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San Juan Bautista de la Concepción
Obras IV – S. Juan B. de la C.

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3

[3r]

Jhs. Maria

Pregunta: Quid petis? Responde: Misericordiam Dei, Ordinis paupertatem, et fratrum societatem

Una de las excelencias y grandezas de Dios, de su providencia, rectitud y justicia, es que no hay cosa, por pequeñica que sea, que se le pase sin registrar. Son los ojos de Dios tan de lince que no hay pensamiento, por pequeño que sea, que se le pueda absconder entre las tinieblas. Erat lux vera, quae illuminat 1. Y miren las veces que allí san Joan llama a Cristo luz: Et lux in tenebris lucet 2. No hay cosa tan abscondida entre las tinieblas que no la descubra la luz: Omne datum optimum, etc., descendens a Patre luminum 3. San Joan, tratando de la luz de la gloria dice que lucerna eius est Agnus 4. Assí decía David: Quo ibo a spiritu tuo? et quo a facie tua fugiam? 5 En el cielo ya se sabe que no porque está allá. Forsitam tenebrae conculcabunt me? 6 Es imposible porque delante los ojos de Dios no hay tinieblas ni nada se le puede absconder al mirar de Dios; todo se registra ante su providencia divina. Quid tu vides, Jeremia? Virgam vigilantem ego video 7; una vara llena de ojos por todas partes, que todo lo ve, abiertos, que no los cierra y en ningún tiempo cosa se le absconde. Todos los sentidos tienen necesidad de los ojos, pero los ojos de ninguno; y como Dios es luz, de nadie tiene necesidad para saber todas las cosas.

Ahora veamos cuán aguda sea esta vista de Dios y cuánto es lo que mira las cosas pequeñas. (Gén 1): Vidit Deus lucem quod esset bona 8; creó Dios la luz y luego tomóla en sus manos y miróla y remiróla y hallóla buena y perfecta. Santo Dios, ¿qué hay que mirar en la luz? Pues vemos que con ella se miran y apuran todas las cosas. Si dijera que miró las tinieblas, el cielo, vaya, pero ¿la luz? Sí, ahí veremos cuáles son los ojos de Dios, que a aquello con que se mira todo, él lo mira y remira. Advirtamos que examina la vista de Dios no sólo la desenvoltura del otro, los peccados, etc., pero que es tal la vista de Dios que tomará en sus manos al que ha sido luz el ayuno, el recogimiento, el mal vestido, el mal comer, el coro, la oración, etc., y se le pondrá a examinar y a mirar. Es decir, que no hay culpa, por pequeña que sea, que no la vea, etc. Similis est dilectus meus caprae hinnuloque cervorum 9. ¡Ay, esposo mío!, cómo me parecéis a la cabra montesa, porque nadie puede hacer a vuestros ojos trampa, ni aun el átomo del sol. Y al cervatillo, etc., de quien dicen los naturales que con sólo el aliento saca los animalejos ponzoñosos de sus cuevas y sombras. Es decir: abscóndase el religioso y siervo de Dios donde quisiere, debajo de saco, entre las oraciones de la missa y entre la hostia y el cáliz, entre los pies descalzos y mala cama, que de allí lo ha de sacar Dios.

Más claro, llama Dios a Eccechiel y dícele: ¿Sabes lo que pasa en Israel? —No, Señor. —Pues ven acá conmigo. Y llevólo al templo. ¿Al templo? Aun si fuera a la plaza, a las calles, etc., donde está la mentira, [3v] la usura, etc. No, sino al templo, eso visto se está. —Ven al templo. ¿Qué ves, propheta? —Señor, ayunos, oración, sermón, etc. —Si te pareciere, toma un pico y rompe y abre, que son culpas secretas, etc. Y lo primero que vio fue idolum zeli ad provocandam aemulationem 10. Vide en +. un sermón de sancta Catarina 11. Pasa adelante: Omnis similitudo reptilium et animalium 12; sapos y lagartos pintados en las paredes y sacerdotes viejos incensando. Adviertan: peccados privados y transparentes y tan cerrados los ve y los penetra la vista de Dios, etc.

