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San Juan Bautista de la Concepción
Obras - S. Juan B. de la C.

IntraText - Concordancias

era
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(...) Obras II – S. Juan B. de la C.
     Parte, Capítulo, §, Página
501 2, 3, 3, p. 35 | celo de su majestad, que era devotíssimo de que en las 502 2, 3, 3, p. 36 | manco y resfriado en lo que era de servicio de Dios. Y con 503 2, 3, 3, p. 36 | cuando algo se pronunciaba, era un ¡ay!, un suspiro, sin 504 2, 3, 3, p. 36 | que nadie entendiese qué era lo que daba pena.~            ./. 505 2, 4 38(4) | Era el predicador titular del 506 2, 4, 1, p. 38 | Italia 5 y sabía cuán devoto era g nuestro muy sancto padre 507 2, 4, 1, p. 38 | aunque, como arriba digo, yo era uno de aquellos en quien 508 2, 4, 1, p. 39 | predicara. Que a la sazón era Dios servido, aunque con 509 2, 4, 1, p. 39 | fundación.~            El era muy discreto. Hizo dos cosas. 510 2, 4, 1, p. 40 | habiendo más de una iglesia, no era posible oír todos la palabra 511 2, 4, 3, p. 41 | término, diciendo que aquello era menester alargarlo hasta 512 2, 4, 3, p. 41 | Viendo que aquélla era traza de satanás para sólo 513 2, 4, 3, p. 41 | ermita de San Nicasio, que era la que los cofrades daban 514 2, 4, 3, p. 42 | palabras w de la missa, que era de la dedicación de la iglesia 13, 515 2, 4 42(13) | Era el 9XI1594, fiesta de 516 2, 4, 3, p. 42 | que pudiesen. Y como éste era el intento del marqués y 517 2, 4, 3, p. 43 | informados. El ministro no era hombre que se le daba mucho 518 2, 5, 1, p. 53 | El convento era una ermita de tres tapias 519 2, 5, 1, p. 53 | poco y desacommodada que era para el tal ministerio. 520 2, 5, 1, p. 53 | valle, que el sitio sólo era bastante, cuando el convento 521 2, 5, 1, p. 53 | ninguno de altar. Pienso era suyo un cáliz de harto poco 522 2, 5, 1, p. 53 | harto poco valor 1. Y, como era ermita sin ermitaño, no 523 2, 5, 1, p. 53 | abrigara; y, cuando la hubiera, era tan siervo de Dios, que 524 2, 5, 1, p. 53 | cada noche helado, porque era el corazón del invierno, 525 2, 5, 2, p. 53 | mandó, porque, como digo, no era hombre [que] se le daba 526 2, 5, 2, p. 54 | Sanctíssimo Sacramento. Y ésta era por entonces toda la fiesta 527 2, 5, 2, p. 54 | saberlas.~            Este era todo el monesterio y grandeza 528 2, 5, 2, p. 54 | traía el hábito de recoleto, era un hombre viejo de hasta 529 2, 5, 2, p. 54 | suelen hacer. Entre seglares era reverenciado y tenido por 530 2, 5, 2, p. 54 | do entraba, sólo mirarlo era bastante para llevarse los 531 2, 5, 3, p. 55 | y casa alquilada, porque era un religioso muy próvido, 532 2, 5, 4, p. 56 | pues, como digo, éste no era el sustento que su estómago 533 2, 5, 4, p. 56 | que los movía a murmurar era justa: de que ellos sólo 534 2, 5, 4, p. 56 | espectáculo como aquél, no era posible olvidarse de sus 535 2, 5, 4, p. 57 | carbonibus desolatoriis 2. Y todo era necesario para que el pueblo r 536 2, 5, 4, p. 57 | infamarlo, fue decir dél era parlero, chismoso (yendo 537 2, 5, 4, p. 57 | echará de ver lo que eso era.~            Viendo que 538 2, 5, 4, p. 57 | dieron en levantarle que era casado y que tenía mujer 539 2, 5, 4, p. 57 | yo estaba, ya decían que era casado tres veces y que 540 2, 5 57(x) | sigue era verdad tach.~ ~ 541 2, 5, 4, p. 58 | feos y malos los dichos, era harta lástima decirlo de 542 2, 5, 4, p. 58 | Cristo Jesús, decían que era indimoniado y comedor 3, 543 2, 5, 4, p. 58 | que solo entre los hebreos era el que alanzaba demonios 544 2, 5, 6, p. 59 | rigurosa estrecha y que era bien guardarse, y que hijos 545 2, 6, 1, p. 61 | bien olvidados de lo que era recoleción, [14v] otra vez 546 2, 6, 2, p. 62 | de toda la comunidad, si era áspera o no o si tenían 547 2, 6, 3, p. 63 | para los frailes, porque era inposible que aquello fuese 548 2, 6, 3, p. 64 | unos pocos de dineros u (era entonces confesor del señor v 549 2, 6, 3, p. 64 | del Consejo de Ordenes, y era de aquella casa muy regalado 550 2, 6, 4, p. 65 | aquella sagrada religión, era bien que el sastre enpezase 551 2, 6, 4, p. 65 | las cosas no vistas; y él era la primera vez que habíe 552 2, 6, 4, p. 66 | Toledo! (que entonces pienso era Loaysa 7, vicario del arzobispo 553 2, 6, 4, p. 67 | al príncipe, que entonces era el que ahora es Filipo tercero. 554 2, 6, 4, p. 67 | el García de Loaysa, que era tan devoto y cristiano, 555 2, 6, 5, p. 68 | un muy buen recado —que era como los tapabocas que da 556 2, 6, 5, p. 68 | prelado tan sancto como era el García de Loaysa. Estas 557 2, 6, 5, p. 68 | aquello lo llevase adelante, era mejor, antes que diese más 558 2, 6, 5, p. 69 | peste y apestados; y sí era, sino que era peste y enfermedad 559 2, 6, 5, p. 69 | apestados; y sí era, sino que era peste y enfermedad celestial 560 2, 6, 6, p. 69 | que se llamaba Porras, era muy siervo de Dios, pero 561 2, 6, 6, p. 69 | Así z este sancto hábito era el blanco donde tiraban. 