Centesimus annus
Cap., N. 1 1, 5 | iluminaba ni orientaba su presencia en la tierra. La actitud
2 6, 59 | se alcanza la misteriosa presencia de Dios en la historia que
Dives in misericordia
Cap., Párrafo 3 2, 3 | tal modo de manifestar la presencia de Dios que es padre, amor
4 3, 4 | el Antiguo Testamento— la presencia de Dios, el cual ya en cuanto
5 4, 6 | la obra del amor y de la presencia de la misericordia en el
Dominum et vivificantem
Cap., N. 6 1, 7 | continúa incesantemente la presencia histórica del Redentor sobre
7 1, 12 | existencia, sino también la presencia del Espíritu de Dios en
8 1, 12 | misterio trinitario, la presencia de la Trinidad en la obra
9 1, 13 | pecado, que es contrario a la presencia del Espíritu de Dios en
10 1, 14 | significa también una nueva presencia del Espíritu de Dios en
11 1, 20 | se desarrollará bajo la presencia viva del Espíritu Santo.70
12 1, 26 | especial ratificación de la presencia del Espíritu Santo Paráclito.
13 2, 40 | nuestra consideración sobre la presencia del Espíritu Santo a lo
14 2, 40 | reflexionar también sobre la presencia del mismo Espíritu en el
15 2, 42 | especialmente de relieve la presencia del Paráclito consolador,
16 3, 49 | historia del hombre: es una presencia trascendente en el « ahora » («
17 3, 54 | absoluta trascendencia ~Pero la presencia divina en el mundo y en
18 3, 55 | resulta que la cercanía y presencia de Dios en el hombre y en
19 3, 56 | excluye radicalmente la presencia y la acción de Dios, que
20 3, 58 | su nueva venida, su nueva presencia en los hombres y en el mundo.
21 3, 59 | del acercamiento y de la presencia de Dios, sujeto de la condescendencia
22 3, 61 | Espíritu Santo y su constante presencia y acción en la vida espiritual,
23 3, 62 | cada vez su venida y su presencia salvífica: en el Sacrificio
24 3, 63 | 63. La presencia eucarística de Cristo, su
25 3, 63 | como en la intimidad de la presencia invisible del Espíritu,
26 3, 64 | signo e instrumento de la presencia y de la acción del Espíritu
27 3, 65 | igual modo está extendida la presencia y la acción del Espíritu
Ecclesia de Eucharistia
Cap., N. 28 INT, 1 | Señor, se alegra de esta presencia con una intensidad única.
29 INT, 9 | 9. La Eucaristía, presencia salvadora de Jesús en la
30 I, 15 | resurrección, implica una presencia muy especial que –citando
31 I, 20 | Eucaristía, grabando en esta presencia sacrificial y convival la
32 II, 25 | Sacrificio eucarístico. La presencia de Cristo bajo las sagradas
33 II, 25 | conservan después de la Misa –presencia que dura mientras subsistan
34 III, 32 | eucarístico. Pero esto requiere la presencia de un presbítero, el único
35 III, 33 | incluso aprovechando la presencia ocasional de un sacerdote
36 IV, 39 | en efecto, recibiendo la presencia eucarística del Señor, recibe
37 IV, 39 | como imagen y verdadera presencia de la Iglesia una, santa,
38 VI, 53 | espera de Pentecostés. Esta presencia suya no pudo faltar ciertamente
39 CON, 61 | eucarístico –sacrificio, presencia, banquete –no consiente
Evangelium vitae
Cap., N. 40 1, 7 | y he de esconderme de tu presencia, convertido en vagabundo
41 1, 7 | atacara. Caín salió de la presencia del Señor, y se estableció
42 1, 8 | de la historia humana, la presencia en el hombre de la ira y
43 1, 9 | claman venganza ante la presencia de Dios » y entre ellos
44 1, 9 | Dios expulsó a Caín de su presencia y, renegado por sus padres,
45 1, 12 | simplemente, con su misma presencia pone en discusión el bienestar
46 1, 16 | viendo como una pesadilla la presencia y aumento de los hijos de
47 1 | He de esconderme de tu presencia » (Gn 4, 14): eclipse del
48 1, 21 | capacidad de percibir la presencia vivificante y salvadora
49 1, 21 | y he de esconderme de tu presencia, convertido en vagabundo
50 1, 21 | tener que « esconderse de su presencia ». Si Caín confiesa que
51 2, 29 | Vaticano II, Cristo « con su presencia y manifestación, con sus
52 2, 34 | en el mundo, signo de su presencia, resplandor de su gloria (
53 2, 45 | la fuerza redentora de la presencia del Hijo de Dios entre los
54 2, 45 | llegada de María y de la presencia del Señor... Isabel fue
55 2, 45 | mujer, el hijo sintió la presencia del Hijo; ellas proclaman
56 3, 60 | poder actuar ».57 Aunque la presencia de un alma espiritual no
57 3, 60 | discernir racionalmente una presencia personal desde este primer
58 4, 84 | Sacramentos, signos eficaces de la presencia y de la acción salvífica
59 4, 90 | legal de la vida por la presencia de fuertes corrientes culturales
60 4, 94 | ancianos son intolerables. Su presencia en la familia o al menos
61 4, 98 | enriquecen con su misma presencia.~En la movilización por
Fides et ratio
Cap., N. 62 Intro, 4 | conocimientos filosóficos cuya presencia es constante en la historia
63 1, 11 | cf. Jn 14, 9); él, con su presencia y manifestación, con sus
64 2, 16 | los acontecimientos, la presencia operante de la Providencia.
