Obras I - S. Juan B. de la C.
   Sección, Parte, Capítulo, Página
 1 Intro,     0,    2,   54 |            que el hombre terreno y carnal había de suscitar y fomentar
 2 Intro,     0,    2,   55 |    igualmente la ciencia terrena y carnal, desechó su remedio y salud
 3  Dial, Dial2,    8,  494 |          cruz del soberbio, la del carnal, la del ambicioso, codicioso
 4 Humil,     0,   15, 1028 |        note que, para llamar a uno carnal, le llaman deshonesto, al


Obras II – S. Juan B. de la C.
   Parte, Capítulo, §, Página
 5     7,    4,  16, p. 1161| encendiendo el corazón del tibio y carnal que está en la suya y en
 6     7,    5,   7, p. 1189|          razón y el alma se vuelve carnal y sangrienta. Y así en la


Obras III - S. Juan B. de la C.
   Parte, Capítulo, §, Página
 7     1,   31,   6, p.  143|           lo que nunca acertó este carnal hombre, que, como bestia,
 8     1,   32,   3, p.  147|             y que quien es carne y carnal no permanezca en él el Spíritu
 9    10,   11          1161|          tiene este nuestro hombre carnal: que en la ley de Dios no


Obras IV – S. Juan B. de la C.
   Sección, Parte, Cap.
10 Exhor,      0,  11       |            prosperidades se vuelve carnal y en los trabajos queda
11 Exhor,      0,  17       |            con el cielo, el hombre carnal con Cristo, que es la misma
12 Platic,      B,  13      |          son contrarias al apetito carnal, y, por el contrario, agradables
13 Platic,      B,  93      |           apunta. Pues ¿qué, si es carnal y deshonesto? No bastarán