Obras II – S. Juan B. de la C.
   Parte, Capítulo, §, Página
 1     2,   21,   3, p.  174|        nos estaba bien aquella casita que los padres calzados
 2     2,   35,   5, p.  277|                Así era aquella casita: cuello flaco en lo material,
 3     2,   35,   5, p.  277|    armas con que aquella pobre casita se defendía: con callar
 4     2,   42           327|        caminando nuestra pobre casita de Alcalá viento en popa
 5     2,   42,   3, p.  329|         en fin, aunque nuestra casita era castillo y baluarte
 6     2,   50,   1, p.  412|                     1.         Casita escondida~ ~           
 7     2,   50,   1, p.  412|        centéssimo, así aquella casita allí derramada, sin licencia
 8     2,   50,   1, p.  413|       hasta ahora Dios nuestra casita de Madrid porque él quiere.
 9     2,   50,   2, p.  413|    cómo Dios descubría aquella casita con una vocación enpezada
10     2,   50,   2, p.  414|  religiosos. Y acude a nuestra casita, que así estaba escondida,
11     2,   50,   6, p.  422|         a no ser aquella pobre casita y hospedería como blanca
12     2,   50,   6, p.  423|       326r] en aquella pequeña casita muerte viva en los frailes
13     2,   50,   6, p.  423|     hábito, los que en aquella casita estaban, por hacer obra
14     2,   50,   6, p.  423|             Pero, como aquella casita sólo había de servir de
15     2,   50,   7, p.  424|              Ahora, pues, esta casita aquí puesta y fundado el
16     2,   50,   8, p.  427|      valor el estar en aquella casita pobre, sabiendo ellos [328v]
17     2,   50,  10, p.  429|    hermanos lo estaban en esta casita, a puertas cerradas tanto
18     2,   51,   4, p.  441| Estándonos i, pues, en nuestra casita de Madrid en el sitio del


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19 Exhor,      0,  34       |    madre comían y bebían en su casita y portal de Nazaret, como