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concibió 4
conciclio 1
conciencia 381
conciencias 38
concientización 1
concierne 13
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395 parte
391 persona
382 tiene
381 conciencia
380 ella
377 concilio
377 según
Ioannes Paulus PP. II
Encíclicas

IntraText - Concordancias

conciencia

Centesimus annus
    Cap., N.
1 Intro, 3 | propuso hablar, y esta misma conciencia es la que anima hoy a su 2 2, 15 | ningún modo en la propia conciencia o en la propia dignidad. 3 2, 16 | Nacido como reacción de la conciencia moral contra situaciones 4 2, 21 | Unidas. No sólo ha crecido la conciencia del derecho de los individuos, 5 3, 22 | partidistas ofuscaban la conciencia de la común dignidad humana, 6 3, 23 | la verdad, apelando a la conciencia del adversario y tratando 7 3, 26 | formas espontáneas de la conciencia obrera, que ponen de manifiesto 8 3, 29 | íntegramente los derechos de la conciencia humana, vinculada solamente 9 5, 44 | fuentes más profundas de la conciencia colectiva, están exentos 10 6, 57 | lógica interna. De esta conciencia deriva también su opción 11 6, 58 | riqueza mayor. Sólo esta conciencia dará la fuerza para afrontar 12 6, 59 | cruce de la vida y de la conciencia cristiana con las situaciones Dives in misericordia Cap., Párrafo
13 1, 1 | enriquecer de múltiples formas la conciencia de la Iglesia, fruto del 14 2, 3 | y misericordia es en la conciencia de Cristo mismo la prueba 15 3, 4 | Cuando a su vez adquiría conciencia de la propia infidelidad — 16 3, 4 | hombres que despiertan tal conciencia— se apelaba a la misericordia. 17 3, 4 | Así lo hace David, con la conciencia de la gravedad de su culpa.39 18 3, 4 | desgracias como en la toma de conciencia de su pecado, al Dios de 19 3, 4(52)| términos que corresponden a la conciencia y a la experiencia del hombre 20 4, 5 | la dignidad perdida, la conciencia de la filiación echada a 21 4, 5 | motivo está impregnado por la conciencia de una pérdida más profunda: 22 4, 5 | decisión es tomada en plena conciencia de lo que merece y de aquello 23 4, 5 | que, en el centro de la conciencia del hijo pródigo, emerge 24 4, 5 | ello y es precisamente tal conciencia lo que le muestra con claridad 25 6, 10 | de lo universal, por una conciencia más clara de la unidad del 26 6, 11 | obedecer a la voz de la conciencia que le indica la recta vía 27 6, 11 | subalternos.~Así pues, junto a la conciencia de la amenaza biológica, 28 6, 11 | amenaza biológica, crece la conciencia de otra amenaza, que destruye 29 6, 11 | contra la libertad humana, la conciencia y la religión, explica la 30 6, 12 | multiforme, en cuya base la conciencia humana contemporánea ha 31 7 | nuestro tiempo adquiera conciencia más honda y concreta de 32 7, 14 | sabe recibir el don con la conciencia de que también él, acogiéndolo, 33 7, 14 | también acerca de sí mismo! La conciencia de ser deudores unos de 34 8, 15 | para con los hombres. La conciencia humana, cuanto más pierde 35 8, 15 | misericordia », o en su conciencia privada de todo contenido 36 8, 15 | debe guiarse por la plena conciencia de que en esta obra no le Dominum et vivificantem Cap., N.
