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IV. LA PRESENTE EDICIÓN
Antes
de señalar los criterios a que se ajusta la presente edición, será útil
presentar con algún detalle la ortografía original del manuscrito.
a) Grafía del manuscrito
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Es irregular en el uso de j y g, aunque ordinariamente escribe con j los
sonidos guturales fuertes: juego, juez, aparejar, jente...; pero también:
gente, magestad, muger, egercicio, afligir. Escribe de ordinario: perseguir,
guerra; pero también: gerra, persegir, gijarro.
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Utiliza generalmente como nosotros la i y la y, pero las intercambia de vez en
cuando sin seguir una regla precisa: tray, Moysés, yerva..., maior, aiudar,
cuio, suio, tuio...
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Escribe casi siempre u por v: ueces, prouocar, uerdadero, escriuir, sieruos...
Sin embargo, excepto en el artículo indeterminado, es muy rara la sustitución
de u por v, y sólo al inicio de palabra: vno, vn, vt.
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Es bastante regular en el empleo de la h, si bien no corresponde a las normas
actuales. Figuran regularmente con h: hacer y hablar (en todas sus formas),
honrra, hermoso, hurto, hacienda, hombre, hambre, hombro, y también: herrar,
handrajo. Sin h, todas las formas del verbo haber: aver, ay,
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avía,
avremos, aviendo, uviera (muy raramente, he). Igualmente sin h: ora, aora,
ábito, abitar, ospedar, oy. A veces la h se transforma en g: güerta, güebo,
güele.
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Coloca la
,
alguaçil, prinçipio, esperança, fuerça, pereçoso; muy raramente: zurujano. Pone
z al final de sílaba o palabra: voz, mezclar, luz, pez, bizcocho. Escribe
çufrir, çufrimiento (muy pocas veces, zufrimiento) por sufrir, sufrimiento.
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Sustituye en ciertos casos la c por la q. Sie
la
mayúscula, como si fuera una consonante adicional del alfabeto, para expresar
dicha r fuerte: Rigor, Raçones, honRa...; abunda la erre mayúscula en los
primeros escritos, y va disminuyendo progresivamente hasta hacerse bastante
rara en los últimos: "Dios es el que Rige y Reina en esta sagrada
Religión" (VIII, f.22v); "ordenaciones muy acertadas y Religiosas"
(Ibid., f.1v); "con esto Respondido queda" (Ibid., f.3r);
"enfardélalo y aRójalo" (Ibid., f.22v); "un hombre eclesiástico
y muy honrrado y Rico" (Ibid., f.320r), etc.
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Es irregular en el uso de m y n ante b y p: inpedir/impedir, sienpre/siempre,
enbebecer/embebecer, hanbre/hambre... Cambia a veces la n por la m cuando une
una palabra con otra que comienza con b o p: sampablo (san Pablo), compalabras
(con palabras), tamperdido (tan perdido), tambueno (tan bueno)...
-
Se aprecian algunas reminiscencias del latín en:
* Dobletes
de consonantes o vocales que se repiten con regularidad en unas pocas palabras:
mill, fee, officio, peccado, commodidad...; y la doble ss en todos los
superlativos: grandíssima, sanctíssima...
* La
asociación, a veces, de th (Theresa, Catherina, theología, Matheo); nc (sancto,
pinctar); ph (propheta, seraphín, Phelipe); mp (prompto, redempción); ch
(charidad, cherubín).
* Refuerzo
de la x con la c, en ciertos términos: prócximo, perplecxidad, amplecxandi...
* Supresión,
inconstante, de la vocal inicial seguida de s: scrivir, scrúpulo, spíritu,
scurecer, scondido...
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Se dan asimismo los siguientes arcaísmos medievales:
* formas
verbales: recebir, inviar; quiriendo, tiniendo, puniendo; fuistes, matastes,
hecistes; amábades, sentíades, dijéredes, quisiérades; dos formas en el verbo
haber (muy rara la forma antigua): emos y avemos, eis y avéis, ía y avía;
trujo, vido (por trajo y vio); final de e en el imperfecto del indicativo y del
potencial de los verbos de la segunda y tercera conjugación: avíe, teníe...,
traeríe, seríe, romperíe...
