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San Juan Bautista de la Concepción Obras I - S. Juan B. de la C. IntraText CT - Texto |
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CAPITULO 8 - De cuánta importancia es que el hombre en este mundo tenga cruz y trabajos. Y cómo, cuando Dios da gustos spirituales, no los da para que en ellos se queden detenidos, sino para que con ellos se animen al trabajo y cruz de Cristo
1. La segunda letra de este abecé es tomar cada uno su cruz y seguirme. Dos maneras hay de letras: unas sobrepuestas y otras sculpidas y vaciadas en el sujeto donde se imprimen. Las primeras no son de dura, que como sobrepuestas, es fácil el caerse. Estotras duran el tiempo que dura el propio sujeto, por ser una propia cosa con él. Estas dos maneras de cruces tienen los hombres y train consigo: unos las toman sobre sus hombros y train a cuestas por el tiempo y cuando les parece. Son cruces al quitar y es gente que camina poco, a spacio y con moderación. Porque, como quiera que esta mi cruz sea el carro triunphal y posta que da con brevedad en el cielo con un alma, van sin ella muy a spacio, poco a poco y por muchos rodeos, porque por evitar los malos pasos y pequeñuelos trabajos, dilatan el summo bien que se les tiene prometido.
2. Las otras cruces son las de los justos, que son socavadas, vaciadas en las propias personas, que les duran lo que les dura la vida y jamás se les acaban. Esta es la letra de quien dice el refrán que entra con sangre; porque la cruz, si es cruz verdadera, en ella se ha de derramar a mi imitacióna muchedumbre de sangre y padecer inmensos dolores. Por eso le decía yo a mi sposa que me pusiese por sello sobre su corazón1, porque, así como el sello deja güecos en la cosa que se imprime, de esa propia suerte los ha de hacer y poner mi cruz en la persona en quien estuviere. Porque eso es cruz: evacuación de todas las cosas de la tierra; ésa es cruz: negación verdadera de todo lo queb te puede ser gusto. Por eso antepuse yo la negación al tomar la cruz, porque, así como para pinctar o dibujar en una pared es menester barrerle el polvo y quitarle la tierra para que asiente bien, de esa propia suerte es necesario que en un hombre nada haya bajo y de tierra, para que la cruz que hubiere de tomar asiente bien y no se le caiga. No es perpetua ni durable la cruz que cai sobre la propia voluntad, sobre el propio interés, sobre gustos y contentos; todo eso se ha de barrer y desechar para que este dibujo siente.
3. Vives, hija mía, en un engaño, y es que los gustos primeros que yo te di piensas [146r] que eran gustos para de contino y para que en ellos perseverases; y así te vas tras ellos, los abrazas y das acogida, como si ya hubieran de ser eternos y no te hubieras de apartar y desasir de ellos. Siendo muy al revés, que ésos se te dieron para que con ellos hicieses la cama a mi cruz y a mis trabajos, más de veras te dispusieses a los sufrir y llevar y al fin de ellos aguardases premios eternos.
Cuando yo a mis discípulos les hice aquel solemne convite en el desierto de los cinco panes y dos peces, al punto luego los compelí a que entrasen en un navío, donde con el remo en las manos pasaron una recia tempestad2. En lo cual di un verdadero desengaño al alma que en mi casa comiere algunos bocados: que entienda que es desayuno el que tiene en esos gustos spirituales para después trabajar y tomar el remo de mi cruz. Porque ésos son como los que el padre de familias da al jornalero, que sólo van enderezadosc a que tome el azadón con más brío y fuerza, y más y mejor acabe sus tareas.
En aquel viaje que hizo el propheta Elías huyendo de la reina Jezabel, echado debajo un junípero cansado, le envié yo un ángel que lo alentase y animase con comida y bebida. El propheta comió un poco y tornóse a recostar, a tomar reposo y dormir; a quien el ángel le hirió y dijo (3 Regum 19d): "Levántate y torna a comer, que te queda grande camino que andar"3. Como si le dijera: No son estos bocados para reposar y dormir, sino para trabajar. Y así fue, que a la comida del pan subcinericio y agua se le siguió ayuno de 40 días y camino solo de muchas leguas4.