37 Intro, 2 | fortalecida y profundizada en la conciencia del Pueblo de Dios. Durante 38 Intro, 2 | desarrollar en la Iglesia la conciencia de que en ella « el Espíritu 39 1, 21 | de la que tiene perfecta conciencia, se expresa en aquel « gozo », 40 1, 25 | cuáles resulta que, según la conciencia de la primera comunidad , 41 2, 31 | el juicio interior de la conciencia, y éste, siendo una verificación 42 2, 31 | el don de la verdad de la conciencia y el don de la certeza de 43 2, 32 | mundo », al hombre y a la conciencia humana , sino es el Espíritu 44 2, 32 | Dios ». No basta sondear la conciencia humana, como misterio íntimo 45 2, 33 | en la voluntad —y en la conciencia— del hombre, ante todo, 46 2, 36 | Espíritu Santo da como don la conciencia, para que la imagen pueda 47 2, 36 | para el hombre la luz de la conciencia y la fuente del orden moral, 48 2, 37 | estado de acusación ante la conciencia de la criatura. Por vez 49 2, 40 | las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios 50 2, 40 | la « purificación de la conciencia » llevada a cabo por él. 51 2 | La sangre que purifica la conciencia »~ ~ 52 2, 42 | sangre purifica nuestra conciencia ».164 Esta sangre, pues, 53 2, 43 | enseñanza católica sobre la conciencia, al hablar de la vocación 54 2, 43 | humana. Precisamente la conciencia decide de manera específica 55 2, 43 | dignidad. En efecto, la conciencia es « el núcleo más secreto 56 2, 43 | en lo más profundo de su conciencia descubre el hombre la existencia 57 2, 43 | cual debe obedecer ».165 La conciencia, por tanto, no es una fuente 58 2, 43 | Precisamente, en este sentido, la conciencia es el « sagrario íntimo » 59 2, 43 | Creador: precisamente la conciencia encuentra siempre en esta 60 2, 43 | que por el camino de la conciencia. Si la conciencia es recta, 61 2, 43 | de la conciencia. Si la conciencia es recta, ayuda entonces 62 2, 43 | Fruto de la recta conciencia es, ante todo, el llamar 63 2, 44 | pecado » que acompaña a la conciencia humana en toda reflexión 64 2, 44 | influencias en la misma conciencia en el transcurso de la historia. 65 2, 44 | apoyándose en la voz de la propia conciencia, « ha de luchar continuamente 66 2, 45 | con aquella fatiga de la conciencia humana, de la que los textos 67 2, 45 | sugestiva. Esta fatiga de la conciencia determina también los caminos 68 2, 45 | cuesta mucho. Se sabe que la conciencia no sólo manda o prohibe, 69 2, 45 | de la verdad permite a la conciencia humana la participación 70 2, 45 | entonces el sufrimiento de la conciencia es particularmente profundo 71 2, 45 | humano y la fatiga de la conciencia, donde se realiza esta « 72 2, 45 | profundidad » del hombre y de la conciencia humana se realiza la misión 73 2, 45 | Cristo ... purifica nuestra conciencia de las obras muertas para 74 2, 46 | las obras muertas nuestra conciencia ».~Sabemos que un fruto 75 2, 46 | conversión obrada por él en la conciencia. Si Jesús afirma que la 76 2, 47 | una impermeabilidad de la conciencia, un estado de ánimo que 77 2, 48 | realiza la purificación de la conciencia por medio de la Sangre del 78 3, 54 | su ser como pensamiento, conciencia, corazón; es realidad psicológica 79 3, 55 | imperativos de la recta conciencia y, al mismo tiempo, es una 80 3, 60 | hombre, en el santuario de la conciencia, donde el Espíritu Santo 81 3, 60 | presente en el corazón y en la conciencia de los fieles, y a menudo 82 3, 63 | continuamente. La Iglesia, al tomar conciencia cada vez más viva de este 83 3, 64 | resulta entrañable tener conciencia cada vez más viva del hecho 84 3, 65 | muchas comunidades madura la conciencia de que, a pesar del vertiginoso Ecclesia de Eucharistia Cap., N.
85 IV, 36 | esta sagrada Mesa con una conciencia manchada y corrompida. Hacer 86 IV, 36 | establece: « Quien tiene conciencia de estar en pecado grave 87 IV, 37 | pues, si el cristiano tiene conciencia de un pecado grave está 88 IV, 37 | tratándose de una valoración de conciencia. No obstante, en los casos Evangelium vitae Cap., N.