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* quien, a la vez singular y plural.
* lición
(por lección), esotro, estotro, dende (desde), do (donde)...
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Escribe con minúscula, de ordinario, las palabras iniciales de frase después de
punto y de párrafo, y los nombres propios: dios, san pedro, sevilla, madrid...
Usa la mayúscula en: Capítulo cuando precede al título, el monograma Jhs, Scritura
(Biblia) y, algunas veces, en la primera palabra de un capítulo. Emplea
curiosamente: la E en el artículo determinado: "los que trai dios primero
en El principio..." (VIII, f.1r); y en el pronombre: "...dando
largamente Relación de Ella" (Ibid., f.215v), etc., y la A en muchas
palabras, sobre todo cuando forma sílaba con la l: "diálogo entre dios y
un Alma afligida, porque por Abraçar..." (IV, f.72r); "en
qué casos la oración Alcança lo que en Ella se pide" (I, f.69r); "de
Algunos remedios con que El hombre..." (Ibid., f.114r); "en su
presencia Aprienden" (Ibid., f.45r); "no acertaría A salir de
aquí" (Ibid.), etc. No faltan algunos otros casos raros de mayúsculas,
como en: "dios á querido usar De tantas misericordias conmigo" (VIII,
f.1r).
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La puntuación no coincide con la nuestra, pero es bastante regular. Concluye
los párrafos, para comenzar después aparte, con una especie de S oblicua
adornada con dos puntos laterales: .S. Este signo, que en algunos casos figura
en medio de un párrafo, equivale normalmente a nuestro "punto y
aparte". Divide los periodos, generalmente muy largos, con dos líneas
paralelas verticales u oblicuas: //, que pueden ser intercambiadas por
"punto y seguido" o "punto y aparte". Utiliza para
separaciones menos importantes una sola grande línea vertical, que de ordinario
puede ser sustituida por el "punto y seguido" o el "punto y
coma". Recurre bastante a la coma -aunque menos que nosotros- para
distribuir las frases de un periodo; dicha coma corresponde a nuestra coma y
también a nuestro "punto y coma", que el autor desconoce. Encierra, como
nosotros, entre paréntesis algunos incisos explicativos marginales a la frase:
"Digo (y plega a dios que sepa) que ay unos hombres..." (VIII, f.172r); "suelen entrar (como
digo) mientras comen" (VII, f.66r).
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Abreviaturas más corrientes:
+++++++++++++++++++++++++++
pa = para
q = que
cd = caridad
s.c. = su
caridad
md = merced
nro = nuestro
vro = vuestro
neco = necesario
noe = nombre
qdo = quando
p (=pro): pvecho, ppio,
pfundo, pvar...
pecco = peccado
qd = quid, quod
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pe = padre
po = Pedro
Capo = capítulo
X, Xpo = Cristo
hoe, hoes = hombre,
hombres
spu, spual = spíritu, spiritual
offo = officio
dd = David
pso = psalmo
dne = domine
no = non
.n. = enim
oes = omnes
q- = quia
Ju = Juan
++ = cruz.
Abrevia los adverbios en mente:
principalmte,, totalmte...,
Abrevia todos los superlativos:
grandíssa,, sanctíssa...,
++++++++++++++++++++++
b) Normas
seguidas en la transcripción
Es
preceptiva la conservación íntegra de la lengua del autógrafo, con sus
palabras, giros y modismos propios.
Por
lo que toca a la ortografía, la modernizamos, salvo en algunos casos en que afecta
a la fonética. Respetamos, por tanto, el uso de:
- g por h; x por j; n
y m ante b y p.
-
consonantes y vocales duplicadas (mill, fee).
- pares
de consonantes (th, ph, sc, sp, st, nc...).
Nos ha parecido conveniente poner en
cursiva todos los textos latinos presentes en el autógrafo.
En atención a un uso más cómodo y
provechoso del texto, aparte la sustitución de títulos que faltan en tratados y
capítulos, hemos introducido la numeración de párrafos en algunos escritos. Por
motivos de practicidad, no encuadramos en corchetes tales números de párrafos,
que siempre son añadidura nuestra. Téngalo presente el lector.
c) Plan de publicación
La edición de 1830-31, única existente,
se amolda en todo al orden y a la distribución de los escritos en los ocho
infolios del autógrafo, a los que justamente equivalen los ocho tomos impresos.