¡Oh! qué engañados están los hombres que de mí han enpezado a gustar, que piensan son gustos y bocados para dormir y descansar, para meterse en el rincón, dándoselos yo para que con más fuerza y ánimo acudan a las tareas y trabajos que yo les tengo señalados.
4. Cuando yo subí a san Pablo al tercer cielo y le mostré extraordinarios secretos, cuando yo le estaba acá banqueteando, le estabae aparejando la cruz que había de tener; porque en ese mismo tiempo le decía yo a Ananías (Actorum 9): Ego ostendam illi quanta oporteat illum pro nomine meo [pati]5, yo le enseñaré cuánto le importa padecer por mí. Y bien se echa de ver que en el cielo se lef leyó esa lición, pues luego al punto, como allí dice el texto sagrado, continuo ingresus sinagogas predicabat Jesum6, luegog como bajó de aquella fiesta y merced que se le habíe hecho se entró por las sinagogas a predicar mi nombre.
Por san Matheo llamo yo a los cansados y cargados para los regalar y recrear, pero es fiesta que les hago y con que los dispongo para que pongan sobre sí mi yugo: Venite ad me omnes qui laboratis et honerati estis, et ego reficiam vos7. Y en acabando [de] decir aquella palabra [146v] reficiam -que les quiere dar un refresco-, dice que pongan sobre sí su yugo8. Como quien dice: no es regalo que os quiero hacer para que con él os echéis a dormir, sino para que, con él ayudados, toméis a vuestras cuestas mi yugo y mi cruz. Bien entendió esta doctrina mi siervo Job cuando dijo: Visitas eum diluculo, et subito probas illum9; que madrugo por la mañana a darle al hombre el almuerzo y que no aguardo al mediodía para le poner el remo y azadón en la mano, sino que luego repentinamente le pruebo con tentaciones y trabajos: et subito probas illum.
Y para que entiendas que en este particular a nadie se guarda respecto, advierte los favoresh que mi Padre mei hizo en el Jordán cuando, humillado a los pies de Juan, fui baptizado y se abrieron los cielos, se oyó una voz de mi Padre que me confiesa por hijo natural y consustancial, y se apareció una paloma sobre mi cabeza, que era el Spíritu Sancto, con quien, como con el dedo, señalaba el Padre de quién hablaba y se entendían aquellas palabras que se oían. Pues, en el punto que acabé de recebir esos favores, luego al punto fui guiado y llevado del Spíritu divino al desierto, entre bestias y en soledad, donde ayuné 40 días con sus noches, donde me ofreció a la pelea y lucha que tuve con el príncipe de las tinieblas10. Y si es verdad que de esta regla y ley no salen los sanctos, ni el sancto de los sanctos, sino que a todos se les dan los favores y regalos para que de ellos y con ellos hagan divinos y soberanos enpleos, loco sería el que, habiéndole yo hecho algunos regalos y dado algunos gustos spirituales, entendiese que eran para con ellos estarse ocioso y detenido, estorbado y dormido. No es así, sino para que luego al punto salga a la lucha, a la guerra y batalla y a la conversión de las almas, para que, si fuere necesario, se entre por en medio de esas plazas y calles, predique, dé voces y confiese mi nombre.
5. El jornalero, cuando se concierta con el padre de familias, luego por la mañana, en señal de que queda cogido, le da algún dinero y principio de paga. Y éste no es para que se vaya y quede con él, sino para señal que a la noche, después del trabajo del día, se les dará lo demás. Con los hombres me concierto yo para que en mi viña y a mi cuenta trabajen. Y porque su pobreza y flaqueza es tan grande, siempre al principio con aquellos con quien trato no les dejo tan boquisecos que no les doy algunos gustos y pruebas de aquellos gozos eternos, dejando lo principal de la paga para después del trabajo, para cuando llegue la noche y venga la muerte.