Vea aquí, hermano mío, la misericordia grande que hoy usa la divina Majestad con su charidad en haberle dado luz con que vea el bien que está encerrado en su abyección, en la sancta pobreza. ¿Qué podía dar el que es luz sino luz? Omne datum optimum descendens a Patre luminum 13. Cría Dios todas las cosas y lo primero que sale de aquel abismo de Dios es luz: Hágase la luz 14. Y no cualquier luz la que [a] su charidad ha dado, sino se la ha comunicado en las cosas que tengo dichas, para que su charidad conozca en esta Religión su salvación viéndola tan pobre y en sus principios. Que el seglar vea que anda en peccado y en tinieblas, eso visto se está; pero que a su charidad haya dado Dios luz para que vea y examine la pobreza y su frailía, que en un hábito que ha sido luz halle que el remendar. Dic.

La luz del sol penetra lo íntimo de la tierra y el águila en lo alto ve el sustento. Así, su charidad, en lo alto de su Religión, ha visto su sustento en ésta. Pero advierta, hermano mío, que esa luz ha de ser luego examinada. Esa es la razón por qué el alma se compara a la sposa y a gente que va convidada a bodas: porque ha de ir muy adornada y curiosa, porque va a parecer delante los ojos de Dios, porque son luz y nada se le esconde. Las vestiduras de bodas dice Eccechiel 16 que son: Vestivi te discoloribus, calceavi te ianthino; et cinxi te bysso et indui te subtilibus 15. Vide a +. en un sermón de sancta Catarina 16. Discoloribus, diferentes virtudes: jacinto del color del cielo, que sólo tiene el color del aire; que andan en el aire. Subtilibus, cosas subtiles, remiendos y desnudez, etc. Y después de todo eso hallan a uno entre los de a las bodas que a su lado no llevaba el arreo que había de llevar 17, etc.

La entrada en estas bodas es el cielo y para subir allá tenemos necesidad de escala. Esta scala la halló Jacob 18, cuando salió de casa de su padre, en un desierto, dormido y puesto un canto por cabecera, y luego vio una scalera que el principio tenía en el suelo y lo alto en el cielo, y subían y bajaban ángeles; y en lo alto vio que estaba Dios registrando los que subían. Esta scala la halla el que tiene hambre y padece pobreza, echado en la tierra, que es la penitencia, un canto por cabecera, estribando en Cristo y en su ley y consejos. Sólo suben ángeles. La pureza, limpieza e inocencia hacen a uno ángel. Los escalones son las virtudes. El subir son los augmentos de ellas; y luego temer, porque está Dios en lo alto, registrando al que va con vestidura de boda, etc.

Adviértase que en Paníxcola [sic] se hallará esto último y en ese propio lugar para otras dos pláticas, etc., fol.694, en todo el sermón de la Ascensión 19.




1Jn 1,9.



2Jn 1,5.



3Sant 1,17.



4Ap 21,23.



5Sal 138,7.



6Sal 138,11.



7Jer 1,11.



8Gén 1,4.



9Cant 2,9.



10Ez 8,3.



11 Con el signo +. nuestro autor suele remitir a alguna añadidura en los márgenes. Pero en este caso no hay adiciones marginales ni tampoco hemos podido averiguar la fuente aludida.



12Ez 8,10.



13Sant 1,17.



14Gén 1,3.



15Ez 16,10.



16Cf. nota 11.



a los de al marg.



17Cf. Mt 22,11-13.



18Cf. Gén 28,12-13.



19 Se trata del franciscano observante Francisco Panigarola, obispo de Asti, en sus Discursos..., hechos en diferentes tiempos, lugares y ocasiones, Trad. del italiano por Gabriel de Valdés y Sarasola, Salamanca, en casa de Andrés Renaut, 1602, pp.680-698Sermón de seis maneras de seguir a Cristo, hecho en Araceli de Roma, sobre el evangelio corriente, en el día de la Ascensión del año de 1589»). Las ideas apuntadas, en torno a la escala de Jacob, pertenecen a la 2.ª parte del sermón, pp.692-698.






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