89 Intro, 3 | sentimiento auténtico de cada conciencia recta: « Todo lo que se 90 Intro, 4 | es el hecho de que a la conciencia misma, casi oscurecida por 91 1, 10 | contemporáneo para que tome conciencia de la amplitud y gravedad 92 1, 11 | tienden a perder, en la conciencia colectiva, el carácter de « 93 1, 11 | eclipse », aun cuando la conciencia no deje de señalarlo como 94 1, 24 | 24. En lo íntimo de la conciencia moral se produce el eclipse 95 1, 24 | en duda, sobre todo, la conciencia de cada persona, que en 96 1, 24 | en cierto sentido, la « conciencia moral » de la sociedad. 97 1, 24 | pecado » contra la vida. La conciencia moral, tanto individual 98 1, 24 | cometen » (1, 32). Cuando la conciencia, este luminoso ojo del alma ( 99 1, 24 | Señor que resuena en la conciencia de cada hombre. De este 100 1, 24 | este íntimo santuario de la conciencia puede empezar un nuevo camino 101 1, 27 | movimientos favorecen una toma de conciencia más difundida y profunda 102 1, 28 | la Iglesia toma más viva conciencia de la gracia y de la responsabilidad 103 2, 29 | destinado a sensibilizar la conciencia y a causar cambios significativos 104 2, 29 | y mujer, resuena en cada conciencia « desde el principio », 105 2, 31 | así en Israel una clara conciencia: su vida no está a merced 106 2, 31 | precariedad de la vida y de la conciencia de las amenazas que la acechan. 107 2, 38 | desarrolla en la gozosa conciencia de poder hacer de la propia 108 2, 40 | corazón del hombre, en su conciencia. La pregunta « ¿Qué has 109 2, 40 | hombre: en lo profundo de su conciencia siempre es llamado a respetar 110 2, 44 | también en esta convicción la conciencia que tiene Israel de ser 111 3, 57 | la progresiva pérdida de conciencia en los individuos y en la 112 3, 58 | debilitando progresivamente en la conciencia de muchos. La aceptación 113 3, 65 | inevitable, se puede en conciencia « renunciar a unos tratamientos 114 3, 65 | consecuencia limitar la conciencia y abreviar la vida, « si 115 3, 65 | privar al moribundo de la conciencia propia sin grave motivo »: 80 116 3, 65 | poderse preparar con plena conciencia al encuentro definitivo 117 3, 69 | reconozca la autonomía de cada conciencia individual y que, por tanto, 118 3, 69 | netamente entre el ámbito de la conciencia privada y el del comportamiento 119 3, 69 | abdicando de la propia conciencia moral al menos en el ámbito 120 3, 70 | más débil e indefenso? La conciencia universal reacciona justamente 121 3, 70 | trágica ofuscación de la conciencia colectiva, el escepticismo 122 3, 71 | civil puede sustituir a la conciencia ni dictar normas que excedan 123 3, 71 | invocar el respeto de la conciencia de los demás, precisamente 124 3, 71 | pueden dar en nombre de la conciencia y bajo el pretexto de la 125 3, 72 | tendrían fuerza para obligar en conciencia...; más aún, en tal caso, 126 3, 72 | sujeto interesado con plena conciencia. Pero un Estado que legitimase 127 3, 73 | crean ninguna obligación de conciencia, sino que, por el contrario, 128 3, 73 | mediante la objeción de conciencia. Desde los orígenes de la 129 3, 73 | Un problema concreto de conciencia podría darse en los casos 130 3, 74 | ante difíciles problemas de conciencia en materia de colaboración, 131 3, 74 | llamados, por un grave deber de conciencia, a no prestar su colaboración 132 3, 74 | recurre a la objeción de conciencia debe estar a salvo no sólo 133 3, 77 | En efecto, resuena en la conciencia moral de cada uno como un 134 4, 78 | Mantengamos, por ello, la conciencia humilde y agradecida de 135 4, 79 | un deber, que nace de la conciencia de ser el pueblo adquirido 136 4, 89 | tambiénejercer la objeción de conciencia ante el aborto procurado 137 4, 90 | fatigas y cansancios, la conciencia de la dignidad de cada hombre; 138 4, 90 | responsabilidad personal en la conciencia de los individuos investidos 139 4, 90 | ante Dios, ante la propia conciencia y ante la sociedad entera 140 4, 90 | en la intimidad de cada conciencia, anima a los políticos, 141 4, 96 | consiste en la formación de la conciencia moral sobre el valor inconmensurable 142 4, 96 | decisivo en la formación de la conciencia es eldescubrimiento del 143 4, 97 | 97. A la formación de la conciencia está vinculada estrechamente 144 4, 101 | extraordinarias, pertenece a toda conciencia humana que aspira a la verdad 145 Conclus, 104| así a la Iglesia a tomar conciencia de que la vida está siempre Fides et ratio Cap., N.
