Centesimus annus
Cap., N. 1 1, 7 | termine por embotarse su mente y debilitarse su cuerpo».
Dives in misericordia
Cap., Párrafo 2 1, 1 | este principio con fe, con mente abierta y con el corazón.
3 7 | profunda inquietud, vienen a la mente las palabras que, con motivo
Dominum et vivificantem
Cap., N. 4 2, 43 | sistemáticos para dominar la mente ajena; cuanto ofende a la
5 2, 47 | tiempo a esta actitud de mente y corazón corresponde quizás
6 3, 55 | quien de manera particular mente elocuente describe la tensión
Ecclesia de Eucharistia
Cap., N. 7 CON, 59 | la capacidad de nuestra mente de ir más allá de las apariencias.
Evangelium vitae
Cap., N. 8 1, 23 | Dios, Dios los entregó a su mente insensata, para que hicieran
9 2, 35 | del hombre, descansó en su mente y en su pensamiento; en
Fides et ratio
Cap., N. 10 1, 7 | propia existencia que su mente es capaz de alcanzar.~ ~
11 1, 12 | síntesis definitiva que la mente humana, partiendo de sí
12 1, 13 | verdad y permitir que la mente pueda indagar de forma autónoma
13 1, 13 | verdad escondida a la que la mente debe dirigirse y de la cual
14 1, 14 | misterio de Dios que la mente humana no puede agotar,
15 1, 14 | y última que induce a la mente del hombre a no pararse
16 1, 14 | pensamiento porque, ocupando mi mente, no me distrajese de otros
17 2, 16 | mirada interior abriendo la mente para que descubra, en el
18 2, 18 | impide poner orden en su mente (cf. Pr 1, 7) y asumir una
19 2, 22 | creación los « ojos de la mente » pueden llegar a conocer
20 2, 22 | 21-22). Los ojos de la mente no eran ya capaces de ver
21 2, 23 | estrella todo intento de la mente de construir sobre argumentaciones
22 4, 48 | desarrollados con rectitud de mente y corazón, pueden ayudar
23 5, 54 | finalmente, porque estimulan la mente a investigar y ponderar
24 7, 93 | verdadero gran misterio para la mente humana, a la cual resulta
25 7, 96(112)| iluminaba, como una estrella, la mente humana. Pero no hay que
Laborem exercens
Cap., Párrafo 26 3, 13 | cosas, ha tenido lugar en la mente humana, alguna vez, después
27 5, 25 | y las inquietudes de la mente y del corazón: «Los cristianos,
Redemptor hominis
Cap., Párrafo 28 Heren, 5 | es necesario tener en la mente todo esto al comienzo de
Redemptoris Mater
Cap., N. 29 1, 13 | Padres— lo ha concebido en la mente antes que en el seno: precisamente
30 1, 17 | momento de la anunciación, la mente de la Virgen-Madre ha sido
31 1, 20 | pasado rápidamente por la mente de la muchedumbre, al menos
32 1, 20(43) | carne, Cristo verdad en la mente de María, Cristo carne en
33 2, 37 | Hch 1, 1) y, definitiva mente, mediante su Cruz y resurrección.~
Redemptoris missio
Cap., N. 34 6, 69 | mundo no cristiano, especial mente en aquellas regiones donde
Ut unum sint
Cap., N. 35 1, 15 | de una renovación de la mente. 22~Cada uno debe pues convertirse
36 1, 26 | fruto de la renovación de la mente, de la negación de sí mismo
37 Exhort, 102 | hay imposible.~Vienen a mi mente las palabras con las que
Veritatis Splendor
Cap., N. 38 1, 9 | encontrarse dirigiendo la mente y el corazón al único que
39 1, 9 | toda el alma y con toda la mente» (cf. Mt 22, 37),~Aquel
40 1, 10 | sabiduría es exaltada en la mente del hombre. Mientras me
41 2, 62 | la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir
42 2, 64 | transformarse renovando nuestra mente» (cf. Rm 12, 2). En realidad,
43 3, 85 | la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir
44 3, 88 | acoger y ratificar con la mente, sino un conocimiento de
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