562 2, 6, 7, p. 71 | que habíe de ser tanta que era necesario echarle delante 563 2, 7, 1, p. 75 | sancta reforma, y que no era bien aquellos sanctos hábitos b 564 2, 7, 2, p. 77 | convertidos, y que ya el caso era público. Y que al comissario 565 2, 7, 2, p. 77 | Por los hombres, ya no era posible p, porque ya todos 566 2, 7, 2, p. 77 | Religión, que ya sabían era público en Madrid y ahora 567 2, 7, 3, p. 78 | Valdepeñas, aunque no como ello era: cuándo decían más, cuándo 568 2, 7, 3, p. 78 | ahora es maestro y entonces era grande predicador, preguntóme 569 2, 7, 3, p. 78 | que se daban en Valdepeñas era por orden del Spíritu Sancto, 570 2, 7, 3, p. 79 | inadvertidamente de lo que era hablar con acuerdo mío, 571 2, 7, 3, p. 79 | Joseph de Valencia, que era el que me había persuadido 572 2, 7, 3, p. 79 | decir de mí tal, porque era gran religioso y hombre 573 2, 7, 3, p. 79 | las suertes, pues yo no era el que metía la mano en 574 2, 7, 3, p. 79 | Lo cual hasta entonces lo era, pues del que tal se sospechaba, 575 2, 7, 3, p. 79 | porque, como yo sabía él era tan gran letrado y yo saber 576 2, 7, 3, p. 80 | entender que aquel sermón no era mío y, de lo que es ajeno 577 2, 7, 3, p. 80 | padre maestro Zafra, que era el provincial, y dio cuenta 578 2, 8, 1, p. 81 | de la fundación, que no era, como he dicho, mío: Quien 579 2, 8, 2, p. 81 | Ubeda y Andalucía, pues era tan mi padre y yo se lo 580 2, 8, 2, p. 81 | tuviese propicio. Todo esto era justo y a nada tenía qué 581 2, 8, 2, p. 81 | tenía en contrario una, y era que había menester ir con 582 2, 8, 2, p. 81 | hombre honrado que pienso era regidor —y aun podría ser 583 2, 8, 2, p. 82 | parecido, respondió que era dispuesto de cuerpo, barba 584 2, 8, 2, p. 83 | relámpago que sobre mí caía, era un rayo que me decía lo 585 2, 8, 2, p. 83 | La respuesta que yo daba, era q: ¡Señor, no volveré a 586 2, 8, 2, p. 83 | de febrero, que entonces era, semejantes truenos y tempestades! 587 2, 8, 2, p. 83 | Lo que mi mula hizo, sólo era dar vueltas a la redonda 588 2, 8, 2, p. 83 | entonces aquello poquito, que era que soldados y carreteros t 589 2, 8, 3, p. 84 | borró los deseos, que eso no era posible.~            La 590 2, 8, 3, p. 84 | en esto echo de ver que era traza de satanás: porque, 591 2, 8, 3, p. 85 | gastara mucho f papel. Y era tanto lo que sentía y vergüenza 592 2, 8 86(i) | sigue y era tach.~ 593 2, 8, 4, p. 87 | primera, quién las dice, que era un hombre que, como consta 594 2, 8, 4, p. 87 | segundo, a quién lo dice, que era a mí, en lo espiritual el 595 2, 8, 5, p. 87 | ayudaría en todo lo que era de la reforma; y que en 596 2, 8, 5, p. 89 | si, cuando llegué allá, era como el otro labrador que 597 2, 8, 5, p. 89 | Almodóvar del Campo, donde yo era natural, por cumplir última 598 2, 8, 7, p. 90 | cuando lo quisiera, no era bien recebirlo quien acababa 599 2, 9, 1, p. 94 | la virtud no lo hiciera, era bastante para decir eran 600 2, 9, 1, p. 95 | hábito de fraile calzado —y era cuando ni se trataba de 601 2, 9, 2, p. 96 | ahora  3. Y cuando supo era fraile calzado de la Trinidad 602 2, 10 98 | ni ella me supo decir si era por la obra del hospital 603 2, 10 98 | veras, concertóse porque era de dos dueños; y el uno 604 2, 10 98 | pobres sino de rico, y sí lo era, pues su dueño Dios lo era—, [ 605 2, 10 98 | era, pues su dueño Dios lo era—, [39v] pidióse limosna 606 2, 10 99 | dolor de costado —que, como era verano y acudían segadores 607 2, 10 99 | acudían segadores estranjeros, era lástima ver algunos al puncto 608 2, 11, 1, p. 100 | fueran lagunas. No si era tentación y quería el demonio 609 2, 11, 2, p. 101 | hospedado (que entonces [41r] era güésped suyo y general de 610 2, 11, 2, p. 103 | otras faltas que tenía, una era jugar a los naipes, lo cual 611 2, 12 105 | entre otras cosas, esto era lo que más deseaba, porque 612 2, 12 105 | que más deseaba, porque era lo que más me había faltado 613 2, 12, 1, p. 105 | Francisco de Porras, que era el que fue a Madrid y vino 614 2, 12, 1, p. 106 | principio hecimos mención); y yo era un hombre que allá en la 615 2, 12, 3, p. 108 | cuando me hincaba de rodillas era decirle a Dios: ¡Señor, 616 2, 12, 3, p. 108 | decía muchas veces. Y como era inclinado a esta sancta 617 2, 12, 3, p. 108 | frailes sabía tenían dineros, era que, en achaque de dos missas 618 2, 12, 3, p. 108 | enprestados, que a la sazón era predicador, y dijo: Padre 619 2, 12, 3, p. 109 | el provincial nuevo, que era mi amigomandéle en virtud 620 2, 12 109(2) | Vivía en 1633, año en que era ministro del convento de 621 2, 12, 3, p. 109 | tenía muchas palabras. Era muy ordinario tratar de 622 2, 12, 6, p. 111 | hábito de recoleto. Este era un fraile que en el Paño 623 2, 12, 6, p. 111 | prelacías de las más honradas; era letrado y predicador. Este, 624 2, 12, 6, p. 111 | hermanos, diciendo que aquello era cosa de cofradía y que por 625 2, 12, 6, p. 112 | conocimiento de la nación, si era soldado suyo o del exército 626 2, 13, 1, p. 114 | descalzos, mañana