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Obras I - S. Juan B. de la C.
   Sección, Parte, Capítulo, Página
 1 Intro,     0,    2,   21    |   quien en Madrid atendió como enfermero al Reformador por espacio
 2 Llaga,     0,    3,  143    |     como tenemos dicho, no hay enfermero ni médico que la conozca
 3 Recog,     0,    7,  564    |        médico y se rige por el enfermero o albéitar de su pueblo
 4 Recog,     0,   43,  699    |    jarra de agua arrojadag del enfermero sobre el rostro del enfermo
 5 Penas,     0,   24,  907    |   temiendo su flaqueza dice al enfermero: Levantá, levantá esto de
 6 Penas,     0,   24,  907    |   fuerzas.~ ~ ¡Oh sancto Dios, enfermero divino, y qué cuidado tienes
 7 Penas,     0,   24,  907    |        de su estómago, dice al enfermero estas palabras: Fuge, dilecte
 8 Humil,     0,    7,  994    |    ropa y abrigo que aplica el enfermero. Lo propio es en la calentura
 9 Humil,     0,    7,  995    |        cabo de él sin que coja enfermero que se compadezca del tal
10 Noche,     0,    1, 1048    |      ellos3. Así como a el mal enfermero que, alunbrando para hacer


Obras II – S. Juan B. de la C.
   Parte, Capítulo, §, Página
11     2,   10            99   |    pobres a curarlos. Señalóse enfermero, aunque al principio teníalos
12     2,   36,   2, p.  283   |  suerte que, siendo su officio enfermero, muchas veces el médico
13     2,   36,   2, p.  283   |      me quedaba abobado con el enfermero; y si venía  ./. una vez
14     2,   36,   2, p.  284   |      enfermo, dos venía por el enfermero; y su despedida era venirse
15     2,   36,   2, p.  284   |   estaba y decirme: —¡Oh, este enfermero, padre! Y esto cada día,
16     2,   36,   2, p.  284   |       venía a mí a decirme del enfermero.~            Y en las ocasiones
17     2,   40,   6, p.  311   |       la mañana, cuando iba el enfermero o el médico a ver qué tenía,
18     2,   45,   2, p.  356   |       como si las palabras del enfermero, como palabras de Dios,
19     2,   45,   2, p.  356   |      que él enpezaba, entró su enfermero y díjole: —¿Qué hace, hermano
20     2,   46,   2, p.  367   |      en particular se ha hecho enfermero de nuestros enfermos, de
21     2,   46,   5, p.  371   |         un novicio, que era su enfermero, lo vomitó; y lo conocieron.
22     2,   59,   5, p.  511   |      Porque, viniendo luego el enfermero x a ponerme pítimas y emplastos,
23     2,   59,   5, p.  511   |       no fuera por obedecer al enfermero claramente no me pusiera
24     2,   59,   7, p.  514   |   guardar su regla y ocupar un enfermero. Para estos tales r hay
25     5,    3,   2, p.  756   | voluntad, por sólo obedecer al enfermero. No sé yo qué penitencias
26     5,    3,   2, p.  757   |        a seis enfermos cura un enfermero y un fraile preso ha menester
27     6,  Preg3           974 | sorberla. Lo cual visto por el enfermero, lo ayuda con trapos de
28     7,    6,   1, p. 1213   |     que no seríe prudencia del enfermero ir y matar la gallina y