146 Intro, 2 | adquiridas, incluso desde la conciencia de que toda verdad alcanzada 147 Intro, 6 | de la era cristiana, tome conciencia cada vez más clara de los 148 1, 7 | Iglesia lleva a cabo está la conciencia de ser depositaria de un 149 2, 18 | descanso; la segunda nace de la conciencia de que dicho camino no se 150 4, 36 | de Dios y en la voz de la conciencia moral de cada hombre (cf. 151 4, 36 | dicho proceso buscaba era la conciencia crítica de aquello en lo 152 4, 41 | es claro indicio de la conciencia crítica con que los pensadores 153 5, 59 | renovada comprensión de la conciencia moral; quienes, además, 154 6, 66 | conceptos como ley moral, conciencia, libertad, responsabilidad 155 6, 68 | capaz de emplear a fondo su conciencia y la fuerza de su razonamiento. 156 7, 80 | Los cristianos han tomado conciencia progresivamente de la riqueza 157 7, 81 | la humanidad requiere una conciencia renovada y aguda de los 158 7, 82 | también para los juicios de la conciencia moral, que la Sagrada Escritura 159 7, 90(106)| hombre, en su corazón, en su conciencia »: Redemptor hominis, (4 160 7, 98 | político y científico, la conciencia ética del hombre está desorientada. 161 7, 98 | la concepción misma de la conciencia: a ésta ya no se la considera 162 7, 98 | orientando a conceder a la conciencia del individuo el privilegio Laborem exercens Cap., Párrafo
163 Intro, 1 | básicas; la creciente toma de conciencia de la limitación del patrimonio 164 2, 8 | trabajo, junto con una toma de conciencia más neta y más comprometida 165 3, 15 | trabajando «en algo propio». Esta conciencia se extingue en él dentro 166 3, 15 | sistema, pueda conservar la conciencia de trabajar en «algo propio». 167 4, 21 | finalmente, del nivel de conciencia respecto a toda la ética 168 5, 25 | sus siervos y amigos.36~La conciencia de que el trabajo humano 169 5, 25 | deber el hacerlo».38~La conciencia de que a través del trabajo Redemptor hominis Cap., Párrafo
170 Heren, 1 | de manera particular la conciencia de la verdad-clave de la 171 Heren, 3 | vigorosamente enraizada en la conciencia de la Iglesia de un modo 172 Heren, 3 | salvífica.~Precisamente de esta conciencia contemporánea de la Iglesia, 173 Heren, 3 | Santo, la Iglesia tiene una conciencia cada vez más profunda, sea 174 Heren, 3 | humanas: es precisamente esta conciencia la que debe seguir siendo 175 Heren, 3 | consolidar y profundizar esa conciencia. Pablo VI nos ha dejado 176 Heren, 3 | testimonio de esa profundísima conciencia de Iglesia. A través de 177 Heren, 4 | Precisamente por esta razón, la conciencia de la Iglesia debe ir unida 178 Heren, 4 | orgánicamente unida con la conciencia de la propia naturaleza, 179 Heren, 4 | misión y su servicio. Esta conciencia se ha demostrado a veces 180 Heren, 5 | comunión de servicio y en la conciencia del apostolado. Tal unión 181 Heren, 5 | diócesis, pulsasen con plena conciencia de la propia identidad y 182 2, 7 | eterna».24~A través de la conciencia de la Iglesia, tan desarrollada 183 2, 7 | todos los niveles de esta conciencia y a través también de todos 184 2, 10 | del hombre, orientar la conciencia y la experiencia de toda 185 2, 11 | trabajo inmenso para formar la conciencia plena y universal de la 186 2, 11 | su primera Encíclica. Tal conciencia —o más bien, autoconciencia 187 2, 11 | han podido alcanzar una conciencia más completa del misterio 188 2, 11 | hombre ha conseguido plena conciencia de su dignidad, de su elevación, 189 2, 11 | cual —si ha alcanzado en la conciencia común del mundo contemporáneo 190 2, 12 | entendimiento, su voluntad, su conciencia y su libertad.81 De este 191 2, 12 | hombre, en su corazón, en su conciencia. ¡Qué confirmación tan estupenda 192 3, 14 | y de la voluntad, de la conciencia y del corazón. El hombre 193 3, 14 | verdad de su vida, en su conciencia, en su continua inclinación 194 3, 16 | esencial de un examen de conciencia para cada uno y para todos: « 195 3, 17 | ha crecido enormemente la conciencia social de los hombres y 196 3, 17 | derecho de la libertad de conciencia. El Concilio Vaticano II 197 4, 18 | de lo bello, la voz de la conciencia. La Iglesia, tratando de 198 4, 20 | toda la profundidad de su conciencia, con todo el sentido de 199 4, 20 | también a los deseos de la conciencia humana. «Bienaventurados Redemptoris Mater Cap., N.