calzados. No era señor de salir de casa que 627 2, 13, 1, p. 115 | muriese por poco regalo, era grande dicha tener un recoleto 628 2, 13, 2, p. 116 | ministerio, a otro, que era flaco de estómago, [dijo] 629 2, 13, 4, p. 120 | llegaba ya a mí, sino todo era murmurar de las ceremonias 630 2, 13, 4, p. 120 | penas pensando que aquélla era piedra que de resultida v 631 2, 13, 4, p. 121 | poca pena de mi vida si era tal cual convenía para aquello 632 2, 13, 4, p. 121 | contra la reforma, y esto era por parecerme que, mientras 633 2, 13, 4, p. 121 | oración, que yo no si lo era, sólo hacía hincarme de 634 2, 13, 4, p. 121 | cualquier ocasión, pues era flaco. Lo tercero, que siempre 635 2, 14 121(c) | provincial porque contra ella era la rabia de satanás por 636 2, 14, 1, p. 122 | tenía. El comissario, que era el otro prelado que me habíe 637 2, 14, 1, p. 122 | que no dijeran sino que era un hombre muy grave que 638 2, 14, 1, p. 122 | como si lo tuviera allí; y era tal el sentimiento, que 639 2, 14, 1, p. 122 | noches yo no supe lo que era, sólo que clara y llanamente 640 2, 14, 1, p. 123 | casa de Valdepeñas. Y bien era pronóstico de lo que después 641 2, 14, 2, p. 124 | Algo desto era verdad y algo era el miedo 642 2, 14, 2, p. 124 | desto era verdad y algo era el miedo que el demonio 643 2, 15, 1, p. 126 | con un spíritu que pienso era de Dios y dando e con los 644 2, 15, 1, p. 126 | fue encarecimiento o si era profecía, Dios lo sabe. 645 2, 15, 2, p. 126 | iba cargado de dineros, era bastante para que no negociara 646 2, 15, 2, p. 126 | aquellas señoras, me acuerdo no era aquello lo que me daba pena 647 2, 15, 2, p. 127 | altíssima oración, que fue y era un canto que pienso yo más 648 2, 15, 2, p. 127 | lo taparon con decir que era un tonto. Y así será poco 649 2, 15, 3, p. 128 | aquella heredad estaba, no era más de una vez al día. Su 650 2, 15, 3, p. 128 | día. Su manjar y comida era pan y agua y algunas yerbas 651 2, 15, 3, p. 128 | la respuesta que daba era con grande alegría y regocijo: 652 2, 15, 3, p. 129 | tire coces.~            ./. Era humildíssimo en sus respuestas 653 2, 15, 3, p. 129 | razones. Su vestido interior era continuo cilicio q unas 654 2, 15, 3, p. 129 | veces de cerdas, otras, que era lo más ordinario, un saco 655 2, 15, 3, p. 129 | trabajos del día, que siempre era cavar las cepas de la viña 656 2, 15, 3, p. 129 | gallinas que para honbre, que era debajo de la vuelta de una 657 2, 15, 3, p. 129 | de gavillas.~            Era devotíssimo de la Madre 658 2, 15, 3, p. 129 | confesión general. Y ésta era la mayor que de su parte 659 2, 15, 3, p. 130 | que, como queda dicho, era sólo pan y agua y algunas 660 2, 15, 4, p. 131 | hermano, dichoso estado era [59v] el que tenía. Si le 661 2, 15, 4, p. 131 | decir lo que le faltaba, que era que humeaban todavía sus 662 2, 15, 4, p. 131 | mí me lo dijeron, público era); díceles: Padres theólogos, ¿ 663 2, 15 131(c) | sigue era tach.~ 664 2, 15, 4, p. 131 | en esta heredad donde él era casero, había cuatro días 665 2, 15, 4, p. 132 | fray Esteban.~            Era castíssimo por estremo. 666 2, 15, 4, p. 133 | alquería; y aquella hora no era bien llevar una mujer tan 667 2, 15, 4, p. 133 | otro que él —por ser quien era y mandárselo Dios, lo pudo 668 2, 15, 4, p. 133 | procedía aquel descuido, le era motivo de risa: unas veces 669 2, 15, 4, p. 133 | muy medidas. Y digo que era tan continuo el no acordarse 670 2, 15, 4, p. 134 | grado, summo rigor; ni decir era tan ignorante que no supiese [ 671 2, 15, 4, p. 134 | y paternostres x, y todo era porque sentía molestia de 672 2, 15, 4, p. 134 | gana, que pienso aquello era más engullir que comer, 673 2, 15, 4, p. 134 | aquel comer, digo, pienso era más engullir que comer, 674 2, 15, 4, p. 135 | penitencia [62v] que tenía era ir a cavar con él a la viña; 675 2, 15, 4, p. 136 | de la madre, le parecería era disparate mandarlo a quien 676 2, 16, 1, p. 137 | ser apóstol cuya profesión era dejar y renunciar todas 677 2, 16, 1, p. 137 | en aquel viaje, que sólo era de Dios, de todas las cosas 678 2, 16, 1, p. 138 | lo diré. Porque, como eso era lo que me daba pena, de 679 2, 16, 1, p. 138 | bien digo yo. Pero, como no era posible ya buscar más, hubímonos 680 2, 16, 2, p. 138 | cantonada, que ya pensó era perdido. Con tan poca conmodidad 681 2, 16, 2, p. 140 | Martín, general que entonces era de los padres descalzos 682 2, 16, 3, p. 141 | que por la obra se vido, era una nave conbatida del mar 683 2, 16 142(7) | No se precisa si era el embajador de Felipe II 684 2, 16, 6, p. 144 | de mí tenía pronosticado, era verdad; lo propio el provincial; 685 2, 17, 1, p. 146 | lo que me contaron, que era [68v] una dehesa que ahora 686 2, 17, 1, p. 147 | mortificar, dende El Pino, que era la heredad do él estaba, 687 2, 17, 1, p. 147 | mortificarlos, su nombre era «jumento» y «necio». ¿Qué 688 2, 17, 2, p. 148 | Más, cuando san Sisto era papa 6, ¿a quién hace [70r] 689 2, 17, 2, p. 148 | fuego, aquella charidad que era necesario para ser limosneros 690 2, 17, 4, p. 150 | tinieblas y fortaleza a la luz, era tan grande el que tenía 691 2, 18, 2, p. 152 | tal contra mí que, como él era de los primeros recoletos 692 2, 18, 2, p. 153 | porrazo en un barranco. Y él era tan colérico, que no pensaba 693 2, 18, 2, p. 153 | padre ministro que entonces era de Génova.