Dominum et vivificantem
   Cap., N.
 1   1,  5      |          la verdad encontrará el supremo apoyo el testimonio humano
 2   1,  24     |         finalmente en sacrificio supremo sobre el madero de la Cruz.
 3   2,  31     |   Redentor, la oblación del amor supremo, que supera el mal de todos
 4   2,  47     |         Dios es la raíz y el fin supremo del hombre y éste lleva


Ecclesia de Eucharistia
   Cap., N.
 5 INT,  8      | reconducir todo lo creado, en un supremo acto de alabanza, a Aquél
 6  IV,  43     |         la Eucaristía, que es el supremo Sacramento de la unidad


Evangelium vitae
   Cap., N.
 7   3,  67     |       corazón del hombre ante el supremo encuentro con el sufrimiento
 8   3,  67     |          propia muerte como acto supremo de obediencia al Padre (


Fides et ratio
   Cap., N.
 9   2,  20     |          y colocarlo en el orden supremo en el cual todo adquiere
10   3,  27     | explicación definitiva, un valor supremo, más allá del cual no haya


Laborem exercens
   Cap., Párrafo
11 Intro,    2  | desarrollo de los documentos del supremo Magisterio de la Iglesia,
12   3,   14    |        católica y también por el Supremo Magisterio de la Iglesia.23


Redemptoris missio
   Cap., N.
13 Intro,  3    |          puede eludir este deber supremo: anunciar a Cristo a todos
14   2,  14     |        posesión del demonio, mal supremo y símbolo del pecado y de
15   6,  63     |       actividad misionera, deber supremo y santísimo de la Iglesia ».123


Sollicitudo rei socialis
   Cap., N.
16   5,  40     |   instancia la solidaridad. Este supremo modelo de unidad, reflejo


Ut unum sint
   Cap., N.
17   3,  90     |         Gentes, da el testimonio supremo. La Iglesia de Roma se convertía


Veritatis Splendor
   Cap., N.
18   1,  20     |         modo particular, el acto supremo de su pasión y muerte en
19   2,  44     |     mismo quien, como legislador supremo, se diera la norma de sus
20   2,  60     |    práctica con relación al bien supremo, cuyo atractivo acepta y
21   2,  63     |          para disponerla al bien supremo. Así, antes de sentirnos
22   2,  72     |       decir, Dios mismo: el bien supremo en el cual el hombre encuentra
23   2,  72     |      nuestro fin último, el bien supremo, es decir, Dios mismo.~ ~
24   2,  74     |  conforme al fin último, al bien supremo, o de las circunstancias —
25   3,  89     |        al creyente al testimonio supremo del martirio. Siguiendo
26   3,  99     |           99. Sólo Dios, el Bien supremo, es la base inamovible y
27   3,  99     |        cada hombre. Así, el Bien supremo y el bien moral se encuentran
28 Conclus,  120|          acompaña en aquel gesto supremo de libertad que es el sacrificio