200 Intro, 3 | por parte de la Iglesia la conciencia de que María apareció antes 201 1, 17 | autorrevelación de Dios y ha tomado conciencia del misterio. Es la primera 202 1, 17 | Por lo tanto, Jesús tenía conciencia de que « nadie conoce bien 203 2, 29 | ecuménico, sobre la base de una conciencia más lúcida y difundida de 204 2, 36 | María adquiere una nueva conciencia y una nueva expresión. Lo 205 2, 37 | cada vez mejor en sí la conciencia de que no se puede separar 206 2, 37 | y en nuestra época tal conciencia se refuerza de manera particular— 207 3, 43 | indicio interesante de la conciencia materna de la Iglesia primitiva, 208 3, 43 | entre los hombres. Esta conciencia permitía y permite constantemente 209 Conclus, 52 | humanas, un desafío a toda la conciencia histórica del hombre: el Redemptoris missio Cap., N.
210 Intro, 2 | se está afianzando una conciencia nueva: la misión atañe a 211 1, 4 | del hombre, orientar la conciencia y la experiencia de toda 212 1, 4 | humana? El respeto de la conciencia y de la libertad ¿no excluye 213 1, 5 | ello Cristo tiene plena conciencia. Aun cuando no se excluyan 214 1, 8 | por salvar la libertad de conciencia, dice el Concilio Vaticano 215 1, 8 | nadie a obrar contra su conciencia ni se le impida que actúe 216 2, 12 | historia, Israel adquiere conciencia de que su elección tiene 217 4, 39 | misionera están marcadas por la conciencia de promover la libertad 218 4, 39 | detiene ante el sagrario de la conciencia. A quienes se oponen con 219 5, 43 | capacidad de un examen de conciencia, a nivel personal y comunitario, 220 5, 59 | ricos, entre otras cosas, la conciencia de que ha llegado el momento 221 7, 77 | fin de que, teniendo viva conciencia de la propia responsabilidad 222 7, 82 | les exige sobre todo la conciencia de deber ser siempre testigos Slavorum apostoli Cap., N.
223 Intro, 2 | cinco años quería avivar la conciencia ante estos solemnes actos 224 4, 12 | lengua. Lo hicieron con una conciencia ajena a todo espíritu de 225 5, 20 | por primera vez, tomar conciencia de su propia vocación y 226 5, 20 | creada por san Metodio y a la conciencia de la propia identidad cristiana, 227 Conclus, 30 | ellos, conforme a su propia conciencia, la voz de tu llamada a 228 Conclus, 30 | ideológicos por la común conciencia de la verdad, pueda ser 229 Conclus, 31 | hoy. Que no falte en la conciencia de nuestros contemporáneos. Sollicitudo rei socialis Cap., N.