65 3, 34(29) | científica Galileo siente la presencia del Creador que le estimula,
66 4, 44 | embargo, al Doctor Angélico la presencia de otras dos formas de sabiduría
67 5, 61 | formas de pensamiento, la presencia de múltiples expresiones
Redemptor hominis
Cap., Párrafo 68 3, 13 | todas las limitaciones de la presencia o de la actividad institucional
69 4, 22 | la Iglesia. Mediante su presencia materna la Iglesia se cerciora
Redemptoris Mater
Cap., N. 70 Intro, 1 | misterio de Cristo y sobre su presencia activa y ejemplar en la
71 Intro, 2 | Iglesia, confortada por la presencia de Cristo (cf. Mt 28, 20),
72 Intro, 3 | historia del género humano.7~Su presencia en medio de Israel —tan
73 Intro, 3 | necesidad de poner de relieve la presencia singular de la Madre de
74 1, 7 | santos e inmaculados en su presencia, en el amor; eligiéndonos
75 1, 17 | así como la nube velaba la presencia de Dios en tiempos de Moisés
76 1, 21 | junto con María, dada su presencia en aquella fiesta: el Hijo
77 1, 23(47) | escribe Orígenes sobre la presencia de María y de Juan en el
78 1, 24 | Jerusalén. En ambos casos su presencia discreta, pero esencial,
79 1, 24 | Iglesia sigue siendo una presencia materna, como indican las
80 2, 27 | la fe de María decide su presencia especial en la peregrinación
81 2, 28 | Reino de su Hijo.68 Esta presencia de María encuentra múltiples
82 2, 28 | el ámbito de la materna presencia de « la que ha creído »,
83 2, 31 | Iglesia: la Virgen es una presencia permanente en toda la extensión
84 2, 33 | intercesión y signo de la presencia divina en el camino de los
85 2, 33 | pueblo, el cual advierte la presencia y la protección de la Madre
86 3, 38 | una dimensión real de su presencia en el misterio salvífico
87 3, 48 | poner de relieve la especial presencia de la Madre de Dios en el
Redemptoris missio
Cap., N. 88 3, 23 | misión. En esto está la presencia y el poder del Espíritu,
89 3, 28 | miembros; sin embargo, su presencia y acción son universales,
90 3, 28 | estructura misma de su ser.39~La presencia y la actividad del Espíritu
91 3, 29 | el diálogo. Toda clase de presencia del Espíritu ha de ser acogida
92 4, 34 | anuncio evangélico y de la presencia eclesial. Por tanto, se
93 4, 37 | política sean obstáculo para su presencia misionera. Pero también
94 4, 37 | anuncio evangélico y la presencia de la Iglesia local.60 Incluso
95 4, 37 | son un signo claro de la presencia cristiana; o bien estas
96 4, 37 | conversión y modos ejemplares de presencia cristiana.~b) Mundos y fenómenos
97 5, 49 | sean un « exponente de la presencia de Dios en el mundo » 80
98 5, 56 | conocer los signos de la presencia de Cristo y de la acción
99 5, 60 | misioneros quienes, con su presencia amorosa y su humilde servicio,
100 6, 69 | unión en Cristo ».141 Esta presencia es beneficiosa por doquiera
101 6, 72 | 72. Los sectores de presencia y de acción misionera de
102 7, 82 | sus lugares de origen. La presencia de estos hermanos en los
103 8, 88 | misionero experimenta la presencia consoladora de Cristo, que
104 Conclus, 92 | Iglesia, confortada por la presencia de Cristo, camina en el
Sollicitudo rei socialis
Cap., N. 105 5, 40 | hijos en el Hijo », de la presencia y acción vivificadora del
Ut unum sint
Cap., N. 106 1, 11 | Iglesia de Cristo tiene una presencia operante en ellas. Por este
107 1, 23 | Jueves Santo, aunque nuestra presencia común en este lugar, aguarda
108 1, 25 | privados. Ya he mencionado la presencia del Patriarca ecuménico
109 1, 25 | que no se beneficie con la presencia recíproca y la oración de
110 1, 30 | ecuménico. Por otra parte, la presencia de numerosos observadores
111 2, 72 | Hemos experimentado la presencia del Señor entre nosotros.~
112 3, 79 | memorial sacrificial y presencia real de Cristo, efusión
113 3, 84 | esperanza. En efecto, esta presencia universal de los santos
114 3, 86 | el ecumenismo señala la presencia en la misma de la plenitud (
115 3, 95(155)| Basílica de San Pedro en presencia de Dimitrios I, Arzobispo
Veritatis Splendor
Cap., N. 116 1, 10 | Cristo y santificado por la presencia del Espíritu Santo, tiene
117 1, 21 | fruto de la gracia, de la presencia operante del Espíritu Santo
118 2, 30 | Timoteo: «Te conjuro en presencia de Dios y de Cristo Jesús,
119 3, 103 | el perdón y gozar de la presencia del Espíritu» 164.~ ~
120 3, 109 | vida de fe. Gracias a la presencia permanente en ella del Espíritu
121 3, 110 | advirtiendo a los fieles de la presencia de eventuales errores, incluso
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