Centesimus annus
Cap., N. 1 Intro, 1 | miembros de asociaciones, deseo ante todo satisfacer la
2 Intro, 1 | documento»3. Es también mi deseo mostrar cómo la rica savia,
3 2, 13 | siente en su corazón entre el deseo de una plenitud de bien
4 3, 24 | existencialmente adecuada al deseo de bien, de verdad y de
5 3, 26 | En el pasado reciente, el deseo sincero de ponerse de parte
6 4, 36 | venido a crear.~No es malo el deseo de vivir mejor, pero es
7 4, 37 | hombre, impulsado por el deseo de tener y gozar, más que
8 4, 37 | del hombre, animado por el deseo de poseer las cosas en vez
9 6, 56 | centenario de esta Encíclica, deseo dar las gracias a todos
10 6, 56 | aplicación en todos los ámbitos.~Deseo, en particular, que sea
11 6, 57 | deben quedarse en un piadoso deseo, sino convertirse en compromiso
Dives in misericordia
Cap., Párrafo 12 1, 2 | En la presente Encíclica deseo acoger esta llamada; deseo
13 1, 2 | deseo acoger esta llamada; deseo recurrir al lenguaje eterno —
14 1, 2 | del Padre y de su amor? 18~Deseo pues que estas consideraciones
15 3, 4 | naturaleza, excluye el odio y el deseo de mal, respecto a aquel
16 6, 10 | auténtica, finalmente por el deseo —y la posibilidad— de entrar
17 6, 12 | este profundo y ardiente deseo de una vida justa bajo todos
Dominum et vivificantem
Cap., N. 18 3, 60 | robusteciendo también con ese deseo aquellos generosos propósitos
19 Conclus, 67 | bendición y la gracia, que deseo transmitir en el nombre
Ecclesia de Eucharistia
Cap., N. 20 INT, 6 | presente Carta encíclica, deseo suscitar este « asombro »
21 INT, 7 | vigésimo quinto de Pontificado, deseo involucrar más plenamente
22 I, 11 | por tan inestimable don.12 Deseo, una vez más, llamar la
23 I, 20 | a la tierra presente.33 Deseo recalcarlo con fuerza al
24 IV, 34 | bienes: en ella culmina todo deseo humano, porque aquí llegamos
25 IV, 34 | cultivar en el ánimo el deseo constante del Sacramento
26 IV, 36 | acercarse a comulgar ».74 Deseo, por tanto, reiterar que
27 IV, 43 | sentido atraídos por el deseo ardiente de la unidad entre
28 IV, 44 | embargo, tenemos el ardiente deseo de celebrar juntos la única
29 IV, 44 | Eucaristía del Señor, y este deseo es ya una alabanza común,
30 VI, 56 | comunión espiritual » de deseo y ofrecimiento, que culminará
Evangelium vitae
Cap., N. 31 Intro, 6 | comunidades domésticas, y deseo que resurja o se refuerce
32 1, 23 | porque manifiesta el propio deseo, o incluso la propia voluntad,
33 2, 37 | no nació de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de
34 2, 37 | de deseo de carne, ni de deseo de hombre, sino que nació
35 3, 67 | ilumina con nuevo sentido. El deseo que brota del corazón del
36 4, 85 | luto, la esperanza y el deseo de inmortalidad.~En esta
Fides et ratio
Cap., N. 37 Intro | el corazón del hombre el deseo de conocer la verdad y,
38 Intro, 3 | diversas, muestra que el deseo de verdad pertenece a la
39 Intro, 4 | preliminar. Movido por el deseo de descubrir la verdad última
40 Intro, 5 | análogas de mis Predecesores, deseo yo también dirigir la mirada
41 Intro, 5 | desarrollado sucesivamente su deseo de conocer cada vez más
42 Intro, 6 | Con la presente Encíclica deseo continuar aquella reflexión
43 2, 16 | para el autor inspirado el deseo de conocer es una característica
44 2, 17 | 139 [138], 17-18). El deseo de conocer es tan grande
45 3, 24 | corazón del hombre está el deseo y la nostalgia de Dios.
