Dives in misericordia
   Cap., Párrafo
 1   3,    4(52)|              misteriosa fuerza de la maternidad, se expresa en los texos
 2   4,    5(60)|               que precisamente en la maternidad de la Madre de Dios encontrarán
 3   5,    9    |            de la encarnación.~« Esta maternidad de María en la economía


Dominum et vivificantem
   Cap., N.
 4   3,  51     |          dando comienzo en ella a la maternidad divina, al mismo tiempo


Evangelium vitae
   Cap., N.
 5   1,  13     |       responsable de la paternidad y maternidad, respetando el significado
 6   2,  43     |          bien que en la paternidad y maternidad humanas Dios mismo está
 7   3,  59     |        sexual y de menosprecio de la maternidad, como a quienes debieron
 8   4,  86     |        comunicación, no favorecen la maternidad. En nombre del progreso
 9   4,  88     |           ayuda para la paternidad y maternidad responsables, en la que
10   4,  90     |           debido a la familia y a la maternidad: la política familiar debe
11   4,  90     |             sobre la paternidad y la maternidad; además, es necesario replantear
12   4,  99     |  interpersonal. La experiencia de la maternidad favorece en vosotras una
13   4,  99     |              misión particular: « La maternidad conlleva una comunión especial
14 Conclus,  102|         María en la Anunciación y su maternidad son el origen mismo del
15 Conclus,  102|          ella ».138~Al contemplar la maternidad de María, la Iglesia descubre
16 Conclus,  102|              el sentido de su propia maternidad y el modo con que está llamada
17 Conclus      |             del sol » (Ap 12, 1): la maternidad de María y de la Iglesia~ ~
18 Conclus,  103|            sido posible gracias a la maternidad de María, que concibió y
19 Conclus,  103|          Dios, la Theotokos, en cuya maternidad viene exaltada al máximo
20 Conclus,  103|              máximo la vocación a la maternidad inscrita por Dios en cada
21 Conclus,  103|       vivientes » (cf. Gn 3, 20).~La maternidad espiritual de la Iglesia
22 Conclus,  103|              María tuvo que vivir su maternidad bajo el signo del sufrimiento: «


Redemptor hominis
   Cap., Párrafo
23   4,   22    |           explícitamente extender la maternidad de su Madre —y extenderla
24   4,   22    |       excepcional de la gracia de la Maternidad divina. No sólo es única
25   4,   22    |      irrepetible la dignidad de esta Maternidad en la historia del género
26   4,   22    |            María, imagen de la misma Maternidad, en el designio divino de


