Índice: General - Obra | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText
San Juan Bautista de la Concepción
Obras II – S. Juan B. de la C.

IntraText CT - Texto
Anterior - Siguiente

Pulse aquí para desactivar los vínculos a las concordancias

- 198 -


CAPITULO 22 DIFICULTADES PARA PROSEGUIR LA HISTORIA

 

1.            Interrupción de más de un año

 

            Jesús [y] María sean siempre conmigo, que yo no cómo tengo de poder proseguir en a esta historia. Ha más de un año que lo dejé aquí. Y han pasado ya tantas cosas por la Orden y por mí que, viéndome ya otro bien trocado en mi persona y pensamientos, no que los tenga en contrario de lo que siempre he tratado y deseado, sino que, con los cuidados y trabajos esteriores se han desconpuesto b los pensamientos interiores muy del todo; y considerando que mis palabras y razones han de ir más cortadas, no si diga buscadas y escudriñadas en la memoria, me parece tengo obligación de decir esto, porque el que lo leyere, si hallare diferencia, no se espante. Pues tantas cosas por mí han pasado, como verá el que lo leyere dende el fin que tiene esta escritura hasta haber cumplido con 9 fundaciones, con la de Salamanca que está enpezada 1, el capítulo hecho y a mí electo en provincial por mis peccados 2, para que de nuevo tenga nuevos pleitos y trabajos, causadores de que el alma ande cual Dios sólo sabe.

            Estando en Salamanca 3, no tiniendo estos cuadernos que hasta aquí están escritos, apretándome para que lo prosiguiese, no sabiendo dónde lo había dejado, enpecé a escribir dende la salida de Roma hasta cuatro fundaciones o cinco 4. Y quedó este corral, que lo siento harto.

 

2.         La abundancia de antes y la escasez de ahora

 

            Sea Dios bendito, que, como me va faltando la aprehensión de tantos y tales trabajos, es inposible poderlos pintar ni decir, faltando el retrato interior de ellos. Que yo hallo por mi cuenta que ésta será la diferencia de lo que hasta aquí c he scrito o lo que ahora scribiré: la que tiene un cantor que canta y solfea de memoria d o el que tiene el libro delante; o el pintor que pinta y dibuja una imagen que vido o el que copia la que tiene delante. [105v] Yo confieso que lo que hasta aquí scribí, particularmente en estos cuadernos de arriba, era una copia, que un tilde no llevaba añedido. Muchas cosas cortadas y dejadas porque así convenía, eso sí. Lo que ahora se dijere habrá de costar el trabajo que dice la sancta Madre Teresa de Jesús del que saca agua del pozo a fuerza de brazos 5.

           


- 199 -


Podría ser a deshora y sin saber, se volviese el tiempo y añublase y, sin sentir, remojase el alma, que está sicut terra sine aqua tibi 6. Y no creo que digo mal que, para que Dios haga esa merced a un alma, es menester añuble, porque, así como no llueve con claro y con raso y sol, así parece aguarda esta lluvia a venir cuando los sentidos y potencias están para lo de acá turbios, añublados, oscurecidos. Quiero decir que la demasiada luz de las cosas de acá inpide y ocupa e y detiene y estorba el bien de adentro. Y aun allá dentro no yo cómo debe Dios de poner un alma en semejantes ocasiones: que ella no se conoce; recibe y no sabe por do viene; tiene y no sabe qué; siente sin sentido; danle sin que compre.

            ¡Ay, Dios mío!, que no yo cómo debe de ser esto cuando tú te comunicas interiormente a un alma. Debe de ser como cuando un niño toma el pecho de su madre, que, sin saber lo que hace el chiquillo puesto en los amorosos regazos de su madre, le ponen el pecho en la boca y él mama el pecho. El niño come y no masca, mama y no ve. El se recrea, refocila, gusta, come, recibe sustento, y no sabe cómo. Cuando mucho, hiere con el piececillo f, sin saber lo que hace. Juega con la mano y hace cosas sin acuerdo, porque no le tiene para cosa, sino para chupar su leche. Debe de ser así el alma que interiormente recibe de Dios: que, sin saber ella cómo, le pone Dios el pecho en la boca; chupa y mama, recibe sustento y goza y entiende muchas cosas, sin que de nada y en nada tenga advertencia, porque el gusto y fuerza interior la hace perder el acuerdo para que ella piense y discurra qué es aquello. Cuando mucho, hacer algún meneo esterior o herir de pie o mano, tan sin acuerdo [106r] que, si hablare o dijere o hiciere alguna cosa en semejante ocasión g no tan medida, como los hombres que exteriormente viven les parece o juzgan, se la deben perdonar, como a niño que no sabe más ni ve más, sino sólo gozar aquello que interiormente allá dentro pasa, sin saber lo que a ellos les pasa.