~            Dende 694 2, 18, 2, p. 153 | Que, ya digo otra vuelta, era él bien claro, pues ahora 695 2, 19, 2, p. 154 | de Dios —y prueba de que era su voluntad que se scribiese, 696 2, 19, 2, p. 154 | por enbelecador y que todo era enredo, no discurriendo 697 2, 19, 2, p. 155 | Lo segundo, bien se vido era soberbia mía, pues quise 698 2, 19, 2, p. 155 | repetía muchas veces cuyo hijo era Francisco, diciéndole el 699 2, 19, 2, p. 156 | mínima gota en ella si no era de desconsuelo, causado 700 2, 19, 2, p. 156 | por instrumento para decir era necesario dar vado a la 701 2, 19, 2, p. 157 | había scrito hasta donde no era posible que nadie supiese 702 2, 19, 2, p. 157 | llevar adelante; y que no era lícito lo que otros sabían 703 2, 19, 2, p. 157 | lo scribiese; y que todo era soberbia y quererme yo meter 704 2, 19 157(5) | Magdalena, apodado «el sordo». Era natural de Illescas (Toledo). 705 2, 19, 3, p. 157 | dejar lo comenzado, que ése era su intento y no llevarle 706 2, 19, 3, p. 157 | manantiales. [75v] Todo lo cual era necesario perderlo. Y se 707 2, 19, 3, p. 158 | bocado tan sancto como m era el hábito que traía y Religión 708 2, 19, 4, p. 159 | bofetón con ella, diciendo era yo principio y causa de 709 2, 19 159(v) | sigue era co tach.~ ~ 710 2, 19 159(8) | Lugar llamado así porque no era más que un conjunto de ventas, 711 2, 19, 4, p. 160 | juramentos ./. que echaban, que era inposible que me dejaran [ 712 2, 19, 5, p. 162 | tentaciones de que ésta no era obra de Dios, sino invinción 713 2, 20 165(4) | Era una flotilla de doce naves, 714 2, 20, 2, p. 165 | ni por una vía ni otra no era posible unirnos, de suerte 715 2, 20, 3, p. 166 | prudencia y letras, que lo era muy universal para cualquier 716 2, 20, 3, p. 166 | mi provincial, y que cómo era posible me dejase estar 717 2, 20, 3, p. 167 | porque, aunque todo lo había, era de muy poca consideración. 718 2, 20, 3, p. 167 | La tierra, fría, porque era a las haldas de los montes 719 2, 20, 3, p. 167 | ocasiones? Que la mayor era querer hacer fundamento 720 2, 20, 3, p. 168 | de la penitencia, [83r] era bastante mal para que se 721 2, 20, 3, p. 168 | mal para que se entendiera era traza de satanás querernos 722 2, 20, 3, p. 168 | aquel bien a los que morían, era suficiente conocimiento 723 2, 20, 3, p. 168 | calentura lo venciese. Y era de tal manera, que se usaba 724 2, 20, 3, p. 168 | vamos, que menos peligro era el de la mar que el de la 725 2, 20, 3, p. 169 | en Alcalá, que entonces era general de las galeras de 726 2, 20, 3, p. 169 | de Maqueda, que entonces era marqués y hijo del virrey 10, 727 2, 20, 4, p. 170 | para perderse el bajel, que era el mejor que iba entre las 728 2, 20 170(12) | capitán don Pedro de Leyva era doña Leonor Gamboa.~ 729 2, 20, 4, p. 171 | no hay sino 21 millas z, era poco lo que andábamos, y 730 2, 21 172(6) | Cuarenta), de la que Sotomayor era miembro. Falleció el 15‑ 731 2, 21, 1, p. 172 | secretario que entonces era del Consejo de la Reforma 732 2, 21, 2, p. 173 | Sanctidad tenía nuevas que yo era venido, que me llevase luego 733 2, 21, 3, p. 174 | compañía dejo dicho veníamos p. Era enbajador entonces el excelentí­ 734 2, 21, 3, p. 174 | menester. Y que nuestro viaje era muy acertado. Y que él era 735 2, 21, 3, p. 174 | era muy acertado. Y que él era un hombre que más deseaba 736 2, 21, 3, p. 174 | de Su Sanctidad. El uno era acerca de las monjas: que 737 2, 21, 3, p. 174 | tales ocasiones. El otro era acerca de los frailes: que 738 2, 21, 4, p. 175 | tornar a monseñor Morra, que era del Consejo de la Reforma, 739 2, 21, 4, p. 175 | aquella forma. Y como esto era ya darnos a escoger, no 740 2, 21, 4, p. 175 | se había reformado 14. Y era el monasterio que el propio 741 2, 21, 4, p. 175 | Sanctidad les había dado. Era muy largo, digno de un prelado 742 2, 21, 4, p. 175 | principales cláusulas que tenía, era que, como fuesen creciendo, 743 2, 21, 4, p. 176 | estaba c muy contento y que era lo que se podía desear, 744 2, 21, 4, p. 176 | desear, pero que para España era necesario innovar algunas 745 2, 21, 5, p. 177 | porque aquella religión era su madre y la había de favorecer, 746 2, 21, 5, p. 177 | indispusición, que yo entendí era causada de él porque, siendo 747 2, 21, 5, p. 177 | conpañero; su bolsa, que era lo más feo; lo que de mí 748 2, 21, 5, p. 177 | estaría. Volverme a España, era entregarme a la muerte. 