Redemptoris Mater
   Cap., N.
27 Intro,  4    |       cristianos, la verdad sobre la maternidad divina de María fue confirmada
28 Intro,  4    |             A su vez, el dogma de la maternidad divina de María fue para
29   1,  10     |    consiguiente, a la dignidad de la maternidad divina, en la anunciación
30   1,  16     |         Salvador que sufre, y que su maternidad será oscura y dolorosa.
31   1,  20     |           del pueblo. Gracias a esta maternidad Jesús —Hijo del Altísimo (
32   1,  20     |             quitar la atención de la maternidad entendida sólo como un vínculo
33   1,  20     |            mismos padres. Y aun la « maternidad », en la dimensión del reino
34   1,  20     |             este nuevo sentido de la maternidad.~¿Se aleja con esto de la
35   1,  20     |       constatar, sin embargo, que la maternidad nueva y distinta, de la
36   1,  20     |              la otra dimensión de la maternidad, revelada por Jesús durante
37   1,  20     |             que esta dimensión de la maternidad pertenece a María desde
38   1,  20     |             aquella « novedad »de la maternidad, que debía constituir su «
39   1,  21     |               el nuevo sentido de la maternidad de María. Tiene un significado
40   1,  21     |            contraponer sobre todo la maternidad, resultante del hecho mismo
41   1,  21     |          nacimiento, a lo que esta « maternidad » (al igual que la « fraternidad »)
42   1,  21     |             se manifiesta como nueva maternidad según el espíritu y no únicamente
43   1,  22     |           orden de la gracia ». Esta maternidad en el orden de la gracia
44   1,  22     |        gracia ha surgido de su misma maternidad divina, porque siendo, por
45   1,  22     |              las almas ».45 « Y esta maternidad de María perdura sin cesar
46   1,  23     |            hecho de Caná presenta la maternidad solícita de María al comienzo
47   1,  23     |              Evangelio confirma esta maternidad de María en la economía
48   1,  23     |            Se puede decir que, si la maternidad de María respecto de los
49   1,  23     |           consiguiente, esta « nueva maternidad de María », engendrada por
50   1,  24     |            la Cruz significan que la maternidad de su madre encuentra una «
51   1,  24     |        designio de la Providencia la maternidad divina de María debe derramarse
52   1,  24     |       Tradición para las cuales la « maternidad » de María respecto de la
53   1,  24     |              y la prolongación de su maternidad respecto del Hijo de Dios.50~
54   1,  24     |      entrever esta continuidad de la maternidad de María: « Como quiera
55   2,  30     |         vislumbrar el misterio de la maternidad divina y si, a su vez, la
56   3,  38     |          María comenzando en ella la maternidad divina, mantiene así continuamente
57   3,  38     |          está íntimamente unida a su maternidad y posee un carácter específicamente
58   3,  38     |          extraordinaria. Brota de su maternidad divina y puede ser comprendida
59   3,  38     |              la plena verdad de esta maternidad. Siendo María, en virtud
60   3,  39     |               es la aceptación de la maternidad por parte de la Virgen de
61   3,  39     |          consentimiento suyo para la maternidad es sobre todo fruto de la
62   3,  39     |          acogió y entendió la propia maternidad como donación total de sí,
63   3,  39     |         vocación a la virginidad.~La maternidad de María, impregnada profundamente
64   3,  39     |            amor característico de la maternidad, unidos y como fundidos
65   3,  39     |           obra del Hijo Redentor, la maternidad misma de María conocía una
66   3,  40     |            la ascensión del Hijo, su maternidad permanece en la Iglesia
67   3,  40     |           enseña el Concilio: « Esta maternidad de María en la economía
68   3,  40     | bienaventurada ».105 De este modo la maternidad de María perdura incesantemente
69   3,  42     |         Virgen, por el don ... de la maternidad divina, con la que está
70   3,  43     |           también de María la propia maternidad; reconoce la dimensión materna
71   3,  43     |        íntima con Dios, lo es por su maternidad, porque, vivificada por
72   3,  43     |          espiritual: es fuente de la maternidad en el Espíritu Santo. ~Pero
73   3,  44     |              nueva e inmortal: es su maternidad en el Espíritu Santo. Y
74   3,  44     |              de la madre Iglesia. La maternidad de la Iglesia se lleva a
75   3,  44     |           como he dicho ya— su nueva maternidad como Madre del Redentor:
76   3,  44     |          como Madre del Redentor: la maternidad espiritual, nacida de lo
77   3,  44     |           Redentor del mundo. Es una maternidad en el orden de la gracia,
78   3,  44     |             día de Pentecostés.~Esta maternidad suya ha sido comprendida
79   3,  45     |                 45. Es esencial a la maternidad la referencia a la persona.
80   3,  45     |          referencia a la persona. La maternidad determina siempre una relación
81   3,  45     |              de ellos caracteriza la maternidad en su misma esencia. En
82   3,  45     |              Se puede afirmar que la maternidad « en el orden de la gracia »
83   3,  45     |              en el Gólgota, la nueva maternidad de su madre haya sido expresada
84   3,  45     |              se la da como madre. La maternidad de María, que se convierte
85   3,  45     |           manifiesta también aquella maternidad según el espíritu, que ha
86   3,  47     |            María acoge, con su nueva maternidad en el Espíritu, a todos
87 Conclus,  51 |           acompaña el misterio de la maternidad divina de María. Lo acompaña,


Redemptoris missio
   Cap., N.
88   6,  70     |       traduce en múltiples frutos de maternidad según el espíritu. Precisamente


Veritatis Splendor
   Cap., N.
89   3,  95     |     compasión. Pero, en realidad, la maternidad de la Iglesia no puede separarse