Nosotros, sin embargo,
nos hemos decidido por una nueva disposición de la materia en cuatro volúmenes.
Podemos reducir a tres las razones justificativas de nuestra elección:
1. Como
sabemos, el orden actual de los tratados y los tomos no es debido al autor.
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2. Dicho
orden, además, no obedece ni al criterio cronológico ni al temático: se juntan
en el mismo tomo escritos ascético-místicos y relatos históricos no siempre
redactados en tiempos sucesivos ni mutuamente implicados.
3. La colocación de la materia en orden
cronológico nos parece inadecuada, porque el autor, como es sabido, escribía
esporádicamente sin esperar a la conclusión de un tratado para comenzar otro.
Por ejemplo, el tomo VIII fue compuesto a lo largo del cuatrienio 1604-1607 y
las páginas del VI fueron escritas en el bienio 1606-1607. De querer ordenar
todo según la sucesión temporal de su composición, resultaría una masa caótica.
Optamos,
pues, por una planificación temática, en la que intentamos conjugar la división
lógica de los tratados con el máximo respeto al método y a las intenciones del
autor. Mantenemos, por tanto, la sucesión original de algunos escritos que, aun
debiendo ser insertados diversamente en un esquema lógico perfecto, presentan
de hecho una cierta unidad interna concebida por el místico trinitario.
Queremos
advertir que los títulos que adelantamos son en buena parte provisionales y no
reflejan siempre el rico contenido doctrinal de los respectivos tratados. En el
esquema que sigue damos, junto a la nueva distribución del texto, la referencia
(tomo y páginas) de su ubicación en la precedente edición completa:
VOLUMEN I: Escritos espirituales.
1.
La llaga de
amor (VIII, 146-226).
2. El conocimiento interior sobrenatural
(IV, 1-94).
3. Diálogos
entre Dios y un alma afligida (IV, 94-218).
4. El recogimiento interior (II, 51-242).
5. Algunas penas del justo en el camino de
la perfección (II, 1-51; 243-323).
6. Tratado de la humildad (I, 1-66).
7. Noche del espíritu en el estado
extático (I, 66-79).
8. La oración de petición (I, 92-99).
9. Errores
en el gobierno y en la dirección de almas (I, 99-127).
VOLUMEN II: En torno a la reforma trinitaria.
1. La
reforma de las órdenes religiosas (IV, 219-243).
2. Historia de la reforma trinitaria
(VIII, 1-146; 226-432).
3. La
mortificación en la reforma (VIII, 432-465).
4. La
confianza y la unión con Dios en la reforma (VIII, 465-566).
5. Asistencia
de Dios a la reforma (VIII, 566-630).
6. Cinco
cuestiones sobre la reforma (V, 182-397).
7. Respuesta a siete reparos sobre la
reforma (IV, 244-393).
VOLUMEN III: En torno al espíritu de la reforma.
1. Consideraciones
morales sobre la regla trinitaria (VI, 1-117).
2. Sobre
los hermanos donados (VI, 117-163).
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3. Sobre los prelados (VI, 163-245).
4. Sobre los estudiantes (VI, 245-273).
5. Sobre los predicadores (VI, 273-279).
6. Estilo de vida de los trinitarios
descalzos (VII, 1-275).
7. Notables sueltos en torno a la reforma
(V, 1-182).
8. Gobierno
de la Religión según prudencia humana (I, 80-92).
9. Estima
de la vida (I, 127-180).
10. La vida del justo como martirio (I,
180-213).
11. Martirio que algunos prelados ocasionan a
sus súbditos (I, 213-290).
VOLUMEN IV: Exhortaciones y otros.
1. Tres
pláticas de toma de hábito (I, 291-304).
2. Exhortaciones a la perseverancia (III,
1-207; 270-342).
3. Defensa
de tres géneros de gente (III, 208-269).
4. Cuatro cartas.
5. Presentación del Ceremonial de 1606.
6. Pláticas
a los religiosos (tomo IX ms.).
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