Centesimus annus
Cap., N. 1 3, 26 | pasado reciente, el deseo sincero de ponerse de parte de los
Dominum et vivificantem
Cap., N. 2 2, 42 | interior y sin un propósito sincero y firme de enmienda, los
Evangelium vitae
Cap., N. 3 1, 25 | vocación, consiste en el don sincero de sí mismo. Precisamente
4 4, 81 | manifestación del « don sincero de sí mismo » como tarea
5 4, 96 | amor. Este amor, como don sincero de sí, 125 es el sentido
Fides et ratio
Cap., N. 6 1, 15 | o lo buscan con corazón sincero. El fin último de la existencia
7 2, 16 | hasta el final, si con ánimo sincero fija su búsqueda en el horizonte
8 7, 92 | necesaria para un diálogo sincero y auténtico entre las personas.
Redemptor hominis
Cap., Párrafo 9 Heren, 4| estado siempre privado de un sincero amor a la Iglesia. Indudablemente,
Redemptoris missio
Cap., N. 10 5, 57 | diálogo la única manera de dar sincero testimonio de Cristo y un
Ut unum sint
Cap., N. 11 1, 12 | vida y manifiestan un amor sincero por la religión, creen con
12 1, 39 | afrontadas con espíritu sincero de caridad fraterna, de
13 2, 52 | de recibirlo en Roma con sincero afecto y con la solemnidad
Veritatis Splendor
Cap., N. 14 Intro, 3 | pero buscan a Dios con sincero corazón e intentan en su
15 3, 95 | de un respeto profundo y sincero —animado por el amor paciente
|