Obras I - S. Juan B. de la C.
   Sección, Parte, Capítulo, Página
 1 Llaga,     0,    4,  157   |           enviando y despidiendo centellas, distilando amorosos afectos,
 2 Llaga,     0,    7,  194   |  entrañas para que ~ ./. echasen centellas que alumbrasen la casa,
 3 Llaga,     0,    8,  196   |          arrojan más llama y más centellas. De esa misma manera, el
 4 Llaga,     0,    8,  196   |     llama y hace echar chispas y centellas, de suerte que ha menester
 5 Llaga,     0,   11,  224   |       hacen, los ojos lesw echan centellas; si cogen un peccador, con
 6  Dial, Dial1,   11,  424   |      tengan ciertas vislumbres y centellas de que no es olvido el andar
 7 Recog,     0,   49,  722   |       ése el eslabón le hace dar centellas; más es que todos ésos:
 8 Recog,     0,   64,  771   |          los ojos hermosos echan centellas de sí propios. Y si el vino
 9 Recog,     0,   64,  771   |         que el vino porque echan centellas, ya dan luz a los ojos enfermos
10 Penas,     0,    1,  787   |         sudar, llorar y despedir centellas de sí, como quien se defiende.
11 Penas,     0,    1,  787   |       que no se defienda ni eche centellas de desvíos y apartamientos.


Obras II – S. Juan B. de la C.
   Parte, Capítulo, §, Página
12     2,    3,   1, p.   32  |       grande y que aquéllas eran centellas del fuego que traía escondido
13     2,    3,   2, p.   33  |       enpieza a humear y a echar centellas y llamas de sí, enpiézase
14     2,   31,   2, p.  251  |          soplan, echan chispas y centellas los carbones. Cuando al
15     2,   31,   2, p.  251  |       martillan, despide fuego y centellas. Lo propio digo yo de un
16     2,   31,   2, p.  251  |       despide sabiduría de Dios, centellas, con que alumbra, enciende
17     2,   31,   2, p.  251  |    primero arde, alumbra l, echa centellas y hace ruido; pasó eso,
18     2,   31,   2, p.  251  |        ya no alumbra, ya no echa centellas, sólo es fuego que su poco
19     4,    4,   3, p.  611  |        dónde está Dios. Son unas centellas que queman y abrasan en
20     4,    7,   4, p.  631  |         gotas de agua se vuelven centellas y chispas que despide de
21     4,    7,   4, p.  631  |       antes parece se le vuelven centellas y chispas que de sí arroja,
22     5,    5,   6, p.  793  |        un Dios que tales rayos y centellas echa de sí como éstas, con
23     6,  Dial3           933|         y siendo todas las cosas centellas que salen de aquel fuego
24     6,  Preg3          1008|       que no las podremos llamar centellas en pajares o muladares ni


Obras III - S. Juan B. de la C.
   Parte, Capítulo, §, Página
25     6,   10,  10, p.  487  | inconveniente, pegándose algunas centellas o chispas al hollín. Y para
26     6,   20           517  |        hace, de resultida salten centellas con que pague a los bienhechores
27     7,  Intro           795|        amar y encenderse con las centellas que en esta ocasión despide
28     7,  Intro           801|        amar y encenderse con las centellas que en esta ocasión despide
29    11,   24          1262  |      apóstoles y discípulos como centellas del pedernal para que fuesen


Obras IV – S. Juan B. de la C.
   Sección, Parte, Cap.
30 Exhor,      0,  36         |       martilladas, están echando centellas de palabras que abrasan
31 3GenG,      0, Intro       |    caballo, los ojos despidiendo centellas y en la boca una espada 52,
32 Platic,      B,  21        |     criaturas no son más de unas centellas casi apagadas de aquel fuego