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Obras I - S. Juan B. de la C.
   Sección, Parte, Capítulo, Página
 1 Intro,     0,    2,   55    |   sabiduría, que fue siempre el norte de vuestro magisterio, os
 2 Llaga,     0,   10,  215    |         que se rodea do está el norte. Lo propio hace Dios con
 3  Dial, Dial1,   19,  456    |      esos cielos, piérdese este norte que me enseña y encamina,
 4  Dial, Dial1,   20,  458    | alejándose de tierra, pierde un norte por quien se guía y descubre
 5 Recog,     0,   50,  724    |         les dasd en el cielo un norte y estrella fija por quien
 6 Recog,     0,   50,  724    |       sol se tapa y encubre ese norte, otro tiene inpreso en la
 7 Recog,     0,   50,  724    |     cual siempre, como hija del norte, le está mirando sin perderle
 8 Penas,     0,    4,  812    |     vuelven se torna a mirar el norte, puesto caso que todaq la
 9 Penas,     0,    4,  812    |         es ponerse enfrente del norte, si diésemos un caso que
10 Penas,     0,    4,  812    |         que se le escondiera el norte y se lo tuviera Dios a otro


Obras II – S. Juan B. de la C.
   Parte, Capítulo, §, Página
11     2,   33           263(8)|     España, especialmente en el norte y en el centro, se registraba
12     2,   48,   2, p.  395   |         acá abajo guía, sólo el norte del cielo, y en el navío,
13     2,   48,   2, p.  395   |  pisadas. Que sólo nos queda el norte del cielo, que es nuestro
14     2,   48,   2, p.  395   |       cuya perfección, como por norte, nos hemos de regir y gobernar;
15     2,   48,   3, p.  396   |       mira se ha de tener en el norte, y ése basta con la carta
16     2,   48,   3, p.  396   |       te les das por guía y por norte. Que, en nuestra sagrada
17     2,   48,   3, p.  397   |         Ojo al cielo, a nuestro norte, a nuestro Padre! de suerte
18     3,    5,   3, p.  574   |    todas las estrellas, sólo el norte es por quien se rigen lo
19     4,    7,   9, p.  642   |   pierden de vista este nuestro norte, descubren el otro. Es certíssimo
20     6,  Preg3          1036 |    divisan tierra ni aun ven el norte ordinario que los rige y
21     7,    5,  10, p. 1207   |        carta de marear, aguja y norte, y aun con todo eso suelen


Obras III - S. Juan B. de la C.
   Parte, Capítulo, §, Página
22     6,   31,   2, p.  596   |        el corazón que miraba al norte como aguja de relox bien
23     7,   18           952   |        ojos al cielo y mirar el norte y las strellas, por quien
24     8,    3          1047   |    quien se encubre [67v] de un norte ha de descubrir otro, como
25     8,    3          1047   |  sabiduría humana, que es el un norte por donde nos regimos, que
26     8,    3          1047   |         hemos de descubrir otro norte más subido y encubierto


Obras IV – S. Juan B. de la C.
   Sección, Parte, Cap.
27 Exhor,      0,   6          |                           3. El norte siempre se está fijo, inmóvil,
28 Exhor,      0,   6          |        el spíritu y razón, como norte divino, siempre ha de estar
29 Exhor,      0,  16          |     aleando a aquella parte del norte donde la piedra la inclinó i, ¡
30 Exhor,      0,  18          |         les encubre este polo y norte, llevan miedo y cuidado
31  1Man,      0,   0          |      nuestro primer maestro, al norte y guía que Dios por su infinita