- 583 -
CAPITULO 13
- De cómo al alma que ha llegado al tercer estado en el camino de la
perfección, no alteran los trabajos y las incitaciones del mundo
1. Este es el bien del que camina en la
noche: que si quiere tornarse, de nada le sirven sus pisadas y señas que dejó
atrás porque no las vido; y así siempre se ve obligado a ir delante. Esto tiene
el que busca a Dios desembarazado de todo: que, como va solo y en tinieblas,
nada ve que le perturbe, a nada atiende aunque le llamen, siempre va adelante;
porque es como la palma, que aunque más la carguen nunca se inclina ni tuerce
y, por muchas pedradas que le tiren para derribar el fructo, no lo alcanzan por
su altura.
- 584 -
Son de esta manera
los siervos de Dios en este tercer estado, cuando ya llegaron a tener y poseer
a Dios por particular gracia de unión: que por muchos trabajos y cosas que se
les ofrezcan, nada les enpece ni turba. Son como el sancto Job que dice: Etsi occiderit me, in ipso
esperabo1; no enturbiarán mi esperanzaa los trabajos aunque
lleguen a muerte. Son comob [73r] la mar en quien omnia flumina
intrant et mare non redundat, como dice el Spíritu Sancto2; que entran
tantos ríos, arroyos y lluvias, y jamás crece ni sobrepuja de suerte que pase
la raya que Dios le tiene puesta. Porque, como dice Dios al sancto Job, la
tiene puesta en cárcel y como a niño envuelto en pañales3, que no saca
los brazos, juega con ellos o hiere a quien le hace mal.
¡Oh dichoso estado! ¡Oh justos
bienaventurados que ya llegastesc a juntaros con Dios! Que, aunque es
en este mundo, con tal junta y unión mar quedastes hechos en quien, aunque
entren los trabajos y tribulaciones de todos los hombres y el cielo llueva
inclemencias, mare non redundat, la mar no sale de sí a hacer mal. No se
descomponen ni alteran porque los tiene Dios como en cárcel y como niños
obedientes envueltos en pañales, de suerte que los dos brazos del entendimiento
y voluntad los tienend ligados y atados al conocimiento y amor de aquel
grande Dios que tienen y poseen, para que de allí no salgan a pensar ni hacer
alguna cosa contra sus hermanos. Como otro sancto Job que dice, capítulo 31e:
Pepigi fedus cum oculis meis ne cogitarem aliquid de virgine4.
2. Notable cosa que en todo el capítulo 30
va el sancto Job tratando y haciendo una como resumpta y summa de todos sus
trabajos y tribulaciones, de que fuera largo hacer aquí fiel traslado, y luego
en el capítulo treita y uno va tratando la fidelidad que con Dios habíe tenido
y el concierto que habíe hecho para siquiera no pensar un pequeño mal. Si
ambulavi in vanitate et festinavit in dolo pes meus, apendat me in statera justa,
et sciat Deus sinplicitatem meam. Si declinabit gresus meus de via et si
secutus est oculus meus cor meum et si in manibus meis adhesit macula, seram et
alius comedat et progenies mea eradicetur5. Va en todo este capítulo el sancto Job
echándose maldiciones y haciendo protestas si delinquió en la cosa más pequeña,
aunque fuese dar un paso descaminado y fuera del sendero que Dios le tenía
señalado. No pretende engañar en esto que habla. Peso y medida pide, en que se
ajusten y pesen sus obras; que si algo de malicia les sobre, pagar quiere y
castigo pide, pues dice que por pena recebirá, si en algo hubiere delinquido,
que él siembre y otro coja y que su generación sea arrancada y desparecida de
la tierra.
¡Oh
varón justo y sancto, qué bien dice de ti el Spíritu Sancto que eres varón
justo y recto!6 Bien pruebas [73v] el testimonio que de ti da Dios
cuando el demonio quiere maliciar tu virtud, diciendo el mismo
- 585 -
Dios que no haya otro varón semejante sobre la
tierra7; pues después de tantos trabajos, que son innumerables, de vos
dice el Spíritu Sancto que con vuestros labios, que son tan delgados como un
papel, que se mueven y menean a todos vientos, no peccastes8. No me
espancto que sois mar en quien entran los ríos y ella no sobrepuja o se levanta
a hacer mal. Así lo preguntáis vos: Nunquidf ego mare sum, aut cete,
quia circumdedisti me carcere?9 Parecen palabras dificultosas éstas y
que tienen necesidad de explicación. Pregunta el sancto Jobg: ¿Por
ventura soy yo, Señor, mar o ballena, que me habéis puesto en una cárcel? Para
cuya inteligencia se ha de notar que las aguash del mar de su
naturaleza tienen el ser vestido y cobertura de la tierra, pero Dios, para que
diesen lugar a la habitación de los hombres y de los animales, les mandó que se
recogiesen a un lugar. La cual maravilla la explica David ps.103i:
Abissus sicut vestimentum amictus eius (scilicet terrae); super montes stabunt
aquae. Ab
increpacione tua fugient, a voce tonitrui tui formidabunt. Ascendunt montes et
descendunt campi in locum quem fundasti eis10. Cubrían las aguas los
montes y los camposj como si fueran su vestidura. Dioles Dios un grito
y con grande ruido y estruendo huyeron a un lugar, y dejaron se pareciesen los
montes y campos en el lugar que Dios les habíe dado. De esa misma suerte se hubo Dios con la
ballena. Porque así como la mar sobrepuja a la tierra, esta bestia sobrepuja a
los demás animales; el cual por ser tan grande y que no pudiese hacer a mal a
los que por brazos y mares strechas navegasen, la encerró Dios en el mar
occéano. Pues viendo el sancto Job lo que Dios habíe hecho con él y cómo le
habíe atado las manos para que no hiciese mal ni aunk cogitarem aliquid
de virgine11 -que ni pensase una cosa pequeña ni diese un paso
desconcertado-, dice: Nunquid mare ego sum, aut cete, quia circumdedisti me
carcere? ¿Soy yo mar o ballena que me habéis encarcelado? Sin falta -como si
dijera- debiera yo de ser algún mal hombre que, libre, había de anegar el mundo
o, como ballena, inpedir y detener los que por él navegan, pues como
marl me habéis encarcelado y metido en brete de tantos trabajos y, como
a ballena, en el mar occéano de tantas adversidades.
