(...) Veritatis Splendor
    Cap., N.
501   1,  9      |         efecto, interrogarse sobre el bien significa, en último término,
502   1,  11     |           santo (cf. Ex 20, 2-11). El bien es pertenecer a Dios, obedecerle,
503   1,  11     |                3).~Pero si Dios es el Bien, ningún esfuerzo humano,
504   1,  12     |      responder a la pregunta sobre el bien porque él es el Bien. Pero
505   1,  12     |               el bien porque él es el Bien. Pero Dios ya respondió
506   1,  13     |          entrar en la vida» sino, más bien, indicar al joven la «centralidad»
507   1,  13     |         mandamiento que se refiere al bien de la persona, como compendio
508   1,  13     |               destinados a tutelar el bien de la persona humana, imagen
509   1,  16     |            promete precisamente aquel bien que abre al hombre a la
510   1,  16     |    mandamientos: ambos se refieren al bien, a la vida eterna. El Sermón
511   1,  22     |          observar los mandamientos, o bien es la observancia de los
512   2,  28     |        mandamientos divinos, entre el bien moral de los actos humanos
513   2,  29     |             la «moralidad», o sea, al bien y al mal de los actos humanos
514   2,  30     |             nuestra vida?, ¿qué es el bien y qué el pecado?, ¿cuál
515   2,  30     |        acuerdo con la verdad sobre el bien, los derechos y deberes
516   2,  32     |               infaliblemente sobre el bien y el mal. Al presupuesto
517   2,  32     |             verdad universal sobre el bien, que la razón humana puede
518   2,  32     |            conocimiento universal del bien en una determinada situación
519   2,  32     |            aquí y ahora; sino que más bien se está orientado a conceder
520   2,  32     |           autónomo, los criterios del bien y del mal, y actuar en consecuencia.
521   2,  34     |           hombre puede convertirse al bien sólo en la libertad» 56.
522   2          |               árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás» (Gn
523   2,  35     |               árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque
524   2,  35     |             poder de decidir sobre el bien y el mal no pertenece al
525   2,  35     |               árbol de la ciencia del bien y del mal, por estar llamado
526   2,  35     |          facultad de decidir sobre el bien y el mal: la libertad humana
527   2,  36     |               católica. En efecto, si bien ésta nunca ha intentado
528   2,  36     |              de Dios al hombre. Ahora bien, estas tendencias de pensamiento
529   2,  37     |    determinadas relativas al llamado «bien humano». Éstas no pertenecerían
530   2,  40     |        Creador y Legislador divino, o bien se sugiriera una libertad
531   2,  40     |               árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque,
532   2,  41     |      imposición de normas ajenas a su bien, tal heteronomía estaría
533   2,  41     |               árbol de la ciencia del bien y del mal», Dios afirma
534   2,  42     |              en la libre elección del bien y se procura con eficacia
535   2,  42     |              debe hacer libremente el bien y evitar el mal. Pero para
536   2,  42     |              debe poder distinguir el bien del mal. Y esto sucede,
537   2,  42     |                 Quién nos mostrará el bien? "; y, respondiendo a esta
538   2,  44     |         humana que nos manda hacer el bien y nos intima a no pecar»,
539   2,  44     |               comportamientos: «Ahora bien, todo esto no podría darse
540   2,  44     |             hombre puede reconocer el bien y el mal gracias a aquel
541   2,  44     |              aquel discernimiento del bien y del mal que él mismo realiza
542   2,  46     |        contemporánea está marcada, si bien en un sentido diferente,
543   2,  47     |         fecundación artificial. Ahora bien, según el parecer de estos
544   2,  50     |               vida humana, por ser un bien fundamental del hombre,
545   2,  50     |              moral en relación con el bien de la persona que siempre
546   2,  51     |              persona debe realizar el bien y evitar el mal, preservar
547   2,  51     |               la verdad, practicar el bien, contemplar la belleza 93.~
548   2,  51     |           universalidad del verdadero bien. Nuestros actos, al someterse
549   2,  52     |       inmutables 94; unen en el mismo bien común a todos los hombres
550   2,  52     |             el compromiso de hacer el bien, como indican los mandamientos
551   2,  52     |           positivos. La razón es, más bien, la siguiente: el mandamiento
552   2,  52     |             límite superior, sino más bien uno inferior, por debajo
553   2,  54     |           siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal: haz esto,
554   2,  55     |               de conciencia, sino más bien una perspectiva general
555   2,  56     |            última instancia, sobre el bien y el mal. Con esta base
556   2,  59     |              debe hacer o no hacer, o bien, que valora un acto ya realizado
557   2,  59     |            que se debe amar, hacer el bien y evitar el mal. Este primer
558   2,  59     |               luz originaria sobre el bien y el mal, reflejo de la
559   2,  59     |           objetivas y universales del bien moral, la conciencia es
560   2,  59     |             una llamada a realizar el bien en una situación concreta.
