Obras I - S. Juan B. de la C.
   Sección, Parte, Capítulo, Página
 1  Dial, Dial1,   11,  430   |        que hacen el juego por los tejados, ya dando de hocicos por
 2  Dial, Dial1,   16,  447   |            Que no sea yo como los tejados, que cuanta agua reciben
 3 Recog,     0,   21,  608   |           aire y los nidos en los tejados. De este jaez son los vencejos,
 4 Recog,     0,   42,  696   |         andar siempre a sombra de tejados y huyendo del consorcio
 5 Recog,     0,   51,  726   |           quea las veletas de los tejados, más inquietas que el azogue
 6 Penas,     0,   17,  878   |           del campo y heno de los tejados, que lo uno y lo otro explica
 7 Penas,     0,   32,  943   |           se quedan encima de los tejados donde hay pollos y, si suben
 8 Humil,     0,    3,  973   |        sus caminos, vuela por los tejados y es llevada por los vientos


Obras II – S. Juan B. de la C.
   Parte, Capítulo, §, Página
 9     2,    6,   6, p.   69  |           salgamos no a sombra de tejados sino en la obscuridad de
10     2,   16,   2, p.  138  |          ve que vamos a sombra de tejados y que está una nave para
11     2,   20,   1, p.  164  |      aquel camino tan a sombra de tejados, tan contra su voluntad,
12     2,   60,   9, p.  533  |            Que al profeta por los tejados lo entró el ángel y por
13     5,    2,   2, p.  745  |        quien a las canales de los tejados saca sus vasijas y cántaros
14     6,  Preg3           981|           como las veletas de los tejados, sean buenos o malos, y
15     7,    3,   5, p. 1113  |         vientos; y aun cargar los tejados no se vuelen las tejas con
16     7,    5,   1, p. 1175  |        los r que habitaban en los tejados y agujeros de las casas


Obras III - S. Juan B. de la C.
   Parte, Capítulo, §, Página
17     3,    9,   2, p.  280  |           del campo y heno de los tejados, cuando llegan a Roma, donde  ./. 
18     3,   15,   5, p.  336  |          ande sobre caballetes de tejados. Cuando mira abajo, ve el
19     6,   26,   8, p.  562  |       perturbados como veletas de tejados.~  Ahora s, vueltos a nuestro
20     6,   41           647  |   camaranchones y desvanes de los tejados, que no sirven sino que
21    10,   11          1162  |       días de su vida a sombra de tejados, no será necesario cansarnos
22    11,    8          1201  |         viertan por encima de los tejados. Debiendo estar estas dos


Obras IV – S. Juan B. de la C.
   Sección, Parte, Cap.
23 Exhor,      0,   1         | solitarios en los agujeros de los tejados y lechuzas escondidas en
24 Exhor,      0,   5         |           trueca la veleta de los tejados, de suerte que quien miraba
25 Exhor,      0,   8         |          tienen en lo alto de los tejados y edificios de su casa y
26 Exhor,      0,  10         |         hombres y tan a sombra de tejados en las religiones, tan menoscabada
27 3GenG,      0, Intro       |        anduviesen tan a sombra de tejados que, siendo del propio officio
28 3GenG,      0, Intro       |           como dicen, a sombra de tejados, donde, si hubieras de salir
29 3GenG,      0, Intro       |     predique en público y por los tejados. Por tanto, dico autem vobis
30 Platic,      B,  18        |        cantos y piedras sobre los tejados para que los aires no se
31 Platic,      B,  55        |           a los caballetes de los tejados a adorar las strellas 21.
32 Platic,      B,  81        |         llueve, por esas calles y tejados y despeñaderos! Y Dios,
33 Platic,      B,  93        |         como si fueran veletas de tejados, que, estando puestas a
34 Platic,      B,  93        |     livianos y más que veletas de tejados para correr tras la maldad