Centesimus annus
Cap., N. 1 5, 45 | antes que a los hombres (cf. Hch 5, 29); defiende la familia,
Ecclesia de Eucharistia
Cap., N. 2 VI, 53 | concordes en la oración » (cf. Hch 1, 14), en la primera comunidad
3 VI, 53 | en la fracción del pan » (Hch 2, 42). ~Pero, más allá
Evangelium vitae
Cap., N. 4 2 | restablecido a este hombre » (cf. Hch 3, 16): en la precariedad
5 2, 32 | porque Dios estaba con él » (Hch 10, 38), es portadora de
6 2, 32 | Nazareno, ponte a andar » (Hch 3, 6). Por la fe en Jesús, «
7 2, 32 | autor de la vida » (cf. Hch 3, 15), la vida que yace
8 2, 47 | palabras de perdón (cf. Hch 7, 59-60), abriendo el camino
9 2, 47 | nos movemos y existimos » (Hch 17, 28).~ ~
10 2, 48 | otras « palabras de vida » (Hch 7, 38), relacionadas con
11 2, 50 | haciendo el bien a todos (cf. Hch 10, 38). Pero los milagros,
12 3 | antes que a los hombres » (Hch 5, 29): ley civil y ley
13 3, 73 | antes que a los hombres » (Hch 5, 29). Ya en el Antiguo
14 4, 78 | confines de la tierra » (Hch 1, 8). Mantengamos, por
15 4, 79 | el « autor de la vida » (Hch 3, 15) a precio de su preciosa
Fides et ratio
Cap., N. 16 3, 24 | os vengo yo a anunciar » (Hch 17, 22-23). A partir de
17 3, 24 | cada uno de nosotros » (Hch 17, 26-27).~El Apóstol pone
18 3, 34 | busca « sin conocerlo » (Hch 17, 23), puede ser encontrado
19 4, 36 | Rm 1, 19-21; 2, 14-15; Hch 14, 16-17). Sin embargo,
20 6, 70 | confines de la tierra » (Hch, 1, 8) para transmitir la
21 6, 71 | las maravillas de Dios » (Hch 2, 7-11). El anuncio del
22 7, 92(109)| Cristo “hizo y enseñó” (Hch 1, 1). En efecto, el misterio
23 7, 99 | verdad que nos salva (cf. Hch 4, 12; 1 Tm 2, 4-6).~En
Redemptoris Mater
Cap., N. 24 1, 24 | y los hermanos de Este" (Hch 1, 14); y a María implorando
25 2, 25 | adquirió con su sangre (cf. Hch 20, 28), la llenó de su
26 2, 25 | las maravillas de Dios » (Hch 2, 11).~ ~
27 2, 26 | les concedía expresarse » (Hch 2, 4). Desde aquel momento
28 2, 26 | confines de la tierra » (cf. Hch 1, 8). Esta misión de los
29 2, 26 | crucificado y resucitado (cf. Hch 2, 31-34; 3, 15-18; 4, 10-
30 2, 26 | como « madre de Jesús » (Hch 1, 13-14), o sea de Cristo
31 2, 26 | hacer y enseñar » (cf. Hch 1, 1 ) en Israel; lo siguió
32 2, 28 | la madre de Jesús » (cf. Hch 1, 14). Constituyendo a
33 2, 37 | hizo y enseñó su Hijo (cf. Hch 1, 1) y, definitiva mente,
Ut unum sint
Cap., N. 34 2, 55 | Pedro y de los Once (cf. Hch 2, 14). Las estructuras
35 3, 78 | las indispensables (cf. Hch 15, 28).~ ~
Veritatis Splendor
Cap., N. 36 1, 19 | discípulo de Cristo (cf.Hch 6, 1). Por esto, seguir
37 1, 25 | camino» del Señor (cf. Hch 18, 25), enseñando ante
38 2, 76 | antes que a los hombres (cf. Hch 4, 19; 5, 29) e incluso
39 3, 91 | el diácono Esteban (cf. Hch 6, 8 - 7, 60) y el apóstol
40 3, 91 | el apóstol Santiago (cf. Hch 12, 1-2)— que murieron mártires
41 3, 107 | discípulo del Resucitado (cf. Hch 2, 37-41; 3, 17-20).~De
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