Centesimus annus
Cap., N. 1 2, 17 | odios y se perfilan en el horizonte nuevas ideologías que exaltan
2 3, 22 | abarcan un arco de tiempo y un horizonte geográfico más amplios.
3 6, 53 | de la Iglesia tiene como horizonte al hombre en su realidad
4 6, 57 | desarrollo se perfilan en el horizonte crisis dramáticas si no
Dives in misericordia
Cap., Párrafo 5 7 | que pesan sobre el entero horizonte de la vida de la humanidad
Dominum et vivificantem
Cap., N. 6 3, 56 | tiene carácter ateo. El horizonte de los valores y de los
7 3, 57 | necesario añadir que en el horizonte de la civilización contemporánea —
8 3, 57 | todo éticos. Pero en el horizonte de nuestra época se vislumbran «
9 Conclus, 67 | en nuestro mundo, en el horizonte de las conciencias y de
Ecclesia de Eucharistia
Cap., N. 10 I, 20 | problemas que oscurecen el horizonte de nuestro tiempo. Baste
Evangelium vitae
Cap., N. 11 1, 15 | Además, en el conjunto del horizonte cultural no deja de influir
12 1, 18 | además se dirige la mirada al horizonte mundial, ¿cómo no pensar
13 1, 22 | Encerrado en el restringido horizonte de su materialidad, se reduce
14 1, 23 | supresión.~Siempre en el mismo horizonte cultural, el cuerpo ya no
15 1, 27 | armada. Además, en este mismo horizonte se da la aversión cada vez
16 1, 28 | 28. Este horizonte de luces y sombras debe
17 2, 44 | condiciones se sale del horizonte religioso y cultural del
18 2, 48 | mandamiento. Fuera de este horizonte, el mandamiento acaba por
19 3, 56 | 56. En este horizonte se sitúa también el problema
20 3, 75 | abarcar progresivamente el horizonte completo del bien (cf. Mt
21 4, 81 | recibido y dado, en cuyo horizonte hallan su plena verdad la
Fides et ratio
Cap., N. 22 Intro, 1 | de otro modo — dentro del horizonte de la autoconciencia personal:
23 Intro, 3 | dando se enmarcan en un horizonte que pone en evidencia la
24 1, 13 | exigir, se inserta en el horizonte de la comunicación interpersonal
25 1, 13 | fijarnos, en cierto modo, en el horizonte sacramental de la Revelación
26 1, 14 | abre también un verdadero horizonte de novedad para el saber
27 2, 16 | sincero fija su búsqueda en el horizonte de la fe. La razón y la
28 2, 20 | contenido se sitúa en un horizonte más amplio, que es el de
29 4, 44 | mantenerse siempre en el horizonte de la verdad universal,
30 5, 59 | exigencias de la fe en el horizonte de la metodología fenomenológica.
31 6, 76 | hubiera dejado sola. En este horizonte se sitúan cuestiones como
32 7, 83 | teológica. Una teología sin un horizonte metafísico no conseguiría
33 7, 90 | actualmente parece constituir el horizonte común para muchas filosofías
34 7, 93 | animar a su Iglesia. En este horizonte, un objetivo primario de
35 Conclus, 106| permaneciendo siempre en el horizonte sapiencial en el cual los
36 Conclus, 107| realización. Solamente en este horizonte de la verdad comprenderá
Laborem exercens
Cap., Párrafo 37 Intro, 2 | etapa posterior, amplían el horizonte a dimensiones mundiales.
Redemptoris Mater
Cap., N. 38 Intro, 3 | apareció antes de Cristo en el horizonte de la historia de la salvación.6
39 Intro, 4 | misterio de Cristo, en el horizonte de la fe de la Iglesia resplandece
Sollicitudo rei socialis
Cap., N. 40 2, 9 | manifiesta por la amplitud de horizonte, abierto a lo que comúnmente
41 2, 9 | había entrado ya en este horizonte más amplio 21 y el Concilio,
42 4, 28 | goce inmediato, sin otro horizonte que la multiplicación o
Ut unum sint
Cap., N. 43 2, 55 | redintegratio tiene presente en su horizonte histórico la unidad que,
Veritatis Splendor
Cap., N. 44 Conclus, 120| las vírgenes, pero en un horizonte abierto a todos, afirma: «
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