749 2, 21, 6, p. 178 | contar 18. Basta saber que era un hombre de quien Su Sanctidad 750 2, 21, 6, p. 178 | aunque traía este hábito, era más fraile carmelita descalzo 751 2, 21, 6, p. 178 | sido en el hábito y todo, era por no entender a Dios; 752 2, 21, 7, p. 179 | España, en achaque de que era necesario llevar nuevos 753 2, 21 179(19) | Era auditor de la Rota y miembro 754 2, 21, 7, p. 179 | lo dijo porque, como yo era ministro cuando salí de 755 2, 21, 7, p. 179 | ministro; y viendo que decíamos era bien viniese a España y 756 2, 21, 7, p. 179 | diciendo de no, parecióle era una grande inobediencia 757 2, 21, 8, p. 180 | nos habíe dado por amigo y era de Baeza en España 22. Tenía 758 2, 21 180(21) | Llamado Terranova, porque era originario de la ciudad 759 2, 21, 8, p. 180 | tabla o lámina. La pinctura era admirable: un rostro de 760 2, 21, 8, p. 180 | principal que deseé y le pedí, era que fuésemos una propia 761 2, 21, 8, p. 180 | para venirnos, que esto era ya como noche, y veníamos 762 2, 21, 8, p. 180 | mostré y pude dissimular— que era como unos sumideros que, 763 2, 21, 8, p. 181 | presencia nada entendí. Sólo era gozar. A cabo de rato vime 764 2, 21, 8, p. 181 | considerar do me había visto, era indescible el contento. 765 2, 21, 8, p. 181 | consideraba que me había apartado, era tan grande la tristeza, 766 2, 21, 8, p. 182 | parte, me consolaba por ver era necesario aquella junta 767 2, 21, 8, p. 182 | de aquellos gustos, [93r] era voluntad de Dios dejar a 768 2, 22, 2, p. 182 | commodidad temporal y corporal era la necesaria ./. para conservar 769 2, 22, 2, p. 183 | misteriosos moldes como era regla y hábito que de nuevo 770 2, 22, 2, p. 184 | Pero, como esta obra era tan grande y venía tan acompañada 771 2, 22, 2, p. 184 | otra cruz de el quedarme era cruz, como dicen, con condumio, 772 2, 22, 2, p. 184 | gusto, con entretenimiento, era buscar a Dios muy azucarado 773 2, 22, 3, p. 184 | que bien podré decir lo era, pues su dicho fue mentira—, 774 2, 22, 3, p. 185 | train en Italia, que dicen era el que se trujo al principio. 775 2, 22, 3, p. 185 | me inclinaría más a que era como las capas cerradas 776 2, 22, 3, p. 185 | claridad, aunque no me parece era del sol ni del día. Ahora, 777 2, 22, 3, p. 185 | o decían. Todo su grito era pronunciar y decir: ¡Oh, 778 2, 22, 3, p. 185 | de mi alma? Que mi pena era tanta, que pienso que, preguntándolo 779 2, 22, 3, p. 185 | qué altercación y porfía era, y más bien ver los frailes, 780 2, 22, 3, p. 185 | según su hermosura; que era tanta, que siempre he estado 781 2, 22, 4, p. 186 | vino el prior a mí, que era el P. Fr. Pedro, y díjome: — 782 2, 23, 1, p. 188 | voluntad; la del demonio era que estuviese ligado, atado, 783 2, 23, 1, p. 188 | se hacían y a todo lo que era de trabajo y puntualidad 784 2, 23, 2, p. 189 | no habría nada, porque yo era novicio en su casa y dejaría 785 2, 23, 3, p. 189 | dejado robado el convento, do era ministro, que me había h 786 2, 23 189(4) | Sacramento (Casero), que era también subprior del convento. 787 2, 23, 3, p. 190 | monseñor Tarusii 5, que era a quien habían de venir 788 2, 23, 3, p. 190 | la causa a que yo venía era contra ellos; mal me dieran 789 2, 23 190(5) | ASUNCIÓN, l.c., 515516. Era íntimo amigo y bienhechor 790 2, 23, 4, p. 192 | desasirme de todo lo que no era Dios. Abracé con grandes 791 2, 23, 4, p. 192 | algo en lo que deseaba, que era apartarme del trato de las 792 2, 23, 5, p. 192 | ello me obligaban, que no era posible sino que en ello 793 2, 23, 5, p. 192 | ser algo verdad, porque no era posible fraile tan pobre 794 2, 23, 5, p. 193 | lo hiciera, porque yo no era señor de tener dineros para 795 2, 23, 5, p. 193 | de papel. Y que ésta no era obra mía, sino de Dios; 796 2, 23, 5, p. 193 | algo más entricada. Este era un canónigo y theólogo y 797 2, 23, 5, p. 193 | mejor tener su intento, era necesario fuese con malicia 798 2, 23, 5, p. 194 | ahogarme diciendo qué yo era y que me convenía dejar 799 2, 23, 5, p. 194 | el hábito y acabar. Todo era llorar y pedirle a Dios 800 2, 23, 5, p. 194 | si me quedaba en Roma, era poco [102v] ser poderoso 801 2, 23, 6, p. 195 | salir a decir missa, que era donde ellos me espiaban, 802 2, 23, 6, p. 195 | tan calificado [103r] como era el cardenal, en cuya compañía 803 2, 23, 6, p. 195 | dijo el padre prior, que era el Fr. Pedro. Yo respondí 804 2, 23, 8, p. 196 | san Jerónimo 11. Decíanme era muy humilde en mis pensamientos; 805 2, 23 196(11) | Era el procurador general de 806 2, 23, 10, p. 197 | me dejaba descansar. Pero era poco rato, porque las noches, 807 2, 24, 2, p. 198 | estos cuadernos de arriba, era una copia, que un tilde 808 2, 24, 4, p. 201 | demonio que rabiaba contienda era que hoy dura y durará y, 809 2, 25, 1, p. 202 | visible. Nunca yo imaginé era hombre para tal cosa, sino 810 2, 25, 1, p. 202 | afligido.~            Y no era lo que me afligía lo que 811 2, 25, 1, p. 202 | padecía, que eso para mí era cosa de rissa, pero la apretura 812 2, 25, 3, p. 203 | Y me parecía que aquello era tan dificultoso de entender, 813 2, 25, 3, p. 203 | dificultoso de entender, que no era posible pensarlo algún hombre 814 2, 25, 3, p. 203 | que me respondieron, ella era del purgatorio. Estaba abrasada 815 2, 25, 3, p. 203 | Digo lo que .