas en su
74  37, 41 |          honor y de jurisdicción que Cristo confirió al apóstol Pedro
75  37, 41 |            faltando en la Iglesia de Cristo el oficio pastoral supremo,
76  37, 41 |             establecido por el mismo Cristo: Se formarían tantos cismas
77  37, 41 |        retórica la que al Vicario de Cristo atribuye el título de servus
78  38, 42 | reunificación en la única Iglesia de Cristo.~Queremos implorar el soplo
79  38, 42 |              y del amor, la causa de Cristo y de la unidad que El quiso
80  40, 44 |            una institución del mismo Cristo; más aún: le representa
81  40, 44 |            mérito de la imitación de Cristo que se hizo obediente hasta
82  41, 45 |           Cuerpo Místico terrenal de Cristo. Todo lo que pone en circulación
83  41, 45 |          amadísimos seglares que por Cristo militan en la Acción Católica
84  42, 46 |          celebrando así la unidad de Cristo entre nosotros, os enviamos