Dominum et vivificantem
Cap., N. 1 1, 19 | trinitaria que atestigua la exaltación de Cristo con ocasión del
2 1, 19 | predilecto del Padre. Su exaltación solemne no se reduce a la
3 1, 19 | teofanía del Jordán, esta exaltación alcanza el misterio de la
4 1, 21 | particular manifestación y exaltación, que es propia del Hijo
Evangelium vitae
Cap., N. 5 1, 19 | conciliar esta postura con la exaltación del hombre como ser « indisponible »?
6 2, 38 | Ireneo precisa y completa su exaltación del hombre: « el hombre
7 2, 45 | desde sus comienzos. La exaltación de la fecundidad y la espera
Fides et ratio
Cap., N. 8 Conclus, 109| septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, del año
Laborem exercens
Cap., Párrafo 9 2, 5 | ocupados, o cuando mediante la exaltación de la máquina reduce al
10 5, 27 | septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, del año
Redemptoris Mater
Cap., N. 11 3, 41 | 1 Co 15, 26).110~A esta exaltación de la « Hija excelsa de
12 3, 41 | servir no cesa de ser su exaltación real; asunta a los cielos,
Veritatis Splendor
Cap., N. 13 2, 33 | 33. Paralelamente a la exaltación de la libertad, y paradójicamente
14 2, 66 | sígueme» marca la máxima exaltación posible de la libertad del
15 2, 66 | Encontramos una análoga exaltación de la libertad humana en
16 3, 87 | resurrección de la muerte es la exaltación suprema de la fecundidad
17 3 | El martirio, exaltación de la santidad inviolable
18 3, 92 | martirio es, pues, también exaltación de la perfecta humanidad
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