~            Era un fuego unido más que pegado, 816 2, 25, 4, p. 204 | fuego que quemaba el cuerpo, era el fuego, el tormento y 817 2, 25, 5, p. 205 | que, para quien tan malo era como yo, no era mucho infierno 818 2, 25, 5, p. 205 | tan malo era como yo, no era mucho infierno si a mí iba 819 2, 25, 5, p. 208 | me ofrecía, o como Dios era servido, si no fuese imaginación 820 2, 25, 6, p. 208 | fue durmiendo, que bien era necesario sueño y sueño 821 2, 25, 6, p. 209 | de tierra. Y aunque todo era tinieblas, yo no cómo 822 2, 25, 6, p. 209 | tinieblas, yo no cómo se era, que, en medio de las tinieblas, 823 2, 25, 6, p. 209 | la jornada se me entendió era y estaban así del humo del 824 2, 25, 6, p. 209 | aunque le doy tal nombre, no era campo ni qué será), llena 825 2, 25, 6, p. 209 | lo conocí ni sabía lo que era, por ser una materia gruesa 826 2, 25, 6, p. 210 | asomé, pregunté qué ./. era aquello. Y me dijo entonces 827 2, 25, 7, p. 210 | lo que por mí pasaba no era para aquella tierra ni para 828 2, 25, 7, p. 210 | lo que tenía comenzado, era el demonio.~            829 2, 25, 7, p. 210 | que había visto. Y esto era en esta forma: que yo me 830 2, 25, 7, p. 210 | porque me parece ya yo no era mío h, sino de la persona 831 2, 25, 8, p. 210 | hacer lo que me decían, que era llevar adelante nuestro 832 2, 25, 8, p. 210 | lo sabré decir. A ratos, era de tal manera atormentado 833 2, 25, 8, p. 210 | culpas contra la fee. Y esto era de suerte que el tormento 834 2, 25, 8, p. 210 | que el tormento que sentía era cosa de risa en comparación 835 2, 25, 8, p. 211 | cuando lo tenía, como él era corporal, hacía, me parece, 836 2, 25, 10, p. 212 | llevar de esta ternura, no era luego señor de mí. Que confieso 837 2, 25, 10, p. 212 | mi manjar y todo mi bien era llorar.~            Pero 838 2, 25 212(15) | el Calagurritano), que era vicemaestro de novicios 839 2, 26, 3, p. 214 | que aquel barniz saltado era el pellejo que le habían 840 2, 26, 4, p. 215 | haber de bondad y mérito, era bañar Cristo la vida y muerte 841 2, 26, 4, p. 216 | con entender que, si esto era a Dios más agradable, Dios 842 2, 26, 4, p. 216 | muertes y deshonras, todo era nada, pues no era a mi cuenta 843 2, 26, 4, p. 216 | todo era nada, pues no era a mi cuenta sino a la de 844 2, 26, 5, p. 217 | Bartolomé Pérez, que al presente era de los cuatro que asisten 845 2, 26 217(10) | trinitario y el P. Bruno, que era italiano.~ 846 2, 26, 5, p. 217 | pasado, diciéndole que cómo era posible que en un instante 847 2, 26, 6, p. 218 | me dejar llevar, porque era certíssimo que me iba cogiendo 848 2, 26, 6, p. 218 | tal manera, que ya casi no era señor de salir de casa; 849 2, 26, 6, p. 218 | en nuestro negocio, más era cumplimiento que gana.~ ~ 850 2, 26, 7, p. 219 | La luz que allí había, era amorosa, suave, [119r] que 851 2, 26, 7, p. 219 | discurría ni pensaba qué era aquello. Parecióme que el 852 2, 26, 7, p. 219 | eché al hombro. Y la cuerda era tan larga, que casi las 853 2, 26, 7, p. 219 | ella viniesen. La lanza era con que la había de defender 854 2, 27, 1, p. 220 | prestaba, porque, como no era yo el que lo había de hacer, 855 2, 27, 1, p. 220 | estaba tal que ya parece era más necesario mirar por 856 2, 27, 2, p. 220 | para mi consuelo, si no era que me sacasen y diese el 857 2, 27, 2, p. 221 | vendieran mill veces. No era para mí de sentimiento pensar 858 2, 27, 2, p. 221 | eximido de mi negocio, si no era por aquél.~            Llegando 859 2, 27, 2, p. 221 | predicar y cobrado afición 3. Era hombre honradíssimo, llano, 860 2, 27 221(3) | entrar en su nueva sede. Era hermano de Martín de Gante, 861 2, 27, 3, p. 222 | conmigo, porque, aunque era en medio de la noche, nuestro 862 2, 27, 4, p. 223 | güéspedes. Que, aunque yo no era de consideración, por ser 863 2, 27, 4, p. 223 | consideración, por ser él quien era, parece se daba por obligado 864 2, 27, 4, p. 223 | que, por poco que hiciese, era más de lo que sufría la 865 2, 27, 4, p. 224 | padres benitos v 5. Que esto era por la Acensión 6.~            866 2, 27 224(5) | DHGE 19 (Paris 1981) 640. Era «tan sonado», que lo menciona 867 2, 27, 4, p. 224 | El demonio, en lo que era afligirme, me dejaba descansar. 868 2, 27, 5, p. 225 | habían muerto. Decíanme era clara y manifiesta tentación, 869 2, 27, 5, p. 225 | luego murió. Pero, como no era yo el que debiera de hacer 870 2, 28, 1, p. 225 | enbajador que entonces era. Nuestro Señor les a 871 2, 28, 1, p. 226 | deshonras; porque lo que era mi persona, la regalaba 872 2, 28, 2, p. 226 | padres guardaron su regla, era cierto por ser ellos varones 873 2, 28, 2, p. 226 | y que sólo san Francisco era fundador de descalzos. Mirad 874 2, 28, 2, p. 228 | reinos de España 8, que era el que yo mostré y entonces 875 2, 29, 2, p. 230 | sabía de eso tan poco, que era más que ciego, porque acerca 876 2, 29, 3, p. 230 | interiores que he padecido, uno era por una presencia que traía 877 2, 29, 5, p. 233 | su corazón a ellas, llano era. Y, con todo eso, no las 878 2, 29, 6, p. 234 | veía que, si se hacía, era cierta e infalible la de 879 2, 29, 6, p. 234 | animé y les dije que, si era menester, iría yo otra vuelta 880 2, 29, 6, p. 234 | Roma por ellos w, y que era cosa llana el hacerse. Pero 881 2, 29, 6, p. 234 | reforma y por las demás no era mentira, pues ya los veía 882 2, 29, 10, p. 238 | no le el nombre. Creo era el procurador contrario. 