561   2,  59     |            conciencia, conoce como un bien que le es señalado aquí
562   2,  59     |               no es anulado, sino más bien reconocido, cuando la razón
563   2,  60     |           actúa contra este juicio, o bien, lo realiza incluso no estando
564   2,  60     |         derivan de la verdad sobre el bien y sobre el mal moral, que
565   2,  60     |              práctica con relación al bien supremo, cuyo atractivo
566   2,  61     |                61. La verdad sobre el bien moral, manifestada en la
567   2,  61     |         asumir la responsabilidad del bien realizado y del mal cometido;
568   2,  61     |               la verdad universal del bien, así como de la malicia
569   2,  61     |         perdón que se ha de pedir, el bien que hay que practicar y
570   2,  61     |           reflejan la verdad sobre el bien, y no como decisiones arbitrarias.
571   2          |                 Buscar la verdad y el bien~ ~
572   2,  62     |              de buscar la verdad y el bien y, poco a poco, por el hábito
573   2,  62     |              al mundo presente, antes bien transformaos mediante la
574   2,  62     |          nombre de la verdad sobre el bien, que el sujeto está llamado
575   2,  63     |              error subjetivo sobre el bien moral con la verdad objetiva,
576   2,  63     |         relación a la verdad sobre el bien. Además, el bien no reconocido
577   2,  63     |             sobre el bien. Además, el bien no reconocido no contribuye
578   2,  63     |              sirve para disponerla al bien supremo. Así, antes de sentirnos
579   2,  63     |              de buscar la verdad y el bien, y cuando, de esta manera,
580   2,  64     |           conversión a la verdad y al bien. Es análoga la exhortación
581   2,  64     |     convertido al Señor y al amor del bien es la fuente de los juicios
582   2,  64     |              el hombre y el verdadero bien 110. Tal connaturalidad
583   2,  64     |       desviarse de la verdad sobre el bien del hombre, sino a alcanzar
584   2,  65     |               a favor o en contra del Bien, a favor o en contra de
585   2,  65     |              actos —se dice— no es el Bien absoluto (ante el cual la
586   2,  65     |          también categoriales). Ahora bien, según la opinión de algunos
587   2,  65     |         circunscriben expresamente el bien y el mal moral a la dimensión
588   2,  65     |            por una parte el orden del bien y del mal, que depende de
589   2,  67     |             de contenidos vinculantes bien precisos, o de una intención
590   2,  70     |             la práctica pastoral, son bien conocidos los casos en los
591   2,  71     |             que se traduce siempre en bien o en mal... Así pues, ser
592   2,  72     |            libertad del hombre con el bien auténtico. Dicho bien es
593   2,  72     |              el bien auténtico. Dicho bien es establecido, como ley
594   2,  72     |            conformes con el verdadero bien del hombre y expresan así
595   2,  72     |              es decir, Dios mismo: el bien supremo en el cual el hombre
596   2,  72     |          leyes divinas que tutelan el bien humano. Sólo el acto conforme
597   2,  72     |              Sólo el acto conforme al bien puede ser camino que conduce
598   2,  72     |              del acto humano hacia el bien en toda su verdad y la búsqueda
599   2,  72     |           búsqueda voluntaria de este bien, conocido por la razón,
600   2,  72     |             la acción concreta con el bien humano, tal y como es reconocido
601   2,  72     |             sintonía con el verdadero bien de la persona, la elección
602   2,  72     |            con nuestro fin último, el bien supremo, es decir, Dios
603   2,  73     |            actos humanos a Dios, sumo bien y fin (telos) último del
604   2,  73     |            son conformes al auténtico bien moral del hombre, tutelado
605   2,  73     |           justo y bueno que premia el bien y castiga el mal, como nos
606   2,  73     |            durante su vida mortal, el bien o el mal» (2 Co 5, 10).~ ~
607   2,  74     |            conforme al fin último, al bien supremo, o de las circunstancias —
608   2,  75     |         objetiva a la verdad sobre el bien, de su determinación mediante
609   2,  75     |              persiguen, se centra más bien en la proporción reconocida
610   2,  75     |          buenos o malos, en vista del bien mayor o del mal menor, que
611   2,  75     |              En un mundo en el que el bien estaría siempre mezclado
612   2,  76     |              moral católica, pues, si bien es verdad que en esta última
613   2,  76     |              posibilidades mayores de bien, es igualmente verdad que
614   2,  78     |              nuestro fin último en el bien perfecto, el amor originario.
