Centesimus annus
Cap., N. 1 4, 33 | Mundo. La situación de la mujer en estas condiciones no
2 4, 39 | parte del hombre y de la mujer crea un ambiente de vida
Dives in misericordia
Cap., Párrafo 3 2, 3 | oveja extraviada 27 o la mujer que barre la casa buscando
4 3, 4(52)| Isaías: « ¿Puede acaso una mujer olvidarse de su mamoncillo,
5 5, 9 | la visita hecha a Isabel, mujer de Zacarías: « Su misericordia
Dominum et vivificantem
Cap., N. 6 2, 36 | el ser humano —hombre o mujer— es una criatura. La « imagen
7 2, 36 | prohíbe al hombre y a la mujer que coman los frutos del
8 3, 49 | Dios a su Hijo, nacido de mujer ... para que recibiéramos
Ecclesia de Eucharistia
Cap., N. 9 V, 47 | la unción de Betania. Una mujer, que Juan identifica con
10 V, 48 | 48. Como la mujer de la unción en Betania,
11 VI | EN LA ESCUELA DE MARÍA,~MUJER « EUCARÍSTICA »~
12 VI, 53 | actitud interior. María es mujer « eucarística » con toda
Evangelium vitae
Cap., N. 13 Intro, 2 | terrena del hombre y de la mujer. En verdad, esa no es realidad «
14 Intro, 5 | el bien de cada hombre y mujer y por el destino de toda
15 1, 11 | especialmente aquellas contra la mujer, hacen que las opciones
16 1, 14 | implantación en el seno de la mujer, y estos así llamados «
17 1, 23 | arbitrio del hombre y de la mujer. La procreación se convierte
18 1, 23 | consecuencias negativas son la mujer, el niño, el enfermo o el
19 2, 29 | corazón mismo de cada hombre y mujer, resuena en cada conciencia «
20 2, 34 | ordena Dios al hombre y a la mujer. Un mensaje semejante aparece
21 2, 35 | Sólo la aparición de la mujer, es decir, de un ser que
22 2, 35 | humana. En el otro, hombre o mujer, se refleja Dios mismo,
23 2, 43 | por parte del hombre y la mujer en el matrimonio, como nos
24 2, 43 | principio al hombre, varón y mujer » (Mt 19, 4), queriendo
25 2, 43 | bendijo al varón y a la mujer diciendo: « Creced y multiplicaos » (
26 2, 43 | especial » del hombre y de la mujer en la « obra creadora »
27 2, 43 | exclamación gozosa de la primera mujer, « la madre de todos los
28 2, 43 | Así, el hombre y la mujer unidos en matrimonio son
29 2, 45 | María, Juan la del Señor; la mujer oyó la salutación de la
30 2, 45 | oyó la salutación de la mujer, el hijo sintió la presencia
31 3, 57 | tutelando a cada hombre y a cada mujer como persona y no como una
32 3, 58 | protección y al cuidado de la mujer que lo lleva en su seno.
33 3, 59 | induce expresamente a la mujer al aborto, sino también
34 3, 59 | amigos. No raramente la mujer está sometida a presiones
35 3, 77 | de cada hombre y de cada mujer y trabajar con constancia
36 4, 80 | corazón de cada hombre y mujer e introducirlo en lo más
37 4, 87 | profundo por cada hombre y mujer, se ha desarrollado a lo
38 4, 99 | madura en el seno de la mujer... Este modo único de contacto
39 4, 99 | toda la personalidad de la mujer ».134 En efecto, la madre
40 4, 99 | en su alteridad. Así, la mujer percibe y enseña que las
41 4, 100 | solicitud por cada hombre y mujer, repito hoy a todos cuanto
42 Conclus | apareció en el cielo: una Mujer vestida del sol » (Ap 12,
43 Conclus, 103| apareció en el cielo: una Mujer vestida del sol, con la
44 Conclus, 103| ejemplar en María. Ella es la mujer gloriosa, en la que el designio
45 Conclus, 103| con total perfección.~La « Mujer vestida del sol » —pone
46 Conclus, 103| inscrita por Dios en cada mujer. Así María se pone como
47 Conclus, 103| amaba, dice a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo" » (
48 Conclus | se detuvo delante de la Mujer... para devorar a su Hijo
49 Conclus, 104| la « gran señal » de la « Mujer » (12, 1) es acompañada
Fides et ratio
Cap., N. 50 1, 12 | se abre a todo hombre y mujer que quiera acogerla como
51 2, 22 | involucraron a cada hombre y a cada mujer, produciendo en la razón
Laborem exercens
Cap., Párrafo 52 4, 19 | verdadera promoción de la mujer exige que el trabajo se