Obras III - S. Juan B. de la C.
   Parte, Capítulo, §, Página
29     1,   16,   4, p.   73   |        medicina y, trayendo el enfermero registrada otra de la oración,
30     1,   16,   4, p.   74   |        penitente, quiriendo el enfermero celestial, dice y manda
31     1,   16,   4, p.   74   | recebir estas medicinas que el enfermero le ha de alcanzar del cielo,
32     1,   16,   4, p.   74   |    enfermo: Hazte a una con tu enfermero, y verás qué presto alcanzas
33     1,   16,   5, p.   75   |        la oración cura Dios al enfermero. En la cura del pobre obliga
34     1,   16,   5, p.   75   |       En la oración ablanda el enfermero sus entrañas, para curar
35     1,   16,   5, p.   76   |       que un niño, para que al enfermero no se le haga riguroso el
36     1,   25,   1, p.  113   |   necesario el prelado se haga enfermero y les relaje los ayunos
37     1,   32,   6, p.  149   |       que, contra el gusto del enfermero que así le ama, hiciese
38     6,  Intro           417 |       con el capítulo sobre el enfermero, remitido "a la postre por
39     6,  Intro           418 |   novicios, hortelano, ropero, enfermero. Aborda también la cuestión
40     6,   10,   2, p.  479   |       Hase acostumbrado que el enfermero ponga la olla de los enfermos,
41     6,   10,   2, p.  479   |   ayudante. Podrá este hermano enfermero, si fuere necesario, acudir
42     6,   10,   2, p.  479   |      diremos en el officio del enfermero) y luego irse [40v] con
43     6,   13           494   |       ha de estar a cuenta del enfermero. Ha de tener cuenta el refitolero
44     6,   13           494   |      que comen. De ellos y del enfermero diremos en su lugar.~  Los
45     6,   13           495   |     dar la llave a nadie u. El enfermero y cada uno tenga lo que
46     6,   21           522   |     communidad, es bien que el enfermero se las avise a él o a el
47     6,   21           522   |   hallar el portero, cocinero, enfermero, hortelano y todos los que
48     6,   30,   1, p.  587   |        el prelado para que sea enfermero de la tal persona, en tal
49     6,   58           771   |    CAPITULO [58] DEL ENFERMO Y ENFERMERO~ ~  Este es un capítulo
50     6,   58,   1, p.  771   |     cuidado que ha de tener el enfermero con su enfermo y cuánto
51     6,   58,   1, p.  771   |      Cristo se llamó enfermo y enfermero y la propia salud. Enfermo,
52     6,   58,   1, p.  771   |    enfermo para las orejas del enfermero, qué presencia tan amorosa,
53     6,   58,   1, p.  772   |        que hace.~  ¡Oh dichoso enfermero, que trais en el enfermo
54     6,   58,   1, p.  772   |      entretener y descansar al enfermero fatigado y, estando en estos
55     6,   58,   1, p.  772   |     tenido con tu enfermo. ¡Oh enfermero discreto y dichoso! Discreto,
56     6,   58,   2, p.  773   |             2.  Cristo se hace enfermero~ ~  Y si por aquí no queda
57     6,   58,   2, p.  773   |     charidad que debe tener el enfermero con el enfermo, descubrámosla
58     6,   58,   2, p.  773   |      enfermo, también se llama enfermero: Non f est opus valentibus
59     6,   58,   2, p.  773   |      enfermos. Si Cristo es el enfermero, quien tales entrañas tiene
60     6,   58,   2, p.  773   |        te cuadra el officio de enfermero, pues por darla a muchos
61     6,   58,   2, p.  774   |        que no me haya hecho su enfermero, y para que él sane haya
62     6,   58,   2, p.  774   |     inocencia es el officio de enfermero! Descubre quién es Dios
63     6,   58,   3, p.  774   |        solicitud debe poner el enfermero para que el enfermo alcance
64     6,   58,   4, p.  774   |          4.  Cómo ha de ser el enfermero~ ~  Decendamos a cosas particulares
65     6,   58,   4, p.  774   |  acerca del officio de nuestro enfermero, que de sus propiedades
66     6,   58,   4, p.  775   |        tiene necesidad nuestro enfermero de estar vestido. El amor
67     6,   58,   4, p.  775   |     charidad ha de estar en el enfermero, de quien nacen las obras
68     6,   58,   4, p.  775   |        y a su hora. Eso es ser enfermero diligente, solícito y cuidadoso,
69     6,   58,   4, p.  776   |      Cristo; que no quiera ser enfermero por comerse lo que sobra
70     6,   58,   5, p.  776   |     normas particulares~ ~  El enfermero nada puede hacer ni dispensar
71     6,   58,   5, p.  776   |   acusar al prelado.~  Debe el enfermero andar siempre limpio y tener
72     6,   58,   5, p.  777   |     fueren muchos, de quien un enfermero sólo no pueda z cuidar,
73     6,   58,   6, p.  777   |      que sea menester buscarle enfermero cada momento. Humildad dice
74     6,   58,   6, p.  779   | descuidos, si los hubiere, del enfermero, que no quiera reñir ni
75     6,   58,   6, p.  779   |       unos a los otros, que el enfermero lleve los trabajos e inportunidades
76     6,   58,   6, p.  779   | tardanzas, si las tuviere, del enfermero. Donantes vobismetipsis i;
77     6,   58,   6, p.  779   | agravio entre ellos, que si el enfermero riñere lo perdone el enfermo j
78     6,   58,   6, p.  779   |     algún yerro, lo perdone el enfermero.~  De otra virtud tiene
79     6,   58           779(j)|                       corr. de enfermero ~
80     6,   58,   6, p.  779   |      las cosas que el médico y enfermero le mandaren. Esta virtud
81     6,   58,   6, p.  779   |        enfermo es obediente al enfermero, será benigno, manso, humilde,
82     6,   58,   6, p.  779   |        de suerte que lo que el enfermero le mandare ha de entender
83     6,   58,   6, p.  779   |       con licencia expresa del enfermero. Nada ha de haber, por dificultoso
84     6,   58,   7, p.  780   |     regla~ ~  Con el enfermo y enfermero habló nuestra sancta regla
85     6,   58,   7, p.  780   |          También es avisado el enfermero que sea solícito y cuidadoso
86     6,   58,   7, p.  780   |        se ha de vestir nuestro enfermero: que cuide de sus enfermos
87     6,   58,   7, p.  780   |        que de las palabras del enfermero dependen para bien del enfermo.~ ~ ./. 
88     6,   58,   8, p.  781   |        presencia de Dios en el enfermero y en el enfermo~ ~ [222v]
89     6,   58,   8, p.  781   |      el enfermo y otra para el enfermero. La del enfermero ha de
90     6,   58,   8, p.  781   |      para el enfermero. La del enfermero ha de ser continua oración
91     6,   58,  11, p.  783   |    darle algo sin licencia del enfermero, como es agua u otra cosa
92     6,   58,  11, p.  783   |       de trabar plática con el enfermero, que aquel lugar no es de
93     6,   58,  12, p.  783   |    estar sujeto al médico y al enfermero, pues, estando flaco y delicado,
94     6,   58,  12, p.  784   |      entramos a dos, enfermo y enfermero, que se sufra y mortifique


Obras IV – S. Juan B. de la C.
   Sección, Parte, Cap.
95 Exhor,      0,   3          |        que el prelado sirva de enfermero, que con sus voces le llame,
96 Exhor,      0,  13          |        a vueltas de cabeza del enfermero, la arroja detrás de la
97 Exhor,      0,  13          |   consideración los ruegos del enfermero, sus caricias y nuevos avisos
98 Exhor,      0,  35          |       y rendido a su prelado y enfermero, sin quejarse del mal guisado,
99 Exhor,      0,  35          |      lo dejaron olvidado y sin enfermero y, como los dolores que