Centesimus annus
Cap., N. 1 3, 25 | volverá el Señor en su gloria para el juicio final (cf.
Dives in misericordia
Cap., Párrafo 2 3, 4 | Seguidamente, de gracias y gloria cada vez que se ha manifestado
3 5, 7 | Hijo, para la gracia y la gloria.~Los acontecimientos del
4 7, 13 | esperamos su venida en la gloria.114 El mismo rito eucarístico,
Dominum et vivificantem
Cap., N. 5 Intro, 2 | Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre ».9 De esta
6 Intro, 2 | recibe una misma adoración y gloria: él es una Persona divina
7 1, 7 | Por esto, resplandece la gloria de Cristo en el Espíritu
8 1, 7 | palabras de Juan: « El me dará gloria, porque recibirá de lo mío
9 1, 14 | partida » redentora la gloria de la resurrección y de
10 2, 27 | le dará rodeándolo con la gloria de la resurrección y de
11 3, 59 | verdaderamente que la « gloria de Dios es el hombre viviente,
12 3, 59 | viviendo una vida divina, es la gloria de Dios, y el Espíritu Santo
13 3, 59 | oculto de esta vida y de esta gloria. El —dice Basilio el Grande— «
14 Conclus, 67 | virtudes, que merecen la gloria celeste; pide la salvación
Ecclesia de Eucharistia
Cap., N. 15 INT, 8 | sacerdotal de la Iglesia y para gloria de la Santísima Trinidad.
16 I, 18 | Paraíso y « prenda de la gloria futura ».30 En la Eucaristía,
17 I, 19 | la tierra. Es un rayo de gloria de la Jerusalén celestial,
Evangelium vitae
Cap., N. 18 2, 33 | con mayor intensidad la gloria que se irradia desde la
19 2 | Hijo » (Rm 8, 28-29): la gloria de Dios resplandece en el
20 2, 34 | presencia, resplandor de su gloria (cf. Gn 1, 26-27; Sal 8,
21 2, 34 | el hombre que vive es la gloria de Dios ».23 Al hombre se
22 2, 34(23) | Gloria Dei vivens homo »: Contra
23 2, 35 | Dios »), coronándole de gloria y de esplendor » (Sal 8,
24 2, 35 | esplendor » (Sal 8, 6). La gloria de Dios resplandece en el
25 2, 36 | 15), « resplandor de su gloria e impronta de su sustancia » (
26 2, 38 | el hombre que vive » es « gloria de Dios », pero « la vida
27 2, 42 | hombre como signo de la gloria y del honor recibidos del
28 2, 50 | la Cruz se manifiesta su gloria! ~Con su muerte, Jesús ilumina
29 4, 84 | ser cantado con júbilo y gloria ».110 Más aún, el hombre
30 4, 84 | reconocemos la imagen de la gloria de Dios, gloria que celebramos
31 4, 84 | imagen de la gloria de Dios, gloria que celebramos en cada hombre,
32 Conclus, 105| del amor, ~para alabanza y gloria de Dios Creador ~y amante
Fides et ratio
Cap., N. 33 2, 16 | protegido del calor y en su gloria se alberga » (Si 14, 20-
34 2, 17 | dirección al exclamar: « Es gloria de Dios ocultar una cosa,
35 2, 17 | Dios ocultar una cosa, y gloria de los reyes escrutarla » (
36 2, 17 | del misterio, y ésta es su gloria; al hombre le corresponde
Laborem exercens
Cap., Párrafo 37 5, 25 | valor y su ordenación a la gloria de Dios y, además, deben
Redemptor hominis
Cap., Párrafo 38 2, 9 | que están llamados a la gloria.62 Esta revelación del amor
39 3, 13 | destinado a la gracia y a la gloria, tal es precisamente «cada»
40 4, 18 | destinación a la gracia y a la gloria.138 Reflexionando siempre
41 4, 20 | dada la prenda de la futura gloria.169 De aquí deriva el deber
Redemptoris Mater
Cap., N. 42 1, 7 | voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la que
43 1, 8 | cierto sentido, toda la « gloria de su gracia », aquella
44 1, 8 | que se concentra toda « la gloria de la gracia ». A la vez,
45 1, 10 | solemnes de la Iglesia, esta « gloria de la gracia » se ha manifestado
46 1, 11 | seres humanos, aquella « gloria de la gracia » que el Padre «
47 1, 16 | iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel » (Lc
48 1, 21 | evangelista: Jesús « manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos » (
49 2, 33 | contemplación, icono de la gloria: aquella que, desde su vida
50 2, 36 | del misterio de Dios, la gloria de su inefable santidad,
51 3, 38(96) | espejo remite al Hijo toda gloria y honor que recibe: Id.,
52 3, 41 | asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial y fue ensalzada
53 3, 41(108)| inmersa en el esplendor de la gloria del Hijo: In Dominica infra
54 3, 41 | unido el misterio de su gloria eterna. En efecto, la Madre
55 3, 41 | Flp 2, 8-9), entró en la gloria de su reino. A El están
56 3, 41 | este Reino del Hijo.115 La gloria de servir no cesa de ser
57 3, 41 | unión con el Hijo en la gloria está dirigida toda ella
58 3, 50 | solo Pueblo de Dios, para gloria de la Santísima e individua
Redemptoris missio
Cap., N. 59 Intro, 1 | para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que
60 5, 43 | económico; no buscando la gloria o bienes materiales; usando
61 6, 71 | y esto es un motivo de gloria— que algunas Iglesias han
62 7, 86 | a los demás la luz y la gloria de la fe, y para este ideal
Slavorum apostoli
Cap., N. 63 5, 17 | Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre »;32 « póstrese
Sollicitudo rei socialis
Cap., N. 64 4, 31 | al hombre partícipe de su gloria en Jesucristo resucitado,
65 Conclus, 48 | cierto modo anticipar la gloria de ese Reino, que esperamos
Ut unum sint
Cap., N. 66 1, 7 | Evangelio y así se salve para gloria de Dios ».6~ ~
67 2, 66 | Dios y los hombres, para gloria del único Dios Padre, Hijo
68 3, 84 | tiempo es alabanza de su gloria y servicio a su designio
69 3, 98 | unidad es sobre todo para gloria del Padre. De todos modos,
Veritatis Splendor
Cap., N. 70 Intro, 2 | 15), «resplandor de su gloria» (Hb 1, 3), «lleno de gracia
71 1, 10 | vida ser «alabanza de la gloria» de Dios (cf. Ef 1, 12),
72 1, 10 | mismo, hombre: tú eres la gloria de Dios (1 Co 11, 7). Escucha
73 1, 10 | Escucha de qué modo eres su gloria. Dice el profeta: Tu ciencia
74 1, 10 | está llamada a reflejar su gloria: «Para quien ama a Dios
75 2, 48 | participará también de la gloria; recuerdan, igualmente,
76 3, 117 | reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, nos vamos transformando
77 Conclus, 120| hombre: sólo la cruz y la gloria de Cristo resucitado pueden
78 Conclus, 120| vida ~sea «un himno a su gloria» (Ef 1, 12).~ ~
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