Evangelium vitae
  Cap., N.
1   1,  8 |     decir, de aquél que « era homicida desde el principio » (Jn
2   1,  9 |     el desierto. La violencia homicida cambia profundamente el
3   1,  9 |       de Abel. Ni siquiera el homicida pierde su dignidad personal
4   1,  9 |     Dios no quiso castigar al homicida con el homicidio, ya que
5   1,  18|      materialidad de su gesto homicida, y comprender toda su gravedad
6   2,  36|   enemistad, llegando al odio homicida. Cuando no se reconoce a
7   3,  53|        24). Satanás, que es « homicida desde el principio », y
8   3,  54|     dura y larga antes que al homicida arrepentido se le concediese
9   3,  57| además puede pedir este gesto homicida para sí mismo o para otros