II. COLABORACIÓN EN LAS DIVERSAS FASES DE LA
FORMACIÓN
12.
Las iniciativas de colaboración se colocan en el campo de la formación religiosa
en sus diversas fases. Pueden referirse a la formación inicial:
preparación para el noviciado, formación de los novicios y de las novicias,
formación de los religiosos y de las religiosas de votos temporales, formación
de los candidatos a los ministerios ordenados, y a la formación permanente.
Los servicios
los organizan las Conferencias de los superiores o de las superioras mayores, o
un grupo de Superiores o Superioras Mayores, que detentan la última
responsabilidad. Será cuidado suyo informar a esta Congregación sobre la vida y
las actividades desarrolladas por el centro.
La organización
de los programas debe ofrecer una ayuda eficaz a la formación doctrinal y al
crecimiento vocacional de los alumnos, según los criterios indicados por el
Derecho Canónico 48 y las normas complementarias emanadas por las
instancias competentes.
Los cursos se
fundarán sobre el Misterio de Cristo 49 y se desarrollarán gradualmente
y atendiendo a las personas y a las culturas. Propondrán a los alumnos la
teología de la vida consagrada y ayudarán a profundizar el sentido « de aquella
única caridad eclesial que compromete a todos al servicio de la comunión
orgánica —carismática y al mismo tiempo jerárquicamente estructurada— de todo
el pueblo de Dios ».50
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