Centesimus annus
   Cap., N.
 1   2,  18 |        hombres son obligadas a abandonar su tierra y deportadas forzosamente.~
 2   3,  28 |      Sobre todo será necesario abandonar una mentalidad que considera
 3   6,  53 |        que la Iglesia no puede abandonar al hombre, y que «este hombre
 4   6,  55 |     Iglesia, así como no puede abandonar nunca esta misión religiosa


Dives in misericordia
   Cap., Párrafo
 5   4,    5|      había emigrado después de abandonar la casa paterna. En este


Laborem exercens
   Cap., Párrafo
 6   4,   23|      El hombre tiene derecho a abandonar su País de origen por varios


Redemptor hominis
   Cap., Párrafo
 7   3,   14|   hombre~ ~La Iglesia no puede abandonar al hombre, cuya «suerte»,


Slavorum apostoli
   Cap., N.
 8   2,  7  |      que se vieron obligados a abandonar su campo misional; no obstante
 9   3,  8  | encargo significaba para ellos abandonar no sólo un puesto de honor,


Sollicitudo rei socialis
   Cap., N.
10   2,  9  |   escribió.~Por otro lado, sin abandonar la línea de esta visión


Ut unum sint
   Cap., N.
11   2,  65 |       imperativo que nos exige abandonar las divisiones, para buscar


Veritatis Splendor
   Cap., N.
12   2,  51 |     anillo a la cera, pero sin abandonar el anillo» 92.~Precisamente