883 2, 29, 10, p. 239 | semejantes tentaciones, no era porque en mí hubiese virtud, 884 2, 29 239(21) | Era del título de la basílica 885 2, 29, 10, p. 239 | de Pheli­pe II, que no era amigo de que en su reino 886 2, 29, 11, p. 241 | disposición que yo entonces tenía, era poco comer, poco dormir 887 2, 29, 11, p. 241 | Pues ¿cómo conocía yo esto era del demonio? Lo uno, en 888 2, 29, 12, p. 242 | fuerzas. De suerte que ya yo era causa de que me dilatasen 889 2, 29, 12, p. 242 | 134v] Y en fin, yo era inpedido. Y al más estirado 890 2, 29, 12, p. 242 | compañía y vida, que todo era sancto do yo estaba. Y los 891 2, 29, 12, p. 242 | con palabras me decían que era voluntad de Dios que viniese, 892 2, 30 243 | quería que la padeciese, era cierto el desacierto en 893 2, 30 244(d) | sigue era tach.~ 894 2, 30, 2, p. 245 | tenía tan poca luz que decía era verdad, y lo tenía por mayor 895 2, 30, 2, p. 245 | desatino.~            Esto era cuando me miraba a mí. Pero, 896 2, 30, 2, p. 245 | del que puede inpedir, que era yo, para que no fuese estorvo 897 2, 30, 3, p. 246 | pues no me desasía, no era en mi mano; y que la obra 898 2, 30, 3, p. 246 | Y si deseaba la vida, era porque con tales cosas no 899 2, 30, 3, p. 246 | Porque me parecía, en lo que era sentimiento, que yo estaba 900 2, 30, 3, p. 246 | que desear la muerte antes era desesperación, porque necesariamente 901 2, 30, 3, p. 246 | Y si deseaba la muerte, era por evadirme de aquellas 902 2, 30, 3, p. 246 | procuraba la vida en todo lo que era de mi parte: hacía fuerza 903 2, 30, 4, p. 246 | parecía al miserable que yo era el conduto por do esto pasaba, 904 2, 30, 4, p. 247 | hermano Gaspar, donado, que era un sanctico 4. Este me acompañaba 905 2, 30, 4, p. 247 | entendiese ni sabían si era fingido ni si estaba loco. 906 2, 30, 4, p. 247 | Disparaba de repente, como era decir algunas suciedades. 907 2, 30, 5, p. 248 | no se desase y lo deja? Y era que no lo entendía de qué 908 2, 30, 5, p. 248 | obraba Dios en el sancto Job, era el haberle Dios dado riqueza 909 2, 30, 5, p. 248 | se echase de ver que no era yo el que hacía los dibujos 910 2, 30, 6, p. 248 | a quien lo diesen. Ello era necesario se hiciese Dios 911 2, 32, 1, p. 254 | y que el ser tan pocos era porque estábamos debajo 912 2, 32, 1, p. 254 | concediéndolo yo, claro era que, deseando Su Sanctidad 913 2, 32, 1, p. 254 | secreto, según me dijeron, era tanta la rabia de ciertas 914 2, 32, 1, p. 255 | osadía a los que amenazaban, era esto causa para más ayudarlo 915 2, 32, 1, p. 255 | casa do estaba y tierra era grandíssimo. ¿De dónde nacía 916 2, 32, 1, p. 255 | manera, bien se deja entender era sabiduría del cielo prevenir 917 2, 32, 1, p. 255 | para la tal persecución, era por decir [que], sacando 918 2, 32, 2, p. 256 | como ellos confiesan. No era razón arrojar el niño, porque 919 2, 32, 3, p. 258 | la Madre de ./. Dios lo era de los hijos de la Sanctíssima 920 2, 32, 4, p. 258 | que se peleaban por cuyo era el niño hasta que Salamón 921 2, 33, 1, p. 261 | que menos pena me daba era la hambre y necesidad de 922 2, 33, 1, p. 261 | sustenta sin comer. Lo cual no era en mí milagro, sino suspensión 923 2, 33, 1, p. 261 | según lo que ahora siento, era eso.~            Pasé así 924 2, 33, 2, p. 261 | claras, pero que ése era el tema h de aquel traidor 925 2, 33, 2, p. 262 | porque yo no podré decir era hombre ni me parece i tenía 926 2, 33, 3, p. 262 | motu propio detenido; y que era necesario con otros nuevos 927 2, 33, 4, p. 263 | antes que supiesen quién era, que les procuraba notificar 928 2, 33, 4, p. 263 | Barcelona, preguntándome quién era y de dónde venía. Y como 929 2, 33, 5, p. 265 | religión a posar y que era baldonarlos y despreciarlos. 