230 Intro, 4 | su fuerza de llamado a la conciencia, ahora, en la recta final 231 2, 7 | Encíclica, cabe subrayar: la conciencia del deber que tiene la Iglesia, « 232 2, 7 | luz del Evangelio »; 10 la conciencia, igualmente profunda de 233 2, 9 | Encíclica, « cada uno debe tomar conciencia » de este hecho,24 precisamente 234 2, 9 | interpela directamente a la conciencia, que es fuente de las decisiones 235 3, 12 | situación y a proponer a la conciencia de todos la obligación urgente 236 3, 17 | con el fin de despertar la conciencia de todos y de encontrar 237 3, 21 | tratan de librarse. Esta conciencia es tal que ha dado origen, 238 3, 26 | El primero es la plena conciencia, en muchísimos hombres y 239 3, 26 | de cada ser humano. Esta conciencia se expresa, por ejemplo, 240 3, 26 | testimonio de una mayor conciencia que se está imponiendo. 241 3, 26 | Organismos internacionales.47~La conciencia de la que hablamos no se 242 3, 26 | señalar igualmente la mayor conciencia de la limitación de los 243 4, 33 | sus responsables, una viva conciencia del valor de los derechos 244 4, 34 | conveniencia de tomar mayor conciencia de que no se pueden utilizar 245 4, 34 | cuales ponen ante nuestra conciencia la dimensión moral, que 246 5, 36 | contrariamente a una verdadera conciencia del bien común universal 247 5, 38 | valor positivo y moral, la conciencia creciente de la interdependencia 248 5, 38 | realidad es transformada en conciencia, que adquiere así una connotación 249 5, 39 | contemporáneo son la creciente conciencia de solidaridad de los pobres 250 5, 39 | importancia de despertar la conciencia religiosa de los hombres 251 5, 40 | 1 Jn 3, 16).~Entonces la conciencia de la paternidad común de 252 Conclus, 47 | última instancia, en la conciencia que la Iglesia tiene de Ut unum sint Cap., N.
253 Intro, 4 | obedecer al Señor y con plena conciencia de mi fragilidad humana. 254 1, 8 | como un imperativo de la conciencia cristiana iluminada por 255 1, 15 | principios, del imperativo de la conciencia cristiana, a la realización 256 1, 22 | Cristo, crecerá en ellos la conciencia de que es menos lo que los 257 1, 32 | común exigidas por toda conciencia cristiana, y se reúnen, 258 1 | Diálogo como examen de conciencia~ ~ 259 1, 33 | mismo tiempo, exige que la conciencia de los cristianos, hermanos 260 1, 34 | función de un examen de conciencia. ¿Cómo no recordar en este 261 1, 34 | llegara a ser un examen de conciencia, como un « diálogo de las 262 1, 39 | exigencias de la propia conciencia y la del prójimo, con profunda 263 2, 42 | evolución de la mentalidad. La conciencia de la común pertenencia 264 2, 48 | Comunidades nos ha hecho tomar conciencia del testimonio que los otros 265 2, 49 | se trata de una toma de conciencia de elementos estáticos, 266 2, 70 | fe y respeto de la propia conciencia y de la del otro, ha estado 267 3, 77 | son suficientes para la conciencia de los cristianos que profesan 268 3, 82 | invita a un serio examen de conciencia. La Iglesia católica debe 269 Exhort, 100 | Concilio infundió en la conciencia de la Iglesia católica, 270 Exhort, 101 | dirigida a fomentarla en la conciencia de que la Iglesia es movida 271 Exhort, 102 | con impulso renovado y conciencia más madura, la gracia de Veritatis Splendor Cap., N.