3. Pues
esto que Dios hizo en el sancto Job en los trabajos o lo que él cuenta que en
sí hicieron las [74r] adversidades, eso hace con el justo y varón perfecto la
unión y junta que alcanza y tiene con Dios cuando en este estado perfecto se
hace una misma cosa. Antes de llegar ahí, el hombre de suyo es una mar de
pensamientos que de su naturaleza después del peccado quedaron desordenados
para cubrir y anegar la tierra y aun el cielo si pudieran, quiriéndose hacer
dioses y alzarse con todo. Son como ballenas que se tragan a
losm menos poderosos, como
- 586 -
ballena que
ensarta sardinas. Pues ¿qué hace Dios por su misericordia e infinita bondad? Da
un griton y voz interior al hombre, cuando en los dos estados primeros
está dispuesto para oírlo, que se recoja adentro, que vuelva sobre sí. ¡Oh buen
Dios, y quién pudiera decir el ruido y corriente que llevan todas las cosas que
en el hombre hay a recogerse a un lugar, cuando Dios lo llama con veras y él lo
escucha y oye en verdad! Allá van los ojos, de suerte que quien con ellos
juzgaba cosas muy pequeñas, ya no ve las grandes, porque [por] la fuerza de los
ojos interiores y contemplación del entendimiento todo lo de afuera quedó
obscuro. Allá van las locuciones y palabras con su Dios que tanto deseaba. Allí
se juntano todos los sentidos y potencias, cumpliéndose en el alma del
justo lo que Esaías dice: Levabit signum in nacionibus et congregabit dispersos
in Israel12. Esta bandera que en esta alma se levanta es Cristo, a
quien por particular gracia un alma se une y junta; y en el punto que los
sentidos y potencias ven levantada esta bandera, estando hasta entonces
disperdiciados, estendidos y ocupados en estas cosas exteriores, se recogen y
entran adentro, según tanbién aquello que Cristo dice por san [Lucas]: Ubi
fuerit corpus, illic congregabuntur et aquilae13.
4. Adonde
podremos entender por "cuerpo" a Cristop, Dios hombre
verdadero, en cuya comparación todas las cosas de la tierra no son cuerpo sino
sombras e imaginaciones. Pues los sentidos, que en el hombre andan
hechos águilas montaracesq y aves de rapiña, cuando siente que ya Dios
está en el alma, con grande priesa se juntan y recogen a gozar aquel bien que
allí se les entriega. De manera que el justo, cuando tiene a Dios, queda
recogido, estrechado y abreviado [74v] como la mar en un lugar y como la
ballena en el occéano, para que de r allí no salga a hacer ni pensar
mal contra su próximo y hermano, aunque en él entren los ríos, avenidas y
trabajos del mundo. La razón es porque es mar recogida en un lugar y ballena en
el mar occéano y justo puesto en cárcel. Tal lugar y mar nos dé Dios, donde nos
recojamos ys encarcelemos, pues son prisiones divinas y soberanas,
cárceles de amor, cárcel y estrechura en Dios, captiverio y esclavonía para no
hacer más de lo que Dios quisiere. ¡Oh dichosas almas que aquí
llegáist!, que sois mar puesta en un lugar ya determinado; que si con
vuestras olas y pensamientos subís hasta el cielo, ya parece no tenéis licencia
de os estender por la tierra. Tenéis licencia de subir arriba como las olas de
la mar, pero no de estenderos por la tierra como los ríos queu aún no
llegaron a ella.
5. Tengan lástima todos los hombres de los
que aún no llegaron a ese estado y lugar, sino que aún se están hechos
arroyuelos sobre la haz de la tierra y charquillos en los valles, que aún no
han recebido
- 587 -
cuatro gotas de agua y ya están tan pujantes que parece
quieren asolar el mundo con sus aguas turbias y cenagosas. ¡Oh miseria grande
de los hombres que aún no merecieron llegar allí! ¡Qué presto se les enturbia
su paciencia y se alborota su conciencia! Con cuatro trabajitos se encolerizan
y levantan contra quien habló contra ellos; de suerte que no sólo tuercen sus
pensamientosv y desencaminan sus pasos, pero pierden pie sin saber
hacia dónde corren, solosw, como los ríos, dejándose llevar de su
sensualidad y desordenados apetitos agua abajo. Ojalá fuera este ir agua abajo
abajar nuestro gargox, soberbia y presumción, ira y cólera,
humillándonos y abajándonosy hasta llegar a esta mar profunda de quien
vamos hablando, que non redundat, que no sobrepuja la tierraz.
|