Redemptor hominis
Cap., Párrafo 53 2, 10 | libre; no es ni hombre ni mujer, porque todos vosotros sois
54 3, 14 | diciendo al hombre y a la mujer: «henchid la tierra; sometedla»;94
Redemptoris Mater
Cap., N. 55 Intro, 1 | Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para
56 Intro, 1 | el don del Espíritu, la mujer de la que nació el Redentor,
57 Intro, 4 | generaciones humanas », a aquella « mujer » extraordinaria que llegó
58 1, 7 | lugar particular a la « mujer » que es la Madre de aquel,
59 1, 7 | envió a su Hijo, nacido de mujer, ... para que recibiéramos
60 1, 11 | Hijo, el « linaje de la mujer » que derrotará el mal del
61 1, 11 | victoria del Hijo de la mujer no sucederá sin una dura
62 1, 11 | de nuevo la señal de la « mujer », esta vez « vestida del
63 1, 20 | el que « alzó la voz una mujer de entre la gente, y dijo,
64 1, 20 | conocida personalmente por esta mujer. En efecto, cuando Jesús
65 1, 20 | las palabras de aquella mujer desconocida le hayan hecho
66 1, 20 | la que se refiere aquella mujer del pueblo. Gracias a esta
67 1, 20 | bendición proclamada por aquella mujer respecto a su madre según
68 1, 20 | respuesta a las palabras de la mujer anónima? Sin lugar a dudas,
69 1, 20 | apariencias, al formulado por la mujer desconocida, sino que viene
70 1, 20 | puede decir que aquella mujer anónima ha sido la primera
71 1, 21 | Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi
72 1, 23 | hermana de su madre. María, mujer de Cleofás, y María Magdalena.
73 1, 23 | amaba, dice a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo".
74 1, 24 | protoevangelio: el « linaje de la mujer pisará la cabeza de la serpiente » (
75 1, 24 | alto de la Cruz, la llame « mujer » y le diga: « Mujer, ahí
76 1, 24 | llame « mujer » y le diga: « Mujer, ahí tienes a tu hijo ».
77 1, 24 | aquel misterio como « la mujer » indicada por el libro
78 1, 24 | pronunciadas en la Cruz: « Mujer, ahí tienes a tu hijo »; «
79 2, 37 | terrena del hombre y de la mujer, el pecado de la incredulidad
80 2, 37 | corazón de Eva, la primera mujer, María, a la que la tradición
81 3, 44 | cuando estaba en la Cruz: « Mujer, ahí tienes a tu hijo »
82 3, 45 | Madre. Aun cuando una misma mujer sea madre de muchos hijos,
83 3, 46 | acento peculiar respecto a la mujer y a su condición. En efecto,
84 3, 46 | Nazaret proyecta luz sobre la mujer en cuanto tal por el mismo
85 3, 46 | ministerio libre y activo de una mujer. Por lo tanto, se puede
86 3, 46 | se puede afirmar que la mujer, al mirar a María, encuentra
87 3, 46 | Iglesia lee en el rostro de la mujer los reflejos de una belleza,
88 3, 47 | el misterio de aquella « mujer » que, desde los primeros
89 3, 47 | identificación suya eclesial con la « mujer vestida de sol » (Ap 12,
Redemptoris missio
Cap., N. 90 4, 37 | minorías; la promoción de la mujer y del niño; la salvaguardia
91 5, 46 | inconsciente, pero ardiente de la mujer: « Señor, dame de esa agua,
92 5, 60 | para la promoción de la mujer y otras similares. Doy gracias
93 6, 70 | y la laboriosidad de la mujer virgen, consagrada a la
94 6, 70 | pueblos y culturas en que la mujer debe realizar todavía un
95 7, 86 | dignidad y la valoración de la mujer. ~La esperanza cristiana
Sollicitudo rei socialis
Cap., N. 96 3, 18 | respeto que todo hombre y mujer se debe a sí mismo, nos
97 4, 28 | vocación del hombre y de la mujer, han sido descritas por
98 4, 29 | por una pareja, hombre y mujer (cf. Gén 1, 27), y es por
99 4, 30 | el ser humano, hombre y mujer, el germen y la exigencia
100 4, 30 | principio al hombre y a la mujer (cf. Gén 1, 26-28) y grabada
101 4, 33 | del ser humano, hombre o mujer, niño, adulto o anciano,
Veritatis Splendor
Cap., N. 102 1, 15 | Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio
103 1, 22 | del hombre respecto de su mujer, no trae cuenta casarse» (
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