Dominum et vivificantem
Cap., N. 1 2, 34| creación. No sólo es el testigo directo de su mutuo amor,
2 3, 58| resurrección de Jesucristo. Es el testigo perenne de la victoria sobre
Ecclesia de Eucharistia
Cap., N. 3 CON, 61| primeros siglos, ha sido testigo de una comunidad cristiana
Evangelium vitae
Cap., N. 4 4, 94| transmisor de sabiduría, testigo de esperanza y de caridad.~
Fides et ratio
Cap., N. 5 3, 32| mártir, en efecto, es el testigo más auténtico de la verdad
Redemptoris Mater
Cap., N. 6 1, 18| junto a la Cruz, María es testigo, humanamente hablando, de
7 2, 26| concepción y del nacimiento, un testigo singular del misterio de
8 2, 26| entonces y de siempre un testigo singular de los años de
9 2, 27| en medio de ellos como un testigo excepcional del misterio
10 3, 46| convertido en la primera « testigo » de este amor salvífico
Redemptoris missio
Cap., N. 11 2, 12| del cual se convierte en testigo y portavoz en medio de las
12 5, 42| somos continuadores, es el « Testigo » por excelencia (Ap 1,
13 8, 91| creíble. El misionero es un testigo de la experiencia de Dios
Veritatis Splendor
Cap., N. 14 2, 57| ley, siendo ella misma «testigo» para el hombre: testigo
15 2, 57| testigo» para el hombre: testigo de su fidelidad o infidelidad
16 2, 57| La conciencia es el único testigo. Lo que sucede en la intimidad
17 2, 59| que la conciencia hace de testigo, sino que manifiesta también
18 2, 61| de su conciencia es en él testigo de la verdad universal del
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