Obras I - S. Juan B. de la C.
   Sección, Parte, Capítulo, Página
 1 Llaga,     0,  Int,  125   | stificante. He ahí otra de las vertientes interesantes de la obra.
 2 Llaga,     0,    5,  179   |   tierra39 para dar paso a las vertientes de las aguas, arroyos y
 3 Llaga,     0,    5,  179   |     ellos pasase y llevase sus vertientes, asombrando a los que estaban
 4 Llaga,     0,    5,  181   |     también esconde y tapa las vertientes de las aguas que caían afuera;
 5 Llaga,     0,   12,  239   |       se tornaba a poner a las vertientes de aquellas aguas divinas;
 6 Recog,     0,    1,  543   |      va haciendo ruido con sus vertientes, adelgazando sus aguas por
 7 Recog,     0,   10,  576   |         que como tienen tantas vertientes, cada día están pidiendo
 8 Recog,     0,   31,  648   |       por no tener arbañales o vertientesd a la calle. Hemos también
 9 Penas,     0,    1,  788   |       sino a buzas. Que si las vertientes del agua se la llevaran,
10 Penas,     0,    1,  788   |       años a la vista de estas vertientes y, por otra parte, boquiseca,


Obras II – S. Juan B. de la C.
   Parte, Capítulo, §, Página
11     2,   50,  12, p.  433  |       quiebran las olas de las vertientes de los deseos de los justos,
12     2,   56,   1, p.  483  |    para estar a la mira de sus vertientes.~            Al principio
13     4,    7,   2, p.  629  |     obligaciones, sino que las vertientes de aquel río que nacía de
14     4,   13,   4, p.  686  |       su contemplación con las vertientes de tantas e obras activas
15     5,    3,   2, p.  750  |      cestilla enbetunada a las vertientes del río Nilo, no para que
16     6,  Dial3           896|        entriego n total de las vertientes de las aguas para cuando


Obras III - S. Juan B. de la C.
   Parte, Capítulo, §, Página
17     1,   12,   1, p.   52  |     eternos y arrojarnos a las vertientes de aquellas copiosas fuentes;
18     1,   17,   1, p.   77  |  aquella que se derrama de las vertientes del agua que vivifica a
19     1,   18,   2, p.   81  |        esta agua divina, cuyas vertientes bajan del cielo, que, gozando
20     3,    3,   1, p.  254  |  muladar, pues lo sacan de las vertientes de un río donde su madre
21     3,   14,   6, p.  327  |       su camino, buscar nuevas vertientes y lugares donde se recoja.~ 
22     3,   14,   6, p.  327  |      en quien hacer sus nuevas vertientes y paraderos. Y así digo
23     6,   27,   7, p.  574  |   corazón a pensar en aquellas vertientes de agua viva que nacen y
24     7,    9           879  |      ya dividiendo las aguas y vertientes del mar Bermejo 22 y del
25     7,   12           899  |   cestilla enbetunada y en las vertientes y juncadas del río Nilo 10
26     7,   16           944  |       se profesan, dar con las vertientes de nuestra fuente y agua  ./. 
27     7,   18           950  |     arca de donde por caños yb vertientes diferentes se coge de chicos
28     7,   18           950  |      sí la communicación y las vertientes del tal spíritu, como él
29     8,    2          1045  |      que ninguno conociera sus vertientes y se juntaran todos los
30    12,    1          1277  |     esté quebrada sino que las vertientes del agua vienen de otra


Obras IV – S. Juan B. de la C.
   Sección, Parte, Cap.
31 Exhor,      0,   4         |     buscan los arroyos, ríos y vertientes de las aguas sólo para mirarlas,
32 Exhor,      0,  17         |        echado c Joseph por las vertientes del río alguna paja, en
33 Exhor,      0,  17         |       en turbión y en copiosas vertientes.~
34 Exhor,      0,  24         |       su amar y querer por las vertientes de las cosas transitorias.
35 Exhor,      0,  66         |        que está plantado a las vertientes de las aguas, que da su
36 Platic,      B,  10        |        y tú a las corrientes y vertientes de las aguas de un río caudaloso
37 Platic,      B,  10        |    estés tú a las corrientes y vertientes de la sangre que sale del
38 Platic,      B,  57        |    Quedándose los demás en las vertientes de aquellas aguas soberanas,