            Y aun por esto llamó así h el mismo Dios a esta conversación y trato: Ecce ego lactabo eam, et ducam in solitudinem i 7, etc. Quien dice soledad, dice tinieblas y negación de todo lo que puede inpedir. Quien dice dar el pecho, dice lo poco que sabe en aquella ocasión el alma lo que recibe de Dios. Y aun, en comparación de las cosas de acá como se granjean y reciben, se puede esto primero llamar leche y pecho. Porque lo que acá se estudia y se sabe, cuesta trabajos: se busca, se ve, se palpa, se entiende, se sabe do viene y se masca, como quien come el pedazo de pan con corteza.

            Y aun, aludiendo a lo primero, dijo David: In tenebris posuit latibulum suum; tenebrosa aqua in nubibus aeris 8; en tinieblas se esconde Dios. Pienso yo que lo hace porque la criatura que ha de comunicar con Su Majestad esté más


- 200 -


recogida, más quieta y menos divertida. Porque, si está desparramada y vertida con la luz, ¿cómo ha de coger el agua que está in nubibus aeris? Y así ésta, pienso yo, debe de venir a deshora porque halle al alma más descuidada de curiosidad de pensamientos; sino que, cuando vuelva sobre sí, se halle en casa, que tenga, que goce, que quiera, y no que scudriñe. Porque en lo primero hay amor y en lo segundo curiosidad j. Y por eso debe Dios de gustar de añublar un alma, para que en esas tinieblas caiga el rocío del vellocino k de Gedeón 9.

            ¡De estos ñublados vinieran ahora por mi casa unos pocos! Que, por no los haber al presente, como digo, está mi alma sicut terra sine aqua tibi 10. Y, si más luz los sentidos, más divertido lo interior; y si más memoria, menos presencia.

 

3.         Falta la aprehensión de lo pasado

 

            El que habla por memoria o por presencia debe de ser como el que tiene en su casa lo que ha menester, que es lo que acá decimos: En casa llena, presto se guisa la cena. Pero el que habla de memoria, con ella ha de buscar lo que ha menester y le ha de costar l trabajo. La cena no ha de ser tan cumplida, abundante ni tan barata. Y aunque halle lo esencial, quizá no las palabras para lo guisar.

            [106v] Estos son mis temores. Que no yo si mis miedos, asombros, aflicciones me hacían tener tanta aprehensión de lo pasado que, en medio de aquellas tinieblas, me parece todo me lo hallaba en casa, barato y como quería. Ahora que parece ya es de día, ya se aparece la obra de Dios, ya le da gana a un hombre de salirse acá fuera, donde los sentidos m ven lo que gozan. Y como Moisés n no vido las misericordias de Dios, que le había pedido cuando deseó ver el rostro de Dios, hasta que se metió en el sepulcro y debajo de la piedra 11; y Elías, hasta que se echó la capa en el rostro, no gozó de la marea 12. Los que andamos ya fuera de estos sepulcros y descubierto el rostro, Dios nos provea y remedie de lo que hemos menester.

            Que cierto, si Dios de veras descubriese y diese a entender lo que inpide este hombre bestial al pobrecito espíritu que en él está estrechado, creo haría mill disparates con él. Esta negra hermandad que entre entramos hay, es causa de que, con color de hermandad y charidad, el alma, quizá cuando no debe, le scucha y mueve a compasión, acude a él, le ayuda y socorre y hace compañía. Que harto mejor fuera que entendiéramos de esta hermandad del cuerpo para con el alma lo que dice san Pablo: Periculum in falsis fratribus 13. Que, si es hermano, es falso. Y hay notable peligro en oírlo y escucharlo, que se hace zorra mortecina, finge necesidades. Y no si lo compare a Marta: que, siéndole una


- 201 -


cosa necesaria y que le baste, se quiere ocupar acerca de muchas y luego quiere que María, que es el spíritu, le ayude 14. Y el alma, sin pedir licencia a Dios, movida de estos ruegos o voces, sale acá fuera, donde no halla sino trabajos, inquietudes y desasosiegos, turbaciones. Donde no es eso lo peor, sino que se desvela y después, por buena cama que su esposo le haga, como dice David: Universum stratum eius versasti in infirmitate eius 15. Tú, Señor, cuando viste el alma enferma, le mulliste la cama; pero ella, desvelada, no podía tornar a tomar reposo.

