Obras I - S. Juan B. de la C.
   Sección, Parte, Capítulo, Página
 1 Penas,     0,   33,  946 |          amarlo y reverenciarlo. Dígale con grande humildad:~ ~
 2 Penas,     0,   33,  948 |        ha vivido hasta entonces; dígale cuán pocas veces se ha vestido
 3 Penas,     0,   33,  948 |     penitencias como de oración, dígale cómo eso le acobarda y hace
 4 Penas,     0,   33,  948 |          muy malos y peccadores. Dígale cuánto se ama y quiere y
 5 Penas,     0,   33,  948 |     acuda a su prelado superior. Dígale la necesidad que tiene de


Obras II – S. Juan B. de la C.
   Parte, Capítulo, §, Página
 6     4,    3,   4, p.  606|         cuerpo ruedas de molino, dígale: Bien entiendo, [427v] traidor,


Obras III - S. Juan B. de la C.
   Parte, Capítulo, §, Página
 7     2,    5,   3, p.  196|       desnudo de todo lo criado. Dígale cómo se contenta con un
 8     2,   11,   7, p.  232|        de su rincón y retrete.~  Dígale: Seas tú bendito, Señor
 9     2,   11,   8, p.  234| encendidas y llenas de charidad. Dígale palabras amorosas, como
10     2,   11,   8, p.  234|        mucho gusto y suavidad.~  Dígale algo de la virtud y buenos
11     6,    8           472|        del prelado, prevéngale y dígale: Hermano, yo me inquieto
12     6,   19,   2, p.  515|         y que confiese su culpa, dígale dos palabras, según Dios
13     6,   29,   2, p.  582|         lo tiene allí a su lado; dígale algún sancto requiebro:
14     6,   30,   1, p.  588|          mano, despídase de él y dígale que tiene que hacer. Si
15     6,   30,   1, p.  588| murmuración, sea quien quisiere, dígale con llaneza: -Eso no se
16     6,   30,   1, p.  590|          quisiere hablar con él, dígale: No tengo licencia, señor;
17     6,   30,   2, p.  591|      bésela, abrácela y adórela; dígale mill sanctos requiebros,
18     6,   30,   2, p.  591|     haber con quien le entienda. Dígale allí a Dios le dé luz para
19     6,   31,   3, p.  599|        que ha de faltar de casa. Dígale cómo es un navío lleno de
20     6,   34,   3, p.  616|   necesidad fuere tan urgente, y dígale al religioso, más por señas
21     6,   48,   2, p.  709|         que él tenga a su cargo, dígale e las palabras que dijo
22     6,   48,   2, p.  709|   muertos sus propios muertos 3. Dígale cómo ya no ha de cuidar
23     6,   48,   3, p.  711|       dejarlo así de todo punto. Dígale que no se espante, que no
24     6,   48,   5, p.  713|  despojos con que enriquecernos. Dígale allí mill requiebros interiores,
25     6,   48,   5, p.  714|         contigo ensalzado!~  ./. Dígale con veras y de corazón: ¿
26     6,   49,   3, p.  721|    derechamente contra su salud. Dígale con palabras amorosas cómo
27     6,   49,   3, p.  722|    humillaciones y postraciones. Dígale que con llaneza acuda a
28     6,   52,   5, p.  740|  ministro y maestro de novicios. Dígale el scrúpulo que tiene acerca
29     6,   58,  11, p.  783|      ello, pregúntele cómo está, dígale cómo lo encomienda a Dios
30     6,   58,  11, p.  783|      alegría. Echele las moscas, dígale algún evangelio, póngale