Dominum et vivificantem
   Cap., N.
 1   1,  21 |          divinidad.~En la magnífica confesión de la paternidad de Dios,


Ecclesia de Eucharistia
   Cap., N.
 2   I,  14 |        Misterios « es una verdadera confesión y memoria de que el Señor
 3  IV,  36 |      Eucaristía, « debe preceder la confesión de los pecados, cuando uno
 4  IV,  46 |          sea a los hermanos de otra confesión cristiana, a los que se


Evangelium vitae
   Cap., N.
 5   2,  37 |            que Pedro reconoce en su confesión de fe: « Señor, ¿a quién


Redemptor hominis
   Cap., Párrafo
 6   4,   20|       Penitencia —la práctica de la confesión individual, unida al acto


Redemptoris missio
   Cap., N.
 7   3,  23 |           sus lectores a repetir la confesión de Pedro: « Tú eres el Cristo » (


Ut unum sint
   Cap., N.
 8   1,  24 | circunstancia, junto al altar de la Confesión, profesamos juntos el Símbolo
 9   2,  42 |     cristianos pertenecientes a una confesión ya no consideran a los demás


Veritatis Splendor
   Cap., N.
10   3,  89 |             moral la fe llega a ser confesión, no sólo ante Dios, sino
11   3,  105|       pregunta san Pablo. Y con una confesión gozosa y agradecida responde: «¡
12   3,  107|            constituye una verdadera confesión de fe y un impulso para