            Pues díganme por charidad: si una vasija no está queda y reposada, no podrá recebir el licuor que se [107r] pretende echar en él; y si recibe algo, lo medio se vierte y aquello que recibe quedará turbio y por asentar. Plega a nuestro Dios yo acierte a decir algo de lo que aquí faltaba por scribir con claridad. Perdonen, mis hermanos, si la cena no fuere tan abundante y bien guisada, que me parece o la memoria lo habrá de ir a buscar do sucedió; y plega a Dios no se le caiga lo medio. Lo que yo decir, que me habrá de costar mayor trabajo y, al cabo, no lo que diré. Sólo confieso que, cuando eso pasado escribí, si yo tuviera prelado que me obligara, hubiera scrito un libro cuan grande lo quisieran; no digo de las cosas sucedidas, que las propias se son ahora que entonces, sino de lo que sobre ello Dios daba para honra y gloria suya y de su obra.

 

4.         Suplir por deducción

 

            No yo qué necesidad tengo de cansarme en buscar lo que fue. Que, aunque es verdad, como suelen decir, puede ser ver, como dicen, del hilo se saca el ovillo, el Dios que obraba entonces y el demonio que rabiaba contienda era que hoy dura y durará y, por lo que p es, se echará de ver lo que q fue y será. Sólo pido, para mi cortedad, en lo de entonces a todos los hermanos consideren lo que ahora padecen todos y cada uno en particular y la obra toda junta, los peligros y contrastes que sobre ella cain; y miren: cuando los arroyuelos de esos trabajos divididos train tanto raudal que un hombre no se conoce, ¿qué sería cuando corriesen todos juntos y diesen sobre mí y en un frailecillo tan flaco y miserable como yo? Que, a no tenerme Dios como una pedrezuela que en lo fondo de un río se está allí sentada, dejando vayan las avenidas y crecientes de los ríos, y ella en un ser, ya yo hubiera acabado mill veces. Porque, si yo jugara al descubierto y dijera: «yo soy el edificio y puente por do ha de pasar este pueblo de Dios», o por tal me tuviera o conociera, mayores murallas ha llevado el ínpetu de estos spíritus infernales.

 

 




a            corr.



b            ms. desconpuestos



1         El colegio de Salamanca empezó su andadura en diciembre de 1605.             



2  El capítulo provincial se reunió en Valladolid el 7XI1605, saliendo elegido el santo como primer ministro provincial.



3  Diciembre de 1605enero de 1606.



4  Alude a cuanto relata en los folios 213r319r, donde trata de cinco fundaciones: Valdepeñas, Socuéllamos, Alcalá de Henares, Villanueva de los Infantes y La Solana.



c            sigue he tach.



d            sigue otro tach.

 



5  Cf. SANTA TERESA DE JESÚS, Vida, 11,7.



6         Sal 142,6.



e            sigue el bien tach.



f             ms. pececillo



g            sigue se tach.



h            sobre lín.



i            Eccesolitudinem subr.

 



7         Os 2,14.



8         Sal 17,12.



j             sigue p tach.



k            corr.



9         Cf. Jue 6,3640.



10 Sal 142,6.



l            corr. de bastar



m           sigue goçan tach.



n            ms. Moisén

 



11 Cf. Ex 33,1823.



12 Cf. 1 Re 19,1213.



13 2 Cor 11,26.



14        Cf. Lc 10,4041.



15 Sal 40,4.



o            sigue se abrá d tach.



p            sigue fue tach.



q            sigue será tach.

 






Anterior - Siguiente

Índice: General - Obra | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText

IntraText® (V89) Copyright 1996-2007 EuloTech SRL