6. El ingrato está figurado en el pez, que jamás conoce al amo o dueño que bien le hace, sino que, apenas le han echado la comida, [147r] cuando le tiene vuelta la cabeza zabulléndose en lo profundo del agua. ¡Oh qué desconocido sería el hombre a quien yo le hubiese cebado, regalado, recreado y dado a sentir algo de aquellos eternos bienes, y que, en tomando y recibiendo eso, me volviese las espaldas huyendo el cuerpo al trabajo, zabulléndose y escondiéndose donde a solas y sin sobresalto masque y rumie el bien que se le hizo!
El hombre agradecidoj es figurado en el buey y en el jumento, los cuales, dice el Spíritu Sancto, conocen el pesebre de su señor11. Yo pienso que este acontecimiento no tanto lo quiso decir el Spíritu Sancto para dar a entender que estos animales saben a la casa donde les dan el pasto y comida, sino que quiso decir que conocen el pesebre de su señor para servirlo y pagarlo, porque estos dos animales son los de mayor trabajo y servicio para el hombre. Que fue decir: si comen y tienen buen pesebre, buena paciencia tienen para el trabajo que se les inpone, pues con cuidado y sufrimiento a todo acuden. Y bien se echa de ver quiso ahí el Spíritu Sancto decir eso por lo que luego infiere, diciendo: "Israel no me conoce a mí"12. Como quien dice: más mercedes son las que yo he hecho a Israel, mayor regalo y mejores comidas, y no me conoce, no quiere prestar la cerviz al yugo y trabajo, no quiere, después de ese regalo, cumplir la ley y preceptos.
7. Para esto, hija mía, se te dieron los primeros gustos, no para que con ellos te retires y entretengas, sino para que con ellos te animes y esfuerces a tomar tu cruz, la que en suertes te cupo y la que yo, a medida y talle de tus cortas fuerzas, yo he hecho y labrado. Ojalá considerases que tu cruz es una y muy pequeña, y la que yo llevé fue: una, la exterior, y muy grande, y las interiores fueron inmensas y sin número, figuradas en el haz de leña que Isac llevó al monte sobre que habíe de ser sacrificado13; aquellos muchos palos que llevaba significaban las muchas cruces que a mis cuestas habían de ir por todos los hombres. Que es lo que mi propheta Esaías dice: que posuit super eum iniquitates omnium nostrum14; que mi Padre puso sobre mí las maldades de todos los hombres. Quiso decir que puso sobre mí las penas y trabajos que todos los peccadores debíank por sus desórdenes: a mis cuestas estuvo la cruz del soberbio, la del carnal, la del ambicioso, codicioso y homicida, y de todos los hombres dell mundo.
Esta es la razón por qué mi sposa me llamó hacecillo de mirra puesto entre sus pechos15, [147v] que es en la voluntad para te compadecer y en el entendimiento para me considerar. Y como en mí consideraba tantos trabajos y tantas cruces, de todas hacía un haz de mirram y se adornaba con él. Pues si las mías son tantas y tan grandes y puestas sobre mis hombros por personas tan desapiadadas, y con todo eso las llevo con summo gusto por el amor que al hombre tengo, ¿por qué no llevarás tú una sola, y ésa pequeña, no ajena sino tuya propia para tu provecho, y puesta por mi mano, que tanto de ti me apiado, y por el amor que me tienes y me debes, debes tenerla por menor y más llevadera?
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a mi imitación ms. mitación 1 Cf. Cant 8,6. b sigue no tach. 2 Cf. Mc 6,35-52. c ms. enderezado d 3 Regum 19 al marg. 3 1 Re 19,7. 4 1 Re 19,8. e sigue yo tach. 5 He 9,16. f corr. de leyeron 6 He 9,20: "Et continuo in synagogis praedicabat Iesum". g ms. lugo 7 Mt 11,28. 8 Mt 11,29: "Tollite iugum meum super vos...". 9 Job 7,18. h ms. fafores i sigue hijo tach. 10 Cf. Mt 3,13-4,4. j corr. de abradecido 11 Is 1,3: "Cognovit bos possessorem suum, et asinus praesepe domini sui". 12 Is 1,3: "Israel autem me non cognovit". 13 Cf. Gén 22,6-7. 14 Is 53,6. k sigue su tach. l sigue de tach. 15 Cf. Cant 1,12. m de mirra sobre lín. |
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