272 Intro, 1 | las del corazón y de la conciencia moral.~ ~ 273 Intro, 2 | Iglesia está siempre viva la conciencia de su «deber permanente 274 Intro, 3 | través de lo que les dice su conciencia, pueden conseguir la salvación 275 Intro, 4 | dejados al juicio de la conciencia subjetiva individual o a 276 1, 16 | No es fácil decir con la conciencia tranquila «todo eso lo he 277 1, 16 | respuesta, se refiere a esa conciencia de que aún falta algo: comprendiendo 278 1, 24 | otra parte, precisamente la conciencia de haber recibido el don, 279 2, 30 | cuál es el papel de la conciencia en la formación de la concepción 280 2, 31 | nuestro tiempo tienen una conciencia cada vez mayor de la dignidad 281 2, 31 | coacción, sino guiados por la conciencia del deber» 53. En concreto, 282 2, 31 | religiosa y al respeto de la conciencia en su camino hacia la verdad 283 2, 31 | respeto debido al camino de la conciencia, es ciertamente una adquisición 284 2, 32 | ateas. Se han atribuido a la conciencia individual las prerrogativas 285 2, 32 | se debe seguir la propia conciencia se ha añadido indebidamente 286 2, 32 | mismo de que proviene de la conciencia. Pero, de este modo, ha 287 2, 32 | la concepción misma de la conciencia: a ésta ya no se la considera 288 2, 32 | orientado a conceder a la conciencia del individuo el privilegio 289 2, 32 | antinomia entre ley moral y conciencia, entre naturaleza y libertad.~ ~ 290 2, 34 | defensor de los derechos de la conciencia, afirmaba con decisión: « 291 2, 34 | afirmaba con decisión: «La conciencia tiene unos derechos porque 292 2, 34 | naturaleza humana y con la conciencia, y proponen criterios innovadores 293 2, 36 | y, concretamente, de la conciencia personal.~Algunos, sin embargo, 294 2, 52 | mediante el juicio de la conciencia. El sujeto que actúa asimila 295 2 | II. Conciencia y verdad~ ~ 296 2, 54 | la persona, o sea, en su conciencia moral: «En lo profundo de 297 2, 54 | moral: «En lo profundo de su concienciaafirma el concilio Vaticano 298 2, 54 | interpretación que se da a la conciencia moral. En este sentido, 299 2, 54 | interpretación «creativa» de la conciencia moral, que se aleja de la 300 2, 55 | teólogos, la función de la conciencia se habría reducido, al menos 301 2, 55 | vinculante para los juicios de conciencia, sino más bien una perspectiva 302 2, 55 | típica del fenómeno de la conciencia: ésta se relaciona profundamente 303 2, 55 | al máximo el valor de la conciencia, que el Concilio mismo ha 304 2, 55 | carácter creativo de la conciencia, ya no llaman a sus actos 305 2, 55 | de inútiles conflictos de conciencia.~ ~ 306 2, 56 | realización práctica, con buena conciencia, de lo que está calificado 307 2, 56 | general y la norma de la conciencia individual, que decidiría 308 2, 56 | creativa, según la cual la conciencia moral no estaría obligada 309 2, 56 | la identidad misma de la conciencia moral ante la libertad del 310 2, 56 | interpretación creativa de la conciencia.~ ~ 311 2 | El juicio de la conciencia~ ~ 312 2, 57 | el sentido bíblico de la conciencia, especialmente en su vinculación 313 2, 57 | corazón, atestiguándolo su conciencia con sus juicios contrapuestos 314 2, 57 | palabras de san Pablo, la conciencia, en cierto modo, pone al 315 2, 57 | rectitud o maldad moral. La conciencia es el único testigo. Lo 316 2, 57 | los demás desde fuera. La conciencia dirige su testimonio solamente 317 2, 57 | respuesta a la voz de la conciencia.~ ~ 318 2, 58 | fin último del hombre. «La concienciadice san Buenaventura— 319 2, 58 | deriva el hecho de que la conciencia tiene la fuerza de obligar» 103. 320 2, 58 | puede decir, pues, que la conciencia da testimonio de la rectitud 321 2, 58 | suaviter» a la obediencia: «La conciencia moral no encierra al hombre 322 2, 58 | misterio y dignidad de la conciencia moral: en ser el lugar, 323 2, 59 | limita a reconocer que la conciencia hace de testigo, sino que 324 2, 59 | el carácter propio de la conciencia, que es el de ser un juicio 325 2, 59 | 2, 16).