615   2,  78     |              pobres: en este caso, si bien la intención es buena, falta
616   2,  78     |              el mal para que venga el bien. Estos bien merecen la propia
617   2,  78     |              que venga el bien. Estos bien merecen la propia condena" (
618   2,  78     |             objeto es conforme con el bien de la persona en el respeto
619   2,  78     |               a promover el verdadero bien de la persona, sino que
620   2,  78     |               que es preciso hacerlas bien. Para que nuestras obras
621   2          |           hacer el mal para lograr el bien (cf. Rm 3, 8)~ ~
622   2,  79     |           sobre su «ordenabilidad» al bien y al fin último que es Dios.
623   2,  79     |              se ponen al servicio del bien de la persona , del bien
624   2,  79     |              bien de la persona , del bien que es ella misma y su perfección.
625   2,  80     |                             80. Ahora bien, la razón testimonia que
626   2,  80     |           contradicen radicalmente el bien de la persona, creada a
627   2,  80     |            mal mayor o de promover un bien más grande, no es lícito,
628   2,  80     |              el mal para conseguir el bien (cf. Rm 3, 8), es decir,
629   2,  80     |            salvaguardar o promover el bien individual, familiar o social» 133.~ ~
630   2,  81     |            son ordenables a Dios y al bien de la persona: «En cuanto
631   2,  82     |            cuando apunta al verdadero bien de la persona con relación
632   2,  82     |             en todos los casos a este bien. En este sentido, el respeto
633   2,  82     |               y de la verdad sobre el bien, así como en detrimento
634   3          |               CRISTO" (1 Cor 1,17)~El bien moral para la vida de la
635   3,  84     |         persona humana a su verdadero bien. El bien de la persona consiste
636   3,  84     |               a su verdadero bien. El bien de la persona consiste en
637   3,  84     |            siempre el único verdadero bien del hombre» 137.~ ~
638   3,  85     |              al mundo presente, antes bien transformaos mediante la
639   3,  86     |          llama al hombre al verdadero Bien, y más aún, por la revelación
640   3,  86     |             apertura a la Verdad y al Bien, y que demasiado frecuentemente,
641   3,  86     |               rechazar la Verdad y el Bien para erigirse en principio
642   3,  88     |               de las tinieblas, antes bien, denunciadlas... Mirad atentamente
643   3,  88     |               prudentes; aprovechando bien el tiempo presente, porque
644   3,  91     |              para sacar de ello algún bien. Susana elige para sí la
645   3,  91     |              Dios de Israel, sobre el bien; de este modo, manifiesta
646   3,  93     |              hombre: la confusión del bien y del mal, que hace imposible
647   3,  93     |           moral. Dando testimonio del bien, ellos representan un reproche
648   3,  93     |             Ay, los que llaman al mal bien, y al bien mal; que dan
649   3,  93     |              llaman al mal bien, y al bien mal; que dan oscuridad por
650   3,  94     |              En el dar testimonio del bien moral absoluto los cristianos
651   3,  95     |               persona, a su verdadero bien, a su libertad auténtica.
652   3,  95     |              el cual no acepta llamar bien al mal y mal al bien» 151,
653   3,  95     |           llamar bien al mal y mal al bien» 151, ha de estar siempre
654   3,  99     |                     99. Sólo Dios, el Bien supremo, es la base inamovible
655   3,  99     |               de cada hombre. Así, el Bien supremo y el bien moral
656   3,  99     |             Así, el Bien supremo y el bien moral se encuentran en la
657   3,  101    |             para su crecimiento en el bien, sino también para la sociedad
658   3,  102    |               aborrezco... No hago el bien que quiero, sino que obro
659   3,  102    |               dioses, conocedores del bien y del mal» (Gn 3, 5): ésta
660   3,  104    |              falsificar la medida del bien y del mal para adaptarla
661   3,  104    |        criterio de la verdad sobre el bien, de manera que se puede
662   3,  106    |             pocas sociedades—, es más bien el de un formidable desafío
663   3,  110    |             resplandece la verdad del bien llevado hasta su perfección.
664   3,  111    |       pregunta primigenia: ¿Qué es el bien o el mal? ¿Qué hacer para
665   3,  112    |          camino que con frecuencia es bien diverso del de la normalidad
666   3,  113    |           compromiso por el verdadero bien y en el recurrir confiadamente
667   3,  116    |         pastoral familiar o social, o bien de instituciones dedicadas
668   3,  117    |          confiada a su Iglesia. Ahora bien, como dice el Apóstol de
669   3,  117    |             voz de la verdad sobre el bien y el mal. En la palabra
670 Conclus,  118|             cumplimiento perfecto del bien. Esta renovación, que capacita
671 Conclus,  120|               no pierda el camino del bien, ~no pierda la conciencia