Dominum et vivificantem
Cap., N. 1 2, 46 | Espíritu completa en las almas la obra de la Redención
2 2, 47 | bien que retroceda en las almas de los hombres y también
3 Conclus, 67| la aridez interior de las almas transformándolas en fértiles
Ecclesia de Eucharistia
Cap., N. 4 II, 23 | la santificación de las almas y los cuerpos ».43 La Iglesia
5 IV, 46 | atender a la salvación de las almas con el discernimiento oportuno: «
Evangelium vitae
Cap., N. 6 4, 84 | esta Vida les viene a las almas el ser inmortales, y gracias
Fides et ratio
Cap., N. 7 5, 52 | la preexistencia de las almas,56 como también sobre las
8 5, 54 | humana y sembrarla en las almas de los hombres, no les es
Redemptor hominis
Cap., Párrafo 9 4, 20 | verdaderamente «vida de nuestras almas».170 Ni, por otra parte,
10 4, 20 | esta invitación en nuestras almas. La Eucaristía y la Penitencia
11 4, 21 | razones por que llevan en sus almas el signo indeleble del ser
12 4, 21 | del Orden imprime en sus almas. Recibiendo este sacramento,
13 4, 22 | fácilmente accesible a todas las almas y corazones— confiando a
Redemptoris Mater
Cap., N. 14 Intro, 6 | decir la historia de las almas. Pero ésta es también la
15 1, 22 | vida sobrenatural de las almas ».45 « Y esta maternidad
16 2, 25 | través de la historia de las almas, María está presente, como
17 3, 39 | vida sobrenatural de las almas »,102 María entraba de manera
18 3, 47 | de la vida divina en las almas de los redimidos ».135 ~
Redemptoris missio
Cap., N. 19 8, 89 | ardor de Cristo por las almas y ama a la Iglesia, como
20 8, 89 | impulsos del « celo por las almas », que se inspira en la
Ut unum sint
Cap., N. 21 Intro, 3 | firmeza a la vez, en las almas »,2 nada pide para sí sino
22 2, 58 | el bien espiritual de las almas. Por eso, la Iglesia católica,
Veritatis Splendor
Cap., N. 23 1, 27 | humana o la salvación de las almas» 42.~Precisamente sobre
24 3, 95 | eminente de caridad hacia las almas. Pero ello ha de ir acompañado
25 3, 108 | que ha dado firmeza a las almas y a las mentes de los discípulos,
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