~El juicio de la conciencia es un juicio práctico, o 326 2, 59 | universales del bien moral, la conciencia es la aplicación de la ley 327 2, 59 | una situación concreta. La conciencia formula así la obligación 328 2, 59 | mediante el acto de su conciencia, conoce como un bien que 329 2, 59 | concreta. El juicio de la conciencia muestra en última instancia 330 2, 60 | también el juicio de la conciencia tiene un carácter imperativo: 331 2, 60 | es condenado por su misma conciencia, norma próxima de la moralidad 332 2, 60 | moralidad. El juicio de la conciencia no establece la ley, sino 333 2, 60 | acoge la persona humana: «La conciencia, por tanto, no es una fuente 334 2, 61 | concretamente por el juicio de la conciencia, el cual lleva a asumir 335 2, 61 | mal, el justo juicio de su conciencia es en él testigo de la verdad 336 2, 61 | Pero el veredicto de la conciencia queda en el hombre incluso 337 2, 61 | el juicio práctico de la conciencia, que impone a la persona 338 2, 61 | Precisamente por esto la conciencia se expresa con actos de 339 2, 61 | con la liberación de la conciencia de la verdad objetiva, en 340 2, 62 | 62. La conciencia, como juicio de un acto, 341 2, 62 | muchas veces ocurre que la conciencia yerra por ignorancia invencible, 342 2, 62 | el hábito del pecado, la conciencia se queda casi ciega» 107. 343 2, 62 | largo de los siglos sobre la conciencia errónea.~Ciertamente, para 344 2, 62 | Ciertamente, para tener una «conciencia recta» (1 Tm 1, 5), el hombre 345 2, 62 | dice el apóstol Pablo, la conciencia debe estar «iluminada por 346 2, 62 | en los juicios de nuestra conciencia anida siempre la posibilidad 347 2, 62 | obstante, el error de la conciencia puede ser el fruto de una 348 2, 62 | recuerda el Concilio— la conciencia no pierde su dignidad porque 349 2, 63 | modo, la dignidad de la conciencia deriva siempre de la verdad: 350 2, 63 | verdad: en el caso de la conciencia recta, se trata de la verdad 351 2, 63 | por el hombre; en el de la conciencia errónea, se trata de lo 352 2, 63 | del acto realizado con una conciencia verdadera y recta, con el 353 2, 63 | siguiendo el juicio de una conciencia errónea 108. El mal cometido 354 2, 63 | justificados en nombre de nuestra conciencia, debemos meditar en las 355 2, 63 | luz (cf. Jn 9, 39-41).~La conciencia, como juicio último concreto, 356 2, 63 | cuando, de esta manera, la conciencia se hace casi ciega como 357 2, 63 | de la deformación de la conciencia cuando advierte: «La lámpara 358 2, 64 | también la llamada a formar la conciencia, a hacerla objeto de continua 359 2, 64 | juicios verdaderos de la conciencia. En efecto, para poder « 360 2, 64 | para la formación de la conciencia: «Los cristianos, al formar 361 2, 64 | cristianos, al formar su conciencia, deben atender con diligencia 362 2, 64 | ningún modo la libertad de conciencia de los cristianos; no sólo 363 2, 64 | porque la libertad de la conciencia no es nunca libertad con 364 2, 64 | presenta verdades ajenas a la conciencia cristiana, sino que manifiesta 365 2, 64 | siempre al servicio de la conciencia, ayudándola a no ser zarandeada 366 2, 71 | ámbito vital y profundo en la conciencia moral, se manifiesta y realiza 367 3, 85 | fieles en la formación de una conciencia moral que juzgue y lleve 368 3, 85 | La Iglesia hace suya la conciencia que el apóstol Pablo tenía 369 3, 94 | vivir» 147. La voz de la conciencia ha recordado siempre sin 370 3, 104 | actitudes diferentes de la conciencia moral del hombre de todos 371 3, 104 | publicano nos presenta una conciencia penitente que es plenamente 372 3, 104 | fariseo nos presenta una conciencia satisfecha de sí misma, 373 3, 105 | que pretende eliminar la conciencia del propio límite y del 374 3, 105 | 25).~Encontramos la misma conciencia en esta oración de san Ambrosio 375 3, 106 | por la disolución de la conciencia de la originalidad de la 376 3, 110 | juicios normativos para la conciencia de los fieles, los actos 377 3, 110 | moralmente obligatorios en conciencia. Además, desarrolla una 378 3, 110 | sólo implícitos, cuando la conciencia de los mismos no logra reconocer 379 3, 117 | los interrogantes de su conciencia, cuando los fieles se dirigen 380 Conclus, 120| resucitado pueden dar paz a su conciencia y salvación a su vida.~María, ~ 381 Conclus, 120| del bien, ~no pierda la conciencia del pecado ~y crezca en


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