930 2, 33, 5, p. 265 | que se pretendía. Porque era cosa cierta que, aunque 931 2, 33, 5, p. 265 | quien no lo merecía, pero era llano que, entrando yo en 932 2, 33, 5, p. 265 | bien y misericordia, que era una representación del bien 933 2, 34, 1, p. 265 | Rafael Díaz b, que entonces era ministro de Alcalá. Estando 934 2, 34, 3, p. 267 | Clemente de sancta María h, que era otro de los trece, que por 935 2, 34, 4, p. 267 | puesto en la cabeza que era cosa afrentosíssima tener 936 2, 35 269 | de la primera casa, que era la de Valdepeñas. Porque, 937 2, 35, 1, p. 269 | estaba en este convento, era nuestro vicario cuando yo 938 2, 35 270(4) | Era el 19 de marzo, fiesta de 939 2, 35, 1, p. 271 | en semejantes ocasiones era necesario algún poco de 940 2, 35, 2, p. 272 | quisiese abrazar lo que era de tanta; sujetarme a religión 941 2, 35, 3, p. 273 | porque, como la pobreza era tanta y nosotros de regla 942 2, 35 274(9) | estudiado teología en Alcalá. Era ya sacerdote, amigo y dirigido 943 2, 35, 4, p. 274 | traspié y en tierra con lo que era cielo. Dile el hábito y 944 2, 35, 4, p. 275 | aunque vi que todo aquello era traza del diablo, aunque 945 2, 35, 4, p. 275 | el hábito porque parece era inposible satisfacer a los 946 2, 35, 4, p. 275 | ahorcado y desesperado y que era grande hereje; y que me 947 2, 35, 4, p. 275 | se atrevió a hablar, que era el clérigo compañero que 948 2, 35, 4, p. 276 | la cama y examinando u si era locura, halléle muy cuerdo, 949 2, 35, 5, p. 277 | suerte que toda la Orden era aquella casa y aquellos 950 2, 35, 5, p. 277 | fortaleció, de suerte que era como torre de David, etc.~            951 2, 35, 5, p. 277 | David, etc.~            Así era aquella casita: cuello flaco 952 2, 35, 5, p. 277 | que los guiaba, también lo era, por haber sido así orden 953 2, 35, 5, p. 277 | Pero, aunque esta casa era así flaca, era cuello por 954 2, 35, 5, p. 277 | esta casa era así flaca, era cuello por do habían de 955 2, 35, 6, p. 277 | profeso, porque yo, que era el más antiguo, había dado 956 2, 35, 6, p. 279 | meterme en una cueva, que era más pozo por estar con mucha 957 2, 35, 6, p. 280 | de hacer de mí, de lo que era de los pobres poquitos novicios, 958 2, 35, 6, p. 280 | que dentro de mí andaba, era mucho mayor que lo de fuera. 959 2, 35, 6, p. 280 | muchas veces, el sueño le era tan grave que apenas podía 960 2, 35, 6, p. 282 | entendíamos dónde estaban. Y esto era de suerte que, tiniendo 961 2, 35, 6, p. 282 | apelaba para mí diciendo yo era su legítimo prelado. Y así 962 2, 36 282 | algunas premicias, que ya era razón, pues tanto cultivaba 963 2, 36, 1, p. 283 | Este hermano era natural de e Fuente El Encina, 964 2, 36, 1, p. 283 | se llamaba Pedro de 2... Era hijo de padres humildes, 965 2, 36 283(2) | p.1, no se lee más que era de Fuente la Encina, tomó 966 2, 36, 1, p. 283 | una religión que aún no era —y, para ser, se habían 967 2, 36, 1, p. 283 | pocos los frailes, que él era el tercero, le había de 968 2, 36, 1, p. 283 | retratarlo. En el cuerpo era dispuesto y abultado, la 969 2, 36, 1, p. 283 | proporcionada según su persona. Era blanco y colorado, la frente 970 2, 36, 2, p. 283 | todos enamoraba. Y esto era de suerte que, siendo su 971 2, 36, 2, p. 284 | enfermero; y su despedida era venirse por do yo estaba 972 2, 36, 2, p. 284 | mañana. Y viendo que aquél era don del cielo, o que no 973 2, 36, 2, p. 284 | don del cielo, o que no era hombre sino ángel, callaba 974 2, 36, 2, p. 284 | por le mortificar, que era muy curioso y que juntase 975 2, 36, 3, p. 284 | abrasaban las entrañas. Era tan sufrido en la sed que, 976 2, 36, 3, p. 285 | manera, porque la lengua más era corcha o palo que otra cosa.~            977 2, 37, 1, p. 287 | la hacía c, sino porque era la primera, y la primera 978 2, 37, 3, p. 288 | clementíssimo Dios y Padre que era tiempo de darnos otro rinconcillo. 979 2, 37, 3, p. 288 | segundo convento; que harto era poder h, con tan pocos frailes 980 2, 37, 4, p. 288 | Pero, como era la primera licencia que 981 2, 37, 4, p. 289 | reformadores de lo que sólo Dios lo era. No considerando las razones 982 2, 37, 4, p. 289 | soledad y entendiese me era fácil darme u en secreto 983 2, 37, 4, p. 290 | algún consuelo y reparo, era con padres carmelitas descalzos, 984 2, 37, 4, p. 290 | a estos miedos que ésta era la primera vez que yo salía 985 2, 37 290(8) | apostólico. «El nuevo P. General era en casi todo el reverso 986 2, 37, 5, p. 290 | días que el rigor de ella era pasado, yo temía entrar 987 2, 37, 5, p. 291 | descalzos, porque a los calzados era inposible. A mesón no convenía, 988 2, 37, 5, p. 291 | viniendo el general, que era conocido mío, entró con 989 2, 37, 5, p. 291 | dónde iba a dar el golpe? Era que había grandes fiestas 990 2, 37, 5, p. 291 | con ojos de carne q: ¿Cómo era posible que fray Juan Baptista 991 2, 37, 5, p. 292 | no miraban sino lo que yo era, volvíame yo entremés y 992 2, 37, 5, p. 292 | pareciéndoles disparate. Que no era pequeño golpe para, sobre 993 2, 37, 5, p. 292 | tenido en Roma; y que cómo era posible no tener gana de 994 2, 37, 5, p. 292 | saber la causa del negarla, era una razonable apretura. 995 2, 37, 5, p. 292 | razonable apretura. Yo, como era nuevo en estos negocios, 996 2, 37, 5, p. 293 | finalmente, cuando me aconsejaba, era decirme: —No se espante, 997 2, 37, 5, p. 293 | vivir. Y, como tocar esto era tocar y querer disputar 998 2, 37, 5, p. 293 | ni yo había hecho lo que era en mí.~            Cuando 999 2, 37, 5, p. 293 | mi compañero quería, que era irnos, y lo que yo había 1000 2, 37, 5, p. 294 | recebido, decían que no era posible sino que el demonio


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