46 3, 24 | demostrado que sabe expresar este deseo íntimo. La literatura, la
47 3, 24 | modalidades científicas, este deseo universal del hombre.~ ~
48 3, 25 | el objeto propio de este deseo. Incluso la vida diaria
49 3, 27 | manifestaciones lo que permanece es el deseo de alcanzar la certeza de
50 3, 33 | lo que experimenta como deseo y nostalgia.~ ~
51 4, 42 | quod factus sum ».42 El deseo de la verdad mueve, pues,
52 4, 43 | teología. En este contexto, deseo recordar lo que escribió
53 5, 62 | 62. Deseo reafirmar decididamente
54 6, 64 | no atañe al Magisterio, deseo más bien recordar algunos
55 6, 71 | misterio y su inagotable deseo de conocer. En consecuencia,
56 6, 74 | recientes, entre los cuales deseo mencionar, por lo que se
57 7, 83 | histórica particular. Sólo deseo afirmar que la realidad
58 7, 85 | Vaticano II ha afirmado, deseo expresar firmemente la convicción
59 7, 92 | del Señor resucitado. 109 Deseo indicar ahora cómo la exigencia
60 Conclus, 104| Concilio Vaticano II: « El deseo de que este diálogo sea
61 Conclus, 105| de la ciencia teológica. Deseo agradecerles su servicio
62 Conclus, 106| ciencia. De modo particular, deseo alentar a los creyentes
Laborem exercens
Cap., Párrafo 63 Intro, 1 | palabras Rerum Novarum, deseo dedicar este documento precisamente
64 Intro, 1 | trabajo humano, y más aún deseo dedicarlo al hombre en el
65 Intro, 2 | su misión apostólica. Si deseo concentrar en ellas estas
66 5, 27 | robusteciendo también, con ese deseo, aquellos generosos propósitos
Redemptor hominis
Cap., Párrafo 67 Heren, 2 | mi venerado Predecesor, deseo al igual que él expresar
68 Heren, 2 | constituyen una etapa, a la que deseo referirme directamente como
69 3, 17 | mi ministerio específico, deseo, en nombre de todos los
70 4, 22 | pensamiento y mi corazón, deseo con ello entrar y penetrar
71 4, 22 | invitación a la oración, deseo que se persevere en ella
Redemptoris Mater
Cap., N. 72 Intro, 1 | bienaventurada Virgen María,1 deseo iniciar también mi reflexión
73 Intro, 2 | llega. Pero en este camino —deseo destacarlo enseguida— procede
74 1, 13 | divino, el cumplimiento del deseo de su Hijo. María ha pronunciado
75 2, 29 | discípulos de Cristo el deseo y la colaboración para que
76 2, 31 | 31. Por otra parte, deseo subrayar cuan profundamente
77 2, 31 | transcurrido con un vivo deseo de compromiso cristiano
78 3, 46 | en otro lugar. Aquí sólo deseo poner de relieve que la
79 3, 48 | del Concilio Vaticano II, deseo poner de relieve la especial
80 3, 50 | ecumenismo. De modo particular, deseo recordar todavía que, durante
81 Conclus, 52 | si cae, « se levante ».~Deseo fervientemente que las reflexiones
Redemptoris missio
Cap., N. 82 2, 14 | fe, a la conversión, al deseo de perdón (cf. Lc 5, 24).
83 4, 38 | necesidad de interioridad , el deseo de aprender nuevas formas
84 5, 46 | el don de Dios » y en el deseo inconsciente, pero ardiente
85 5, 47 | misterio de fe y de amor.77 Deseo alentar, pues, a estas personas
86 5, 47 | entusiasmo de la fe, el deseo de encontrar en la Iglesia
87 5, 57 | generoso servicio al hombre, deseo alentarlos a perseverar
88 6, 68 | autoridad del Obispo.139 Mi deseo es que el espíritu de servicio
89 7, 79 | para llevar la salvación.~Deseo, por tanto, recordar y alentar
90 7, 81 | disposición. A este respecto, deseo dar las gracias a todos
91 7, 86 | humana y de sus derechos; el deseo de libertad, de justicia
92 8, 91 | sufrimientos y persecuciones, deseo de justicia y de paz, caridad;
Slavorum apostoli
Cap., N. 93 Intro, 3 | 3. En este documento deseo hacer una mención particular
94 2, 4 | por la Carta Grande munus, deseo recordar la vida de San
95 4, 12 | que, de manera especial, deseo subrayar en la conducta
96 Conclus, 29 | once siglos de su muerte, deseo estar presente, al menos
97 Conclus, 29 | concluir su vida apostólica:~—deseo también detenerme en la
98 Conclus, 29 | apóstoles de los eslavos, deseo encomendar a la Santísima
99 Conclus, 31 | maestro de toda santidad, deseo encomendarte la Iglesia
Sollicitudo rei socialis
Cap., N. 100 2, 5 | presente reflexión.~Pero antes deseo detenerme sobre la fecha
101 3, 13 | bien negativa. ~Por ello, deseo llamar la atención sobre
102 4, 31 | et spes.60 Por mi parte, deseo insistir también sobre su
103 5, 40 | circunstancias actuales. Entre ellos deseo recordar a San Pedro Claver,
104 6, 43 | descrito.~A este respecto, deseo recordar particularmente:
105 Conclus, 46 | desarrollo es el signo de su deseo de superar los múltiples
106 Conclus, 49 | Hijo, nuestro Redentor, deseo confiar a ella y a su intercesión
107 Conclus, 49 | en todos los hombres el deseo de un progreso justo y fraternal,
Ut unum sint
Cap., N. 108 Intro, 1 | unidad. Me mueve el vivo deseo de renovar hoy esta invitación,
109 1, 7 | el arrepentimiento y el deseo de la unión. Muchísimos
110 1, 12 | discípulos de Cristo el deseo de trabajar para que todos
111 1, 21 | nosotros. Del amor nace el deseo de la unidad, también en
112 1, 24 | juntos. En este contexto, deseo evocar la experiencia particular
113 2, 45 | embargo, tenemos el ardiente deseo de celebrar juntos la única
114 2, 45 | Eucaristía del Señor, y este deseo es ya una alabanza común,
115 2, 65 | ecuménico había expresado su deseo de que se organizase una
116 2, 66 | movimiento ecuménico y el deseo de paz con la Iglesia católica
117 2, 72 | con un gesto concordado el deseo de alcanzar el momento en
118 3, 95 | habita su Espíritu, es el deseo ardiente de Cristo. Estoy
119 3, 95 | distinta. Pero 5 por el deseo de obedecer verdaderamente
Veritatis Splendor
Cap., N. 120 1, 17 | puede brotar y madurar el deseo de la perfección, es decir,
121 2, 30 | hermanos en el episcopado, deseo enunciar los principios
122 3, 105 | dejado a sí mismo, suscita el deseo de la gracia y predispone
123 Conclus, 120| todos, afirma: